Divisa etíope cae 30% con reformas apoyadas por el FMI para estabilizar la economía

ADÍS ABEBA, Etiopía (AP) — La divisa etíope perdió un 30% de su valor el martes, un día después de que el banco central empezó a aplicar una política de tipo de cambio flexible respaldada por el Fondo Monetario Internacional como parte de las nuevas medidas para estabilizar la economía de la nación del este de África.

Mamo Mihretu, gobernador del Banco Nacional de Etiopía, declaró el lunes en un discurso televisado que las reformas “introducirán una determinación competitiva y basada en el mercado del tipo de cambio y abordarán una duradera distorsión de la economía etíope”.

Los bancos comerciales pueden fijar el precio de las divisas y las entidades no bancarias están autorizadas a operar por primera vez como oficinas de cambio, lo que supone un giro histórico en un país donde el gobierno fijó durante décadas esos precios, permitiendo el florecimiento de un mercado negro.

El FMI aprobó una línea de crédito a cuatro años por valor de 3.400 millones de dólares para coincidir con las reformas de Etiopía. Se comprometió a desembolsar inmediatamente 1.000 millones de dólares para hacer frente a necesidades acuciantes, y su directora gerente, Kristalina Georgieva, describió las reformas como un “momento histórico para Etiopía”.

Etiopía espera un total de unos 13.500 millones de dólares en nuevos fondos, incluidos los del Banco Mundial y los acuerdos de canje de divisas con gobiernos extranjeros.

El primer ministro, Abiy Ahmed, declaró en un comunicado que el nuevo régimen cambiario es “fundamental para aliviar la escasez (de divisas), eliminar los obstáculos a la inversión y el crecimiento del sector privado y alinear los precios de los bienes y servicios importados y exportados con las realidades del mercado”.

La moneda etíope, conocida como birr, ha sido una de las más débiles de la región en los últimos meses. Aun así, una de las consecuencias inmediatas de la modificación de la política cambiaria fue un fuerte aumento de la inflación, y algunos empresarios de Adís Abeba, la capital, se quejaron el martes.