Santiago García Botta se retiró del rugby profesional europeo y volverá a Belgrano Athletic

"También pesa lo familiar: mis hijos están lejos de sus abuelos porque yo estoy acá pero sin jugar al rugby", expone Santiago García Botta, que deja Harlequins en Inglaterra para regresar a Belgrano en Argentina. - Créditos: @@sgarciabotta
"También pesa lo familiar: mis hijos están lejos de sus abuelos porque yo estoy acá pero sin jugar al rugby", expone Santiago García Botta, que deja Harlequins en Inglaterra para regresar a Belgrano en Argentina. - Créditos: @@sgarciabotta

Diez años después regresa a su casa. Era su anhelo antes de iniciar su carrera profesional, que tuvo su punto de partida de una manera inesperada. “Un día estaba saliendo de la facultad y llegó un mensaje de Gonzalo Quesada. Pensé que era una j... de alguien, pero la característica del teléfono era de Francia y tenía la foto de perfil de Quesada”, recuerda Santiago García Botta desde su casa en Londres, en diálogo para LA NACION, sobre su paso al Stade Français entrenado por el ex apertura de los Pumas, que esa temporada terminaría consagrándose campeón del Top 14.

“No tengo la medalla. Todavía estoy esperándola”, ríe. Y cuenta: “Fueron tres meses y mi primera experiencia en el profesionalismo. Después volví a Argentina y quería seguir con el rugby profesional”. Aquello en el club de París duró hasta 2015. Ese año García Botta fue parte de la franquicia argentina del Súper Rugby, Jaguares. Y hoy, a los 31 años, el pilar se despide de Harlequins, de Inglaterra, que lo contrató en 2019. La temporada 2023/2024 no es positiva en lo personal para él: jugó apenas seis partidos, de los cuales fue titular en tres, y acumuló 192 minutos, con una media de 32 por encuentro, sin puntos anotados. Ahora, el argentino anunció su retiro del rugby de alto nivel y que volverá a ponerse la camiseta de Belgrano Athletic, en el Top 12 de URBA.

Todas las camisetas que García Botta vistió en su carrera en el exterior y en el plano internacional: Harlequins, Stade Français, Jaguares y los Pumas.
Todas las camisetas que García Botta vistió en su carrera en el exterior y en el plano internacional: Harlequins, Stade Français, Jaguares y los Pumas.

–¿Por qué decidiste terminar tan joven tu carrera profesional?

–Venía pensándolo desde hacía algunos meses. Firmé un contrato con un entrenador, y cuando viene otro entrenador todo cambia. También entró en juego la parte familiar y personal; no quería mover a toda la familia a un lugar nuevo, y si bien soy joven, tampoco quería jugar tantos años más. Tenía contrato hasta 2025 pero con el club decidí terminar el contrato un año antes y anticipar la vuelta. Uno se da cuenta de cuándo no es prioridad. No es que esté todo mal, pero no iba para ningún lado. No tenía ganas de quedarme un año más así y tampoco de mudarme a otro lado que no fuera Argentina. No iba a disfrutarlo. También pesa lo familiar: mis hijos están lejos de sus abuelos porque yo estoy acá pero sin jugar al rugby.

–¿Te costó tomar la determinación?

–Es una decisión difícil y hay muchos sentimientos; el miedo al cambio y a lo nuevo. Siempre fui consciente de que este día iba a llegar en algún momento y desde hace varios años vengo preparándome. En el 2020 empecé a estudiar preparación física y voy a terminar en septiembre. Por ese lado estoy entusiasmado y no tengo tanta incertidumbre como la que muchos tienen por no saber qué van a hacer.

–¿Qué te deja el rugby profesional?

–El profesionalismo tiene sus pros y sus contras y hay que entenderlo de esa manera. Cuando toca atravesar frustraciones y momentos negativos, hay que saber que son parte del combo. Hay muchas cosas positivas, pero desde fuera muchas veces es fácil idealizar la vida de un jugador profesional como si fuera un cuento, y no lo es. Tampoco es la vida más sacrificada del mundo. Lo peor es la frustración de no jugar, sentir que no hay nada al alcance que uno pueda hacer para cambiar esa situación. Es como si trabajaras todas las semanas haciendo notas y el viernes a la noche tu jefe las rompiera diciéndote “gracias”. Y a la semana siguiente, lo mismo. Yo tuve la suerte de tener siempre la contención familiar que ayuda a poner las cosas en perspectiva.

