LONDRES.- Kemi Badenoch, hija de inmigrantes nigerianos, se convirtió este sábado en la nueva líder del Partido Conservador en una Gran Bretaña sumergida en el debate sobre la migración, y en la primera mujer negra en dirigir un gran partido político británico, tras ganar un concurso de liderazgo con la promesa de devolver al partido a sus principios fundacionales.

Badenoch, de 44 años, sustituye al exprimer ministro Rishi Sunak y se comprometió a liderar el partido en un periodo de renovación tras su estrepitosa derrota en las elecciones británicas de julio, afirmando que se había desviado hacia el centro político al “gobernar desde la izquierda”.

Situada en el ala derecha de su partido, apoyará probablemente las políticas de reducción del Estado y desafiará lo que considera un pensamiento institucional de izquierda, afirmando que es hora de defender los principios de libertad de expresión, libre empresa y libre mercado.

Badenoch se convierte en la quinta líder de los conservadores desde mediados de 2016 tras obtener el 57% de los votos de los miembros del partido en la fase final de un concurso que duró meses y en el que se redujo a dos el número de candidatos. Superó a Robert Jenrick, exministro de Inmigración, que obtuvo el 43% de los votos.

El primer ministro laborista, Keir Starmer, celebró su victoria, afirmando que “la primera líder negra de un partido de Westminster es un momento de orgullo para nuestro país”. Pero Badenoch ha dicho públicamente que prefiere no centrarse en su raza.

Cuando se le preguntó a principios de año cómo se sentiría al convertirse en la primera mujer negra en liderar el partido, respondió: “Soy alguien que quiere que el color de nuestra piel no sea más significativo que el color de nuestro pelo o el color de nuestros ojos”.

Badenoch prometió abordar los problemas del partido. “Ha llegado el momento de decir la verdad”, dijo en el recuento final de la contienda por el liderazgo, prometiendo responder a las principales preguntas sobre cómo los conservadores perdieron tan mal las elecciones de julio. “Es hora de ir al grano, es hora de renovarse”.

Con opiniones francas sobre todo, tiene legiones de admiradores y detractores. No cabe duda de que sacudirá a los conservadores, que en julio vieron caer su contingente de legisladores en el Parlamento a 121, frente a los 365 de 2019. En un momento en que el gobierno laborista empezó con mal pie, algunos conservadores son cada vez más optimistas sobre la posibilidad de recuperar el poder en las próximas elecciones, que deben celebrarse en 2029.

Pero a algunos conservadores más centristas les preocupa que pueda alienar no solo al ala más moderada del partido, sino también a algunos votantes que fueron conquistados por los centristas liberal-demócratas en las últimas elecciones.

Raíces nigerianas

La nueva líder del Partido Conservador nació como Olukemi Adegoke en Londres en 1980, hija de padres nigerianos acomodados -un médico y una académica- y pasó gran parte de su infancia en el país del África occidental.

Fue elegida para la Asamblea de Londres en 2015 y para el Parlamento en 2017. Ocupó cargos en el gobierno de Boris Johnson (2019-2022), antes de formar parte de una masiva salida ministerial en julio de 2022 por una serie de escándalos que provocaron la caída del premier.

Como muchos conservadores, Badenoch idolatra a Margaret Thatcher, la primera líder femenina del partido, quien transformó a Gran Bretaña con sus políticas de libre mercado en la década de 1980. Citando su formación en ingeniería como prueba de que es una solucionadora de problemas, se describe a sí misma como una disruptora, abogando por una economía de mercado libre y baja tributación y prometiendo “rehacer, reiniciar y reprogramar” el Estado británico.

Crítica del multiculturalismo y autoproclamada enemiga del despertar de conciencia, Badenoch es oponente de la “política de identidad”, los baños neutrales en cuanto al género y los planes gubernamentales para reducir las emisiones de carbono de Gran Bretaña.

La etapa de la exministra de Comercio en el gobierno estuvo a menudo marcada por disputas con los medios de comunicación, celebridades y sus propios funcionarios. Pero su firmeza le granjeó muchos simpatizantes, incluidos los conservadores que la eligieron frente a Jenrick.

“Nuestra primera responsabilidad como oposición leal a Su Majestad es pedir cuentas a este gobierno laborista”, dijo a los miembros del partido. “Nuestra segunda no es menos importante, es prepararnos a lo largo de los próximos años para gobernar”.

Agencias Reuters y AP