En manos del jurado el destino de trío acusado de dirigir una ‘fábrica de diplomas’ de Enfermería

El destino de tres personas acusadas de desempeñar papeles decisivos en una “fábrica de diplomas” de una escuela de Enfermería del sur de la Florida está en manos de un jurado federal, que comenzó las deliberaciones el jueves tras un juicio de dos semanas centrado en acusaciones de fraude y codicia.

Los acusados, una ex registradora de la desaparecida Palm Beach School of Nursing y dos reclutadoras del noreste, están acusados de atraer a miles de estudiantes a la escuela y cobrarles millones de dólares por expedientes académicos y títulos falsos para que pudieran obtener licencias como enfermeros.

Durante los argumentos finales del jueves en el tribunal federal de Fort Lauderdale, los fiscales dijeron que más de 3,500 estudiantes pagaron entre $10,000 y $20,000 por credenciales académicas falsas de la escuela —después que los reguladores de la Florida la habían cerrado en 2018— para que pudieran presentarse a los exámenes de licencia en Nueva York y obtener empleo en el campo de la salud sin la capacitación adecuada.

El fiscal federal Jon Juenger dijo a los jurados que el caso representaba “la corrupción absoluta del campo de la Enfermería por parte de estos acusados y otros que trabajaron con ellos. ... Todo esto fue un atajo diseñado para ganar dinero”.

Los tres acusados —Gail Russ, de 72 años, ex secretaria de la escuela de Enfermería; Cassandre Jean, de 38 años, reclutadora de estudiantes de Nueva York, y Vilaire Duroseau, de 58 años, de Nueva Jersey— están acusados de conspiración para cometer fraude electrónico y de varios cargos de fraude electrónico que conllevan hasta 20 años de cárcel. Son los restantes acusados de los 14 imputados originalmente en enero; 11 se declararon culpables y cooperaron con las autoridades, entre ellos varios que testificaron en el juicio.

Los abogados de los tres acusados rebatieron durante los alegatos finales que realizaban un trabajo legítimo, velaban por los intereses de los estudiantes e intentaron sembrar dudas sobre los cargos centrándose en el testigo estrella del gobierno: la antigua propietaria de la Palm Beach School of Nursing, Johanah Napoleon. Ella había contratado a Russ como empleada fija y colaboró con Jean y Duroseau como asociados hasta 2021. Antes del juicio, Napoleon se declaró culpable de conspiración de fraude electrónico, fue condenada a 21 meses de prisión y pagó unos $3.5 millones en sanciones económicas al gobierno de Estados Unidos.

Napoleón “miente sobre tantas cosas”, dijo el abogado Grey Tesh, que representó a Russ, alegando que era una empleada asalariada y trabajadora que gozaba del aprecio de sus colegas de la Palm Beach School of Nursing.

“[Napoleón] viene aquí y dice lo que tiene que decir para mantener a salvo a su familia”, dijo el abogado Rod Vereen, que representó a Jean, una enfermera titulada que derivaba estudiantes de Nueva York a la escuela de Palm Beach.

“Esta señora pudiera vender hielo a los esquimales”, dijo el abogado Martin Beguiristain, que representó a Duroseau, una educadora de Nueva Jersey que en su día dirigió una escuela de enfermería.

“Ha jugado con el gobierno en todo momento”, añadió Beguiristain, acusando a los fiscales de haber hecho un trato de favor con Napoleón, quien pudiera recibir incluso menos tiempo de prisión por su testimonio.

El fiscal Christopher Clark, en una réplica a la defensa, dijo que “no hubo fraude perpetrado al tribunal o al gobierno” por parte de Napoleón.

Clark argumentó que los abogados de la defensa estaban tratando de distraer a los jurados condenándola como testigo. “El denominador común aquí es la codicia, es ganar dinero”, recordó Clark a los 12 jurados.

A principios de este año, los fiscales de la Fiscalía Federal en Miami sacudieron a la industria de la salud y a la comunidad haitianoamericana cuando dieron a conocer una serie de casos penales que acusaban a unos 25 acusados que tenían intereses de propiedad o trabajaban como empleados y reclutadores de Palm Beach School of Nursing, así como de otras escuelas con fines de lucro, incluyendo el Sacred Heart International Institute y el Siena College of Health en el Condado Broward. Casi todos esos acusados se declararon culpables.

La red de operadores de escuelas de enfermería, centrada en el sur de la Florida, cobraba ilegalmente a cada estudiante entre $10,000 por un título de enfermera práctica con licencia (LPN) y $20,000 por un diploma de enfermero registrado (RN), sin exigir la formación adecuada, según las autoridades federales y los expedientes judiciales. Los diplomas falsos también venían acompañados de expedientes académicos falsos para reforzar los expedientes “fraudulentos” de los estudiantes de enfermería, según afirman los fiscales federales en los documentos judiciales.

De este modo, las escuelas fraudulentas proporcionaban a los estudiantes un atajo para evitar cursar un programa LPN de un año o un programa RN de dos años que requería trabajo clínico, exámenes nacionales y certificación, mientras que los instructores les preparaban para presentarse a los exámenes de licencia para ejercer la enfermería en varios estados, según los fiscales.

Muchos de los estudiantes que compraron títulos pertenecían a la comunidad haitianoamericana del sur de la Florida, entre ellos algunos con licencias legítimas de LPN que querían convertirse en enfermeros registrados, dijo el fiscal Markenzy Lapointe en una conferencia de prensa a principios de este año. Otros estudiantes fueron reclutados fuera del estado para participar en los programas de enfermería fraudulentos.

Se estima que 7,600 estudiantes pagaron un total de $114 millones por títulos falsos de enfermería de las escuelas del sur de la Florida y otros programas sospechosos entre 2016 y 2021. De ellos, un tercio, o alrededor de 2,400 estudiantes, terminaron aprobando sus exámenes de licencia, principalmente en Nueva York, que no impone ningún límite en el número de veces que los estudiantes pueden presentarse al examen. Los enfermeros certificados en Nueva York pueden ejercer en otros estados, incluida la Florida.

Muchos de los estudiantes que aprobaron los exámenes de Enfermería han perdido su certificación, aunque no serán acusados penalmente, según las autoridades federales. A principios de año, el FBI dijo que había notificado a las juntas de enfermería de los 50 estados acerca de todos los estudiantes que habían obtenido un título de enfermería falso y aprobado el examen.

Los fiscales dijeron el jueves que a muchos se les suspendió la licencia de enfermería o fueron despedidos. También dijeron que las víctimas en este caso eran principalmente los proveedores sanitarios “involuntarios” que gastaron millones de dólares en servicios prestados por enfermeros no cualificados.