San Lorenzo: la salida del ídolo Rubén Darío Insua, el doble mensaje del presidente Marcelo Moretti, entrenadores que rechazan ofertas, un equipo de bajo vuelo y un plan que no aparece

El manager y el nuevo presidente: Néstor Ortigoza y Marcelo Moretti, los hombres de las decisiones fuertes en el fútbol de San Lorenzo.
El manager y el nuevo presidente: Néstor Ortigoza y Marcelo Moretti, los hombres de las decisiones fuertes en el fútbol de San Lorenzo. - Créditos: @X

El 26 de diciembre pasado, Marcelo Moretti asumió como presidente de San Lorenzo. El abogado y empresario de 48 años se impuso con el 36,73 por ciento de los votos. Se lamentó por la crisis económica interna y rápidamente rubricó la continuidad de Rubén Insua hasta diciembre de 2025. El Gallego, que consiguió la clasificación para la Copa Libertadores con un plantel reducido en un segundo año y con menos abundancia de recursos que en su primera temporada, había sido la bandera de todos los candidatos. Al menos, públicamente.

Se debe unos 150.000.000 de pesos y hay que pagar mañana 180.000 dólares por una deuda con el defensor colombiano Rafael Pérez”, expresó el dirigente por entonces. Sostuvo, además, que existía otro pasivo, de 6.000.000 de dólares con un fondo suizo y una cooperativa. Ante ese escenario, declaró que haría “una auditoría real”. Entre otros rubros, apuntó a llegar a la cifra de 15.000 abonados y advirtió que disponía de unos 20 millones de dólares “de un auspiciante” para empezar a construirlo “en un plazo perentorio”.

La mano derecha futbolera de Moretti es Néstor Ortigoza, símbolo de la Copa Libertadores conseguida en 2014, retirado en una emotiva tarde contra Aldosivi en octubre de 2022. Ese 3-0 enterró definitivamente los cánticos contra los dirigentes y el pedido de elecciones (postergadas por detalles judiciales) y consiguió la clasificación para la Copa Sudamericana. Y algo más: el Gordo acabó la faena sobre el campo de juego junto a Sebastián Torrico, ídolo de la casa. Orti se juntó con Moretti, y el Cóndor se unió con lo que quedó del antiguo oficialismo.

Marcelo Moretti, el nuevo hombre fuerte del Ciclón, en contacto con los medios; en febrero y marzo respaldó públicamente a Rubén Insua por creer en el
Marcelo Moretti, el nuevo hombre fuerte del Ciclón, en contacto con los medios; en febrero y marzo respaldó públicamente a Rubén Insua por creer en el "proyecto", pero en abril lo echó. - Créditos: @X

La historia es indispensable para comprender el presente: Ortigoza estuvo a punto de volver a jugar a la pelota por expreso pedido de Insua, con quien mantenía una excelente relación. El mismo Gallego que fue despedido el jueves pasado, en una áspera reunión en el Bajo Flores, luego de la derrota por 2 a 0 frente a Independiente del Valle en Quito.

Insua le devolvió la paz y el sentido de pertenencia a un club envuelto en cólera por diversos asuntos. No es bueno el recorrido durante 2024; los resultados están a la vista. Eliminado San Lorenzo de la Copa de la Liga rápidamente (lo mismo ocurrió durante el semestre anterior) y comprometido en la Copa Libertadores, la salida del DT despertó un aroma a injusticia que se desparrama más allá de Boedo. El modo, las formas. Y el escenario: Luis Zubeldía, el Gringo Heinze, Ariel Holan rechazaron la invitación. Pipo Gorosito, como tantas veces, espera al lado del celular. El problema central es que no había un reemplazante aguardando del otro lado de la puerta. No había un plan.

Suele ocurrir que el mundo del fútbol encuentra soluciones rápidas, suele tener abrochado al nuevo DT largamente antes de la despedida del saliente. No es el caso en San Lorenzo hoy. Puede tratarse de una dosis de inexperiencia, de una de efervescencia ante la catarata de críticas en las redes sociales por un equipo acusado de conservador y que, además, no acostumbraba ganar en los últimos tiempos.

Rubén Darío Insua, en una de las últimas imágenes de su ciclo de 99 partidos en San Lorenzo; bajo el mando del DT, el equipo ganó 37, empató 42 y perdió 20, con 51,5% de efectividad.
Rubén Darío Insua, en una de las últimas imágenes de su ciclo de 99 partidos en San Lorenzo; bajo el mando del DT, el equipo ganó 37, empató 42 y perdió 20, con 51,5% de efectividad. - Créditos: @Dolores Ochoa

Sus números fueron buenos, con poco, verdaderamente poco, si se toma como referencia las cotizaciones de los planteles a los que condujo en comparación con Boca, River y Racing, por ejemplo. Insua dirigió en 99 partidos en esta etapa en el Ciclón (ese número encierra otro mensaje), se impuso en 37, empató en 42 y sufrió 20 derrotas. Una eficacia de 51,5 por ciento, que bajó drásticamente por el desempeño en el certamen local en este semestre, en el que ganó apenas tres encuentros de 14.

Sin embargo, en los pasillos, se descubre algo más: Insua nunca tuvo buena sintonía con las nuevas autoridades. Se despachó con críticas por la exuberancia de refuerzos de la reserva (dirigida por Pipi Romagnoli) y la supuestamente errática conformación de la lista de buena fe para la Libertadores y hasta ignoró a la mayoría de los refuerzos de este último mercado. Ejemplos: Cristian Tarragona, Eric Remedi, Nicolas Hernández, Sebastián Blanco, Iván Tapia y Alexis Cuello jugaron poco. Casi nada.

