Los Springboks desfilan en Pretoria ante miles de personas tras ganar el mundial de Rugby

Johannesburgo, 2 nov (EFE).- Los jugadores de la selección de rugby de Sudáfrica, los Springboks, desfilaron hoy por las calles de Pretoria en el inicio de una gira por todo el país, tras lograr el pasado sábado en París su cuarta Copa del Mundo.

Con sus medallas colgadas al cuello, los campeones fueron recibidos por el presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, en los Unión Buildings, la sede del Gobierno.

"El sábado por la noche, en el Estadio de Francia, salisteis del campo de la victoria y os convertisteis en leyendas", afirmó Ramaphosa, que esta semana declaró como día festivo el próximo 15 de diciembre para celebrar el "histórico" logro de los Springboks.

"Nunca en la historia de la Copa del Mundo de Rugby ningún equipo había levantado el trofeo en cuatro ocasiones. Hasta ahora. Al hacerlo, habéis levantado el ánimo de una nación entera y nos habéis llenado de orgullo", añadió el jefe del Estado.

Miles de personas llenaron las calles de Pretoria para saludar al equipo, que desfiló en un autobús descapotable amarillo.

"Pueblo de Sudáfrica, nosotros como equipo, hemos decidido dedicaros esta copa del mundo. Sois la razón por la que estamos donde estamos hoy", afirmó el capitán del combinado nacional, Siya Kolisi.

El multitudinario recibimiento en la capital fue el punto de partida de una gira que llevará esta semana a la selección a otras ciudades como Johannesburgo, Ciudad del cabo, Durban y East London.

A pesar de los graves desafíos que aún enfrenta Sudáfrica casi tres décadas después de sus primeras elecciones democráticas en 1994, como la extrema desigualdad, el desempleo o la criminalidad, la selección nacional de rugby es uno de los grandes ejemplos positivos de cambio e integración en los últimos treinta años.

Aunque el equipo sudafricano, tricampeón del mundo hasta la victoria del sábado (1995, 2007 y 2019), era antes asociado sólo con la minoría blanca que controló el país durante el régimen segregacionista del apartheid, el combinado es ahora un símbolo de unidad nacional.

El momento más determinante para este cambio ocurrió en 1995, cuando Sudáfrica fue anfitriona del primer mundial en el que se alzó campeona y Nelson Mandela, el primer presidente negro del país, apareció en la final vestido con la camiseta verde y oro de los Springboks en un gesto que unía al país más allá de las razas.

Tras la victoria del pasado sábado, Sudáfrica se convirtió en el país con más copas del mundo de rugby.

Los Springboks se impusieron a la selección de Nueva Zelanda (All Blacks) por 11-12.

(c) Agencia EFE