Diputados: la oposición cargó contra la herencia que dejó Guzmán y advirtió que la crisis podría agravarse

Mario Negri durante la sesión especial de la Cámara de Diputados
Mario Negri durante la sesión especial de la Cámara de Diputados - Créditos: @Prensa HCDN

Esta vez no hubo escándalos ni gritos, tan propios en una sesión que se presumía caliente en la Cámara de Diputados. La crisis política y económica que se desató a partir de la salida abrupta del exministro de Economía Martín Guzmán instaló esta tarde un clima sombrío en el recinto, dominado por la preocupación y la incertidumbre. En este marco, los jefes de bloque de las distintas fuerzas hicieron su catarsis y, si bien no se ahorraron reproches mutuos, evitaron –deliberadamente– que el intercambio pasara a mayores.

Se trató de un acuerdo premeditado entre el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, y los jefes de los bloques para no atizar más el fuego de la crisis. El tigrense, quien había sonado como potencial “superministro” de la gestión de Alberto Fernández, volvió a ocupar el principal sillón del estrado y, si bien lució un semblante tranquilo, no parecía de ánimo para sus clásicos chascarrillos. Los opositores, a sabiendas de la gravedad de crisis, hicieron su parte y evitaron los golpes bajos. Ni siquiera Fernando Iglesias, que con sus comentarios mordaces suele sacar de las casillas a Massa y a los legisladores del Frente de Todos, mantuvo respetuoso silencio.

“Vivimos un momento de extrema gravedad. Estamos frente a un presidente débil, a un gobierno débil , pero que, además, en los últimos 30 días han triturado de manera irresponsable la confianza de la sociedad y ha subido al máximo posible la incertidumbre –advirtió el diputado radical Mario Negri–. Las crisis no las controlan los dirigentes. Cuando toman autonomía, nadie sabe cómo terminan, pero nunca terminan bien.”

Tenga la tranquilidad de que nosotros no empujamos a nadie. A nosotros, muchas veces, nos empujaron. Se los digo fraternalmente: no se empujen entre ustedes porque va a terminar en un abismo la sociedad argentina ”, alertó.

Por su parte, el jefe de Pro, Cristian Ritondo, cargó contra Guzmán. “La herencia de Guzmán a (Silvina) Batakis es una deuda récord en dólares y en pesos, atraso cambiario, brecha de más del 100%, déficit récord, hipercepo, reservas del Banco Central en negativa, salarios y jubilaciones por el piso, no tienen combustible y 2500 puntos de récord país. Ah, pero Guzmán”, enfatizó. “Espero que no se les ocurra decir ‘ah, pero Macri’ nunca más después de esta crisis”, desafió.

El jefe del bloque de la Coalición Cívica, Juan López, también apuntó contra la “irresponsabilidad” del saliente ministro Guzmán. “ Fue un oportunista, descarado, escandaloso. Se fue en este momento porque no se quiere hacer cargo de lo que va a pasar en pocos días. Su modelo fracasó. Nos deja en el poder a la ministra (Silvina) Batakis. Si tenemos suerte va a ser una almacenera. Si tenemos mucha suerte, va a ser una buena almacenera. Si tenemos poca suerte, que creo es lo que va a pasar, no sabemos el poco tiempo que va a durar”.

En otro momento, palabras como la de López hubiesen desatado un griterío en la bancada oficialista. Sin embargo, un silencio casi mortuorio predominaba en el bloque que conduce Germán Martínez. Nadie respondió .

Tampoco reaccionaron ante el duro discurso de Rodrigo de Loredo, de Evolución Radical. “Van a contar con nosotros para evitar un crack en la producción o una espiralización inflacionaria. La Argentina cuenta con una oposición leal, no a líderes mesiánicos, sino leal a las instituciones. No nos interesa cimentar ningún triunfo electoral sobre las cenizas de un país que ustedes ocasionaron por disputas internas feroces ”, asestó.

El libertario José Luis Espert, por su parte, advirtió que si la Argentina desea evitar convertirse en una “gigantesca villa miseria” debe “tirar a la basura la política de sustitución de importaciones” que sólo creó “empresarios ricos y trabajadores pobres”; achicar el “Estado gigantesco que demuele al sector privado a impuestos y que convierte a los ciudadanos en esclavos impositivos”, como así también impulsar una reforma laboral. “Argentina tiene futuro si dejamos de discutir la ley de gravedad”, enfatizó.

Por su parte, la diputada de izquierda Romina del Plá advirtió que el gobierno peronista “vino a agudizar la política fondomonetarista y ajustadora” que instauró Juntos por el Cambio y se mostró pesimista respecto de la gestión de Silvina Batakis. “No se puede avizorar nada diferente. A Batakis ya la padecimos estatales y docentes bonaerenses durante el gobierno de Daniel Scioli”, advirtió.

Sobre el final, Germán Martínez, jefe del bloque oficialista buscó trazar un horizonte hacia el futuro, aunque también devolvió gentilezas a los opositores. “Hay desde hace un tiempo largo en la Argentina un plan sistemático para que los argentinos y las argentinas bajen los brazos . Y los sectores opositores, junto a aquellos sectores más concentrados de la vida económica argentina, tienen un plan absolutamente en tándem”, sostuvo.

“Desde este lugar, creo que tenemos que hacer nosotros todo lo contrario –aseguró–. Nuestra tarea es ser constructores de esperanza en el seno del pueblo argentino. Porque cuando el pueblo tiene la autoestima por el piso, es el momento propicio que eligen las corporaciones para imponer las reglas de juego.”

“No está todo mal en la Argentina –finalizó–. Tenemos la obligación de que se vea el vaso completo. Acá hay algunos que quieren que solo se vea lo que falta”, se quejó.