Subirse a la simpatía global por Insua (dicen algunos, con cierta malicia) resultó políticamente correcto para las elecciones. Lo que había que decir. El problema, en realidad, está en las declaraciones públicas del presidente en febrero y marzo pasados, en las que aceptó con entusiasmo la continuidad del DT más allá de murmullos internos.

Aquella frase del presidente sobre Insua que tuvo poca vigencia

La continuidad del Gallego está confirmada pase lo que pase. Al Gallego vamos a respetarle los dos años de contrato”, advirtió Moretti en febrero. “Muy claramente dije que íbamos a respetarle los dos años de contrato antes del partido con Racing. En Avellaneda perdimos 4 a 1 y yo seguí manteniéndolo. No es un capricho; es un proyecto y me parece que los proyectos van consolidándose con el tiempo”, insistió en marzo. Y un mes después, con la energía de sus pares, ejecutó la drástica decisión, que hasta tomó por sorpresa a los futbolistas. No hubo uno solo que no expresara su dolor en las redes sociales.

Augusto Batalla (hoy, en Granada) se convirtió en el mejor arquero de nuestro medio el año pasado, Adam Bareiro se convirtió en un delantero implacable, Gastón Hernández (hoy, lesionado) se creyó un mariscal del área y Malcom Braida se erigió en un referente en el sector izquierdo. Y el entrenador dio pista a jóvenes promesas. Adiós al fantasma del descenso, y algunas alegrías en clásicos, como contra Boca.

Contó Ortigoza alguna vez: “Insua me dijo que me apuré en retirarme. Después me preguntó si me animaba a volver. Le dije que no, que estaba desenfocado. Me retiré en un gran momento. Le dije que era San Lorenzo, el club al que quiero mucho, y él me insistía para que volviera. Luego le dije que sí y por él iba a hacerlo, pero después me negué”. En el sorteo de la Libertadores, un mes atrás, el jugador transformado en dirigente sostuvo: “Hoy estamos en este lugar, en el sorteo de la Libertadores, gracias a Insua, al trabajo que viene haciendo. Entonces, yo no le pido a la gente paciencia, pero le pido tiempo”.

Evidentemente, no hubo proyecto, paciencia ni tiempo. Tampoco, acuerdo en la negociación: en la formalidad, Insua sigue siendo el DT de San Lorenzo. El dinero adeudado –en su proyección– es mucho. El Gallego, campeón de la Copa Sudamericana en 2002 como entrenador (con un Romagnoli imperial; hoy, su sucesor hasta nuevo aviso) y símbolo del ascenso a la primera A en 1982, está encerrado. No puede digerirlo.

Rodrigo, uno de sus hijos, zurdo picante de Barracas Central, contó algunos detalles. “Él quería seguir porque estaba muy bien en el lugar que ocupaba. Es una lástima que haya sido así el final y yo sabía que esto iba a pasar ahora o dentro de una semana”, dijo, después del 3-3 con Argentinos que confirmó la clasificación del Guapo para los cuartos de final de la Copa de la Liga. Y fue más allá, con evidente dolor. “La gente lo banca mucho, los jugadores también... Le mandan muchos mensajes. Yo ya sabía que esto iba a pasar. A él no lo querían. Creo que la gente de San Lorenzo de verdad, que quiere que le vaya bien al club, a él lo quiere mucho. Los que manejan el club buscan sólo el beneficio propio”.

Guillermo Barros Schelotto se sumó a la amplia nómina de negativas que es un problema serio. Un problema que hace recordar a los tiempos anteriores a Insua, que asumió en el Ciclón en mayo de 2022. Una suerte de déjà vu: Leandro Romagnoli en modo Diego Monarriz. Cómo olvidarlo: la lista se agigantaba cada día, con los rechazos de Hernán Crespo, Luis Zubeldía, Alexander Cacique Medina, Diego Aguirre, Pablo Guede (ambos, a modo de regreso) y algunos más. De Edgardo Bauza (2014/2015), el único director técnico campeón de la Libertadores en el Ciclón, a hoy, pasaron 15 entrenadores. El promedio de tiempo en el cargo es demoledor: 7,2 meses por DT.

Leandro Romagnoli pisa la pelota en la ciudad deportiva; el entrenador de la división reserva está a cargo de la primera mientras la dirigencia no contrate a un nuevo director técnico.
Leandro Romagnoli pisa la pelota en la ciudad deportiva; el entrenador de la división reserva está a cargo de la primera mientras la dirigencia no contrate a un nuevo director técnico. - Créditos: @Prensa San Lorenzo

El verdadero proyecto futbolístico de Moretti empieza ahora. No tiene una hoja de ruta definida, al menos para el nuevo tiempo. Aún no pasa el temblor por la salida del ídolo, que se suma a otros despidos apenas asumido el presidente, como el de Marcela Nicolau, la jefa de prensa del plantel durante los últimos 20 años. Alguna vez cercano a Fernando Miele, controvertido ex presidente, quien ve con buenos ojos un modelo de gestión mixto con inversión privada, no tan lejano a las ideas de Andrés Fassi en Talleres y Sebastián Verón en Estudiantes, tiene la pelota entre sus manos. Como nunca antes.