Washington sigue entre sangrías el sorpresivo debate Biden-Trump

Eulàlia Galante Perarnau

Washington, 28 jun (EFE).- Los cócteles con nombres ingeniosos y las botellas de vino a mitad de precio fueron ingredientes esenciales de la noche del debate en Washington, que congregó a 'nerds' políticos y sorprendió por un Joe Biden dubitativo y un Donald Trump cómodo y al ataque.

Que se proyecten debates electorales en los bares y tabernas no es algo insólito en una ciudad que rebosa política, por lo que la oferta de fiestas y eventos para el cara a cara entre el actual presidente y el expresidente Donald Trump (2017-2021) estuvo a la altura.

En la barra de un restaurante mexicano llamado 'Johnny Pistolas' se ofrecieron a 10 dólares mezclas con nombres pensados acorde con la temática de la noche, como 'The bipartisan breeze' (la brisa bipartidista), 'The filibuster buzz' (el filibusterismo) y la favorita de los asistentes, 'The swing state sangria' (la sangría de los estados indecisos).

Para gustos, sabores y colores, ya que hubo fiestas organizadas en diversas zonas de la ciudad por asociaciones como los DC Young Republicans -autodenominados la mayor organización política ultra MAGA en la ciudad- hasta otras de vertiente demócrata, como Network For Progress.

Un par de horas antes de que los dos candidatos aparecieran en pantalla desde los estudios de la cadena CNN en el centro de Atlanta (Georgia), los primeros curiosos ya empezaron a llegar en uno de los locales que la librería y centro cultural 'Busboys and Poets' tiene en el centro de la ciudad.

Algunos se estrenaban en las 'watch party', mientras que otros, como Jen Dillon y su grupo de amigas, ya son asistentes habituales a este tipo de acontecimiento.

"Prefiero ver el debate con amigas, con bebidas y que sea algo divertido en lugar de ver la cara de Donald Trump sola en mi casa", bromeó en declaraciones a EFE la mujer de 46 años.

Aunque los enfrentados no despiertan grandes simpatías entre los votantes, la gran preocupación de los asistentes a su llegada fue encontrar la mejor mesa para contemplar a Trump, de 78 años, y Biden, de 81, en una de las numerosas pantallas del local, que se llenó hasta su máxima capacidad.

"Al final, el debate es un resumen de las posiciones de los candidatos, por esto siento que es mi deber cívico mantenerme informada y verlo", dijo Laurel Halsey, de 39 años, entre el recorrido de camareros que servían bebidas rojas y azules especiales a las mesas.

Tampoco el propio fundador y director general de 'Busboys and Poets', Andy Shallal, se quiso perder el evento y explicó a EFE que, siempre que hay elecciones, organizan fiestas como la de la noche del jueves con la voluntad de acercar la política a la ciudadanía.

"Las medidas que deciden (los políticos) afectan a la gente, por esto queremos que haya más consciencia de lo que ocurre en el mundo y que haya más implicación", añadió.

Y a las 21:00 horas (01:00 GMT del viernes) en punto, con todas las sillas llenas y mucha gente de pie, la luz ambiente se atenuó en esta librería de la capital estadounidense para dar comienzo al esperado directo, en el que Biden fue recibido con fuertes aplausos y Trump entre abucheos.

Con Trump en el lado izquierdo de la televisión y Biden en el derecho, los usuarios rebufaron y se lamentaron cuando el demócrata se quedó en blanco y tartamudeó. Por contra, el republicano, con sus respuestas, despertó constantemente risas irónicas y de incredulidad, gritos de "mentiroso" y algún que otro insulto.

Las dos pausas publicitarias permitieron a los usuarios comentar la jugada. Para Shallal, nada que no se esperase: "Uno promueve el genocidio y el otro el fascismo… Está siendo un circo", resumió y apostó para prestar atención a los terceros partidos.

En general, los asistentes agradecieron la nueva regla de que solo el candidato al que le tocase hablar en cada momento tuviese el micrófono abierto; "esta vez estamos teniendo la oportunidad de frenar a Trump de que siga y siga hablando", dijo Dillon.

Desde este lugar de la ciudad que encarna el poderío estadounidense, el público siguió atentamente la disputa de dos hombres para ganar la carrera a la Casa Blanca. A su fin, la mayoría aseguró que repetiría en septiembre, cuando se celebre el segundo debate entre ambos, aunque confesaron no esperarlo con ansias.

(c) Agencia EFE