Aquel primer día en Harlequins

El currículum de García Botta en cuanto a títulos es envidiable para muchos. Benjamín Urdapilleta y él son los únicos Pumas campeones de la inglesa Premiership y del francés Top 14, las dos ligas más fuertes de Europa. Además, el primera línea formó parte de la campaña del Jaguares finalista del Súper Rugby en el 2019. “Fue una experiencia alucinante. Terminamos de dimensionarla después. Jugamos en el primer nivel profesional en el país y jugamos tanto tiempo juntos, en un grupo muy homogéneo. Llegó la pandemia y los jugadores se desperdigaron por todo el mundo. Fue muy duro. Ojalá Jaguares vuelva adonde supo estar. Le haría muy bien al rugby argentino”, recordó quien fue Pumita (sub 20) en el 2012.

Con Martín Landajo, con quien compartió Harlequins luego de no quedar seleccionado para el Mundial Japón 2019, y Marcus Smith; el club de Londres fue el paso siguiente a Jaguares en la trayectoria de García Botta.
Con Martín Landajo, con quien compartió Harlequins luego de no quedar seleccionado para el Mundial Japón 2019, y Marcus Smith; el club de Londres fue el paso siguiente a Jaguares en la trayectoria de García Botta.

Luego de quedar al margen del plantel mundialista en Japón 2019 decidió emigrar a Harlequins, junto a Martín Landajo. En la segunda temporada del argentino en el club, el conjunto de Londres logró una de las conquistas más épicas de los últimos años: se clasificó cuarto para las semifinales de la Premiership, remontó una desventaja de 28 puntos en esa instancia y le ganó una final memorable a Exeter por 40-38, definida a tres minutos del final. “Ese año fue impresionante. A mitad de temporada el club echó a Paul Gustard. Íbamos anteúltimos en enero y durante cuatro o cinco meses fuimos un equipo gestionado por los jugadores. Los entrenadores asistentes se quedaron y cumplieron su rol. El manager de rugby se puso al frente como para que hubiera un líder visible, pero era todo bastante gestionado por nosotros. Nunca viví algo así. Antes de los entrenamientos jugábamos 10 minutos al fútbol. En la semana previa a la final estábamos jugando al fútbol. Fue una locura. Dimos vuelta un 28-0 en la semifinal y después ganamos una final increíble”, recuerda.

Su debut oficial en los Pumas se produjo en el 2013, frente a Uruguay, un año después de que Santiago participara en un formidable equipo de los Pumitas que finalizó cuarto en el Mundial Juvenil, con Pablo Matera, Santiago Cordero, Facundo Isa y Juan Ignacio Brex como figuras. Su primer test match ante una potencia fue en el 2015, contra Sudáfrica, en el día en que Daniel Hourcade dio a conocer la lista del plantel para el Mundial de Inglaterra. García Botta quedó fuera, pero tendría una segunda oportunidad.

“Estaba yendo a entrenarme en el PLADAR un jueves a la mañana y me escribieron que se había lesionado el Toro Ayerza en un entrenamiento previo al partido por el tercer puesto. Tuve que dar la vuelta en la Panamericana, volví a casa, armé el bolso y me fui a Ezeiza. Salí al mediodía y al día siguiente estaba en el banco de los Pumas en un Mundial”, cuenta. En el Estadio Olímpico de Londres, los Pumas cayeron por 24-13 a manos de los Springboks en el único encuentro mundialista del pilar. “Hay cosas que valoro mucho con el tiempo. No lo hice personalmente, pero agradezco a los entrenadores que me dieron la chance de entrar y jugar cinco minutos. Tranquilamente podían dejarme en el banco; yo estaba ahí de urgencia, cubriendo por si pasaba algo. Tenía la inconsciencia de no entender dónde estaba”.

