Tapia, sobre su ausencia en la Copa América: "Como persona, se me tiró por los suelos"

Leganés (Madrid), 6 nov (EFE).- Renato Tapia (Lima, 1995) es una figura clave para la selección peruana y ejerce un liderazgo que ya le ha llevado a ponerse con orgullo el brazalete de capitán. Lo hizo justo después de la última Copa América, que se perdió al no darle la federación de su país seguridad en caso de lesión mientras se encontraba sin club.

Para él todo aquello fue "muy duro" y ahora espera poder resarcirse disputando el próximo Mundial, un reto complicado teniendo en cuenta cómo ha empezado la fase de clasificación para los suyos. Aún así, cree que si se logra "hacer un fortín en el Estadio Nacional", se conseguirá el objetivo.

La Agencia EFE le ha entrevistado.

P: ¿Qué supone llevar el brazalete de capitán de la selección peruana?

R: Es algo muy bonito, un sueño de niño. Yo vivía a unas cuadras de donde se entrenaba la Selección y siempre veía el bus salir de las concentraciones, ir al estadio con mucha gente. Y ahora que me toque desde esa faceta, la verdad es que me llena de mucho orgullo y me pone muy contento, muy feliz.

P: No jugó la Copa América, no llegó a un acuerdo con la Federación al no darle esa seguridad en caso de lesión estando sin contrato. ¿Le decepcionó la actitud que tuvieron ellos? ¿Le hubiera gustado que actuasen de otra manera?

R: Lo que más me dolió es que no se me trató bien como persona. Porque como futbolista, como profesional, cada uno puede tener su opinión y su duda de qué es lo que puede pasar o qué es lo que debía hacer. Pero creo que como persona se me tiró por los suelos, no les importó qué era lo que yo de repente podía sentir si es que no se daba o no se llegaba a conseguir el 'seguro' entre comillas, el apoyo de la federación.

Como tantas decisiones en mi vida, y sobre todo en mi carrera profesional, tuve en cuenta el tema persona. Creo que no se me valoró y que por eso también tomé la decisión de no ir.

P. ¿Cómo de duro fue ver la Copa América desde casa?

R: Muy difícil. El primer partido fue muy complicado. Los primeros días me desconecté de todo, literalmente de todo. Fue muy duro, pero era lo que tocaba. Tenía que tratar de ser fuerte y tirar para adelante, porque sabía que mi futuro también estaba en juego. Fue duro, la verdad.

P: ¿Tenía miedo de que se dañase su imagen a ojos del aficionado peruano, que se dijese que era usted el que no había querido ir? ¿Le preocupaba eso?

R: Se hizo. Hace poco escuché que dijeron que habían conseguido el seguro. Si lo hubiesen conseguido, yo hubiese jugado. Está de más decir que yo no quisiera ir. Es imposible, encima sin club era la oportunidad perfecta para mí de hacer una muy buena Copa América y conseguir un club en mejores condiciones.

Es un poquito descabellado decir que no quería teniendo más de 80 partidos en la Selección, habiendo ido casi diez años seguidos a todas las convocatorias. Creo que cada uno está a la especulación y al pensamiento que quiera tener. Como persona creo que no voy a aceptar las críticas porque no creo que estén ni siquiera cerca a lo que es.

P: La prueba está en que ha vuelto. Se les está complicando un poco la clasificación para el Mundial. ¿Qué necesitan para corregir el rumbo? ¿Hay tiempo todavía?

R: Es complicado. En estas eliminatorias se ha vuelto todo muy parejo. Si bien es cierto que clasifican seis, más uno en la repesca, es muy complicado. Bolivia está usando su localía muy bien, Venezuela también viene con muy buen ritmo. Se sumó Uruguay con muchos chicos que ya están siendo muy importantes en su selección. Ecuador, también muy bien.

Creo que todas las selecciones están yendo muy bien. Lo que tenemos que corregir es ganar en casa. Ganar en casa nos va a dar la vida. Tenemos que hacer un fortín en el Estadio Nacional y sacar tres puntos en todos los partidos, eso nos va a dar la clasificación seguro.

P: Más después de ganar a Uruguay, la primera victoria oficial desde marzo del 2022. ¿Supuso eso quitarse un peso de encima?.

R: No creo que el ganar suponga una corrección. Creo que sí es cierto que se hicieron muchas cosas bien, que sacamos tres puntos, que era lo que teníamos que hacer. Pero al final el deportista y el futbolista sobre todo se queda con las sensaciones y nos fuimos con la sensación de que el siguiente partido no fue el mejor. Creo que eso es lo que uno se queda.

Obviamente sumar de tres es espectacular, pero esa sensación de haber hecho las cosas bien contra Uruguay en casa y después ir a Brasil y perder 4-0 fue un poco agridulce. Estoy seguro que si seguimos en esa línea de sacar puntos en casa, las cosas van a ir muy bien.

P: ¿Está costando demasiado la transición después de tanto tiempo con Gareca?

R: Siempre es complicado, sobre todo habiendo tenido dos técnicos post-Gareca. Creo que el periodo con Juan Reynoso fue muy corto, no tuvimos el tiempo como para decir que las cosas no se dieron de la mejor manera. Entró Fossati con otra idea de juego también. Que entre un técnico como Fossati o Reynoso obviamente cambia.

En todos los clubes siempre ha cambiado y en las selecciones incluso aún más. Todo es un proceso, si bien es cierto que en las eliminatorias no tienes ese tiempo como para dar a un entrenador libertad para que trabaje. Creo que estamos agarrando la idea del profesor Fossati, que se está respetando el proceso y que las cosas están yendo muchísimo mejor. Ya lo vimos en el triunfo contra Uruguay.

Carlos Mateos Gil

(c) Agencia EFE