Destituido fiscal estatal de Florida lleva su caso a los tribunales para oponerse a la decisión de DeSantis
Los abogados se enfrentarán esta semana en un tribunal de Tallahassee para un juicio políticamente cargado que se espera que se centre en una pregunta:
¿Cuál fue el motivo del gobernador Ron DeSantis para destituir a Andrew Warren?
En una acción sorpresiva en agosto que llegó a los titulares nacionales, Warren, dos veces elegido fiscal estatal del Condado Hillsborough, fue suspendido de sus funciones y escoltado fuera de su oficina por un policía. Sucedió mientras DeSantis celebraba una conferencia de prensa en la sede de la Policía del Condado Hillsborough, en la que él y otros lamentaron aspectos del enfoque progresista de Warren en materia de justicia penal.
Warren está pidiendo a un juez federal que lo restituya. Dice que la suspensión fue una represalia política contra su derecho a la libertad de expresión. DeSantis dice que lo hizo porque Warren se negó a hacer cumplir las leyes estatales.
¿Quién testificará?
En las últimas semanas, los abogados de Warren han tomado declaración a nueve testigos. Incluyen a varios miembros del personal del gobernador, entre ellos Christina Pushaw, su ex secretaria de Prensa, quien la noche antes de la suspensión dijo en un famoso tuit que se prepararan para el “colapso mediático liberal del año”.
También aparece en la lista Larry Keefe, el zar de la Seguridad Pública del gobernador, quien se encargó de la investigación de DeSantis y fue fundamental en la preparación de la suspensión. Susan López, la jueza del condado que DeSantis nombró para reemplazar a Warren, también está en la lista de testigos.
Los abogados del gobernador entrevistaron a cinco personas. Entre ellas están dos fiscales de Hillsborough que pueden ofrecer información sobre la política de Warren en contra de procesar ciertos delitos menores, una de las razones que el gobernador citó al acusar a Warren de descuidar sus funciones.
La política escrita actual indica que los fiscales individuales deben usar su discreción para decidir si encausan esos delitos. Warren sostiene que las políticas no eran una negativa general a aplicar las leyes.
Se espera que Warren testifique en el juicio.
¿Quién no testificará?
El gobernador se ha resistido a la posibilidad de ser llamado al estrado. Los abogados de Warren han acordado no llamarlo en su caso principal, pero todavía es posible que intenten llamarlo en una parte de refutación del caso. El juez de distrito Robert L. Hinkle podría tener que decidir si el gobernador sube al estrado.
Un testigo que no se presentará en vivo en el estrado es el jefe de Policía del Condado Hillsborough, Chad Chronister. Sus abogados pidieron la semana pasada que se le eximiera de tener que testificar, alegando su apretada agenda, la larga distancia entre su casa y el tribunal de Tallahassee y su condición de líder de una gran dependencia gubernamental.
Los abogados de Warren aceptaron no llamarlo. Pero dada su participación en la destitución de Warren —trabajó con la oficina del gobernador y estuvo al lado de DeSantis para el anuncio de que Warren estaba fuera— lo que dijo en una larga declaración a principios de este mes se presentará como evidencia en la corte.
Esa declaración dio un vistazo a cómo se desarrollaron las cosas entre Tampa y Tallahassee.
El Jefe de Policía dijo que un día de la primavera pasada almorzó con Preston Farrior, un amigo que trabaja para la empresa de automóviles Ferman, en Casa Santo Stefano en Ybor City, un restaurante siciliano popular entre los políticos y los poderosos de la ciudad.
Al final de su almuerzo, Farrior le preguntó a Chronister si podía “hacer una llamada rápida” con Keefe, a quien el jefe de Policía dijo no conocer.
Salieron al auto de Farrior e hicieron la llamada. El jefe de Policía dijo que Keefe preguntó “si teníamos algún tipo de dificultades con nuestro fiscal estatal en el procesamiento de casos”. Chronister le dijo a Keefe que ya estaba recopilando los casos que pensaba que Warren debería haber encausado y accedió a enviárselos a Keefe.
También se envió a la oficina del gobernador el memorando de la oficina de Warren discutiendo cómo, en general, las personas sin hogar que duermen en el estacionamiento de un negocio no deben ser acusados de allanamiento porque “no va a resolver el problema de fondo”.
Chronister opinó que estos casos podían crear una responsabilidad para su oficina si no se encausaban.
¿Qué dicen las pruebas?
Entre el aluvión de pruebas que han llegado al expediente judicial: un memorando que el personal del gobernador preparó antes de la suspensión de Warren, en el que se señalaba que Warren fue descrito en una noticia como algo parecido a un “guerrero de la justicia social”. Mencionaba su negativa a procesar a 67 manifestantes que fueron arrestados por cargos de reunión ilegal durante las protestas por el asesinato de George Floyd.
El memorando parecía expresar una especial preocupación por la postura de Warren sobre el aborto y por el hecho de haber firmado un compromiso con otros fiscales elegidos para abstenerse de procesar casos relacionados con el aborto. (Warren firmó un compromiso similar en contra de procesar casos de atención médica a transexuales). El memorando incluía un análisis jurídico sobre cómo el gobernador pudiera justificar su suspensión.
Un gráfico enumeraba una serie de opciones que el gobernador pudiera tomar. Entre ellas:
▪ Suspender a Warren y pedir al Senado de la Florida que lo destituyera definitivamente,
▪ Suspenderlo temporalmente hasta que la Corte Suprema de la Florida se pronunciara sobre la constitucionalidad de la prohibición del aborto después de las 15 semanas en el estado o hasta que Warren aceptara aplicar la ley,
▪ Emitir una declaración sobre la dedicación del estado a hacer cumplir las leyes sobre el aborto,
▪ No emprender ninguna acción hasta que la Corte Suprema de la Florida se pronunciara sobre la prohibición del aborto después de las 15 semanas en el estado
▪ No hacer nada.
Cada opción incluía pros y contras. Un beneficio de la suspensión: “Un fiscal de izquierda sería destituido de su cargo”. Un inconveniente: “Es probable que la batalla política aumente el perfil de Warren”.
Un beneficio de no actuar: “El gobernador evita la responsabilidad política” y “No hay cobertura mediática adicional para Warren”. Un inconveniente: “Warren sigue sin ser cuestionado mientras desafía abiertamente la ley de la Florida”.
Otras pruebas judiciales que también pudieran ser evidencia son los mensajes de texto y los correos electrónicos intercambiados entre el personal del gobernador en los días previos a la suspensión.
Se espera que el juicio dure entre tres y cuatro días. No se permitirá la presencia de cámaras en la sala.
Sea cual sea la decisión del juez, se prevé que la parte perdedora apelará.