Con Pablo Matera y Leonardo Senatore, compañeros en aquella campaña del segundo puesto de Jaguares en el Súper Rugby 2019, y también en el seleccionado.
Con Pablo Matera y Leonardo Senatore, compañeros en aquella campaña del segundo puesto de Jaguares en el Súper Rugby 2019, y también en el seleccionado.

Con la llegada de Mario Ledesma, en el 2018, García Botta perdió lugar en la consideración y a partir del 2019 no volvió a formar parte de las convocatorias. “No tengo nada que reprocharme; siempre di el máximo. Hay decisiones que toma otro y son como son, y hay que respetarlas, como también respetar a los otros jugadores, a los que por algo les tocó estar”, piensa el pilar finalizó su carrera internacional con 34 caps. “Nunca habría imaginado vivir lo que viví en los Pumas. Soy de la generación que creció viendo a los Pumas del 2007, que despertaron algo dentro de mí. Eran algo que veía muy lejano. Yo sólo quería jugar en la primera de mi club”.

El regreso al primer amor

Su último partido en Belgrano Athletic fue la semifinal del torneo de URBA de 2014, ante Hindú, una ajustada derrota por 18-16. El Marrón ya daba señales de convertirse en un equipo competitivo, al punto de que dos años después rompió una sequía de 48 sin títulos de campeón. Hoy marcha cuarto en el Top 12, con cuatro victorias en cinco fechas en el Top 12.

–¿Cuándo vas a volver?

–El 17 de junio voy a estar en Buenos Aires y la idea es volver a jugar lo antes posible. No sé cuánto tiempo más voy a seguir jugando al deporte que amo, pero me dan mucha paz sentir que esto todavía no se termina y el hecho de que voy a pasar a una vida completamente diferente. Es otro rugby, pero no es muy distinto. Desde que jugué mi último partido en el club soñaba este momento. Es el último sueño que me queda por cumplir.

Lo último de García Botta en Belgrano fue una semifinal de URBA perdida por dos puntos, 18-16, a manos de Hindú; casi diez años después, el primer línea volverá a jugar de amarillo y marrón.
Lo último de García Botta en Belgrano fue una semifinal de URBA perdida por dos puntos, 18-16, a manos de Hindú; casi diez años después, el primer línea volverá a jugar de amarillo y marrón. - Créditos: @Emiliano Raimondi

–¿Cuánto tiempo pensás jugar?

–Vuelvo para disfrutar. Cuando deje de disfrutarlo o cuando no sea compatible con mi vida familiar, será el momento de decir “basta”. Pero no voy a jugar hasta los 35 años. No sé si van a ser seis meses, un año o dos. Mi idea no es jugar hasta muy grande.

–¿Cómo ves el rugby de clubes en Argentina?

–Estuve bastante afuera y era más difícil vivir el día a día. Los clubes en Argentina hacen un trabajo impresionante y es único en el mundo lo que pasa con los clubes amateurs. Desde el lugar que me toque quiero aportar lo que fui aprendiendo a lo largo de los años, y eso me entusiasma mucho.

–Quedan pocos de los jugadores con los que compartiste canchas...

–El recambio generacional desde que me fui es muy grande. Voy a estar más cerca de los entrenadores que de los jugadores, pero todavía hay algunos más grandes. Pasa en todos los clubes, con planteles muy poblados por jóvenes. Hoy el torneo de la URBA es muy exigente y para los grandes es más difícil. Yo tengo una mujer y dos hijos; no puedo estar todos los días en el club como estaba a los 20 años.

A los 31 años, García Botta volverá a ser compañero de Francisco Ferronato, que anda por los 36; en la imagen, ambos tratan de detener a Félix Birnie, de Pucará, que acaba de robar un line-out.
A los 31 años, García Botta volverá a ser compañero de Francisco Ferronato, que anda por los 36; en la imagen, ambos tratan de detener a Félix Birnie, de Pucará, que acaba de robar un line-out.

En el puesto de pilar izquierdo sigue batallando el histórico Francisco Ferronato, que a los 36 años ya superó la barrera de los 300 partidos en la primera división de Belgrano Athletic. Santiago García Botta está listo para sumarse y cerrar el círculo donde todo empezó.