Descartan la relación con el terrorismo o con bandas en el asesinato de un niño en España
La investigación sobre el asesinato a puñaladas de un niño de 11 años en un campo de fútbol de la localidad toledana de Mocejón continúa este martes tratando de aclarar el móvil del crimen, cuyo presunto autor, un joven español de 20 años, fue detenido el lunes y habría confesado los hechos, según medios locales.
El juez ha impuesto secreto de sumario sobre la investigación, que sigue en curso, por lo que no han trascendido detalles, aunque la prensa española publica que los investigadores llevan a cabo registros para buscar el arma homicida y el detenido es un español de 20 años que habría dado indicios de padecer algún trastorno mental. Además, las pesquisas habrían descartado cualquier relación con el terrorismo yihadista o con bandas juveniles.
La delegada del Gobierno denuncia los bulos propagados en redes sociales sobre la autoría del asesinato
En declaraciones a los medios, la delegada del Gobierno de España en Castilla-La Mancha, Milagros Tolón, ha criticado los bulos que circularon en redes sociales vinculando con inmigrantes el asesinato del niño, llamado Mateo. Tolón ha tachado de "miserables" a quienes han propagado mensajes de odio en redes aprovechando "una desgracia humana".
"Sus bulos hacen mucho daño y pueden provocar la ira contra gente inocente. No se puede aprovechar una desgracia para generar otra", ha agregado la delegada del Gobierno.
La Guardia Civil se valió de las imágenes de cámaras de videovigilancias instaladas en el recinto deportivo y de la geolocalización del dispositivo móvil del sospechoso, que pudieran determinar triangulando la señal telefónica. El asesinato se perpetró la mañana del domingo, cuando un individuo encapuchado persiguió a un grupo de niños y asestó al pequeño Mateo más de diez puñaladas que le costaron la vida.
Efectivos de la Guardia Civil, en coordinación con unidades de la Policía Nacional de Toledo y Madrid, iniciaron la investigación y pusieron en marcha el mismo domingo una 'Operación Jaula' para impedir la fuga del agresor.