Reportero en México sufre vergonzoso episodio al cuestionar al DT de Monterrey sin haber visto el partido

Rayados de Monterrey venció 2-0 a Pachuca en la jornada 16 de la Liga MX. Un resultado que dejó a La Pandilla en un sólido tercer lugar. Y en la conferencia de prensa posterior al encuentro hubo un incómodo momento que, para mal, se robó todos los reflectores. Fernando Ortiz atendía a los medios cuando una pregunta lo sorprendió a él y a todos los que estaban viendo la comparecencia.

Vale recordarlo: Monterrey había ganado 2-0. El reportero Sergio Venegas no se enteró del resultado. "¿Qué tanto le ocupa dejar dos puntos? Porque al final quizá no pueda modificarse mucho la tabla de posiciones, pero sí (afectar) anímicamente a los jugadores y sobre todo para tener un rival más a modo en la Liguilla". Ortiz quedó contrariado y se abrió un diálogo insólito.

—No entendí qué dos puntos dejamos —dijo Ortiz.

—Empataron 1-1, ¿no, profesor? —respondió el reportero.

—¿Contra quién? —preguntó el entrenador.

—Hoy.

—No. Bueno, yo te informo: no importa. Ganamos 2-0 —aclaró Ortiz, siempre con un tono muy paciente.

—En la aplicación me aparece 1-1. Le ofrezco disculpas.

El momento explotó en redes sociales. Por todo. Por la irresponsabilidad y falta de profesionalismo que implica acudir a una conferencia de prensa, y cuestionar a un entrenador, sin haber visto el partido. Y por los chistes que provocó. Desde luego no faltó la mención a "Mi primera chamba", la tendencia de TikTok que muestra errores garrafales en trabajos acompañados de esa canción.

La excusa fue muy simplista. Puede ser verdad que la aplicación haya tenido un error, pero la premisa es que su trabajo implica ver el juego y saber el resultado correcto. ¿Qué pudo hacer durante dos horas para no estar al tanto del resultado final? Mínimo, si no vio el partido, pudo haber revisado el resultado en Internet. Había mil formas de conocerlo antes de entrar a la conferencia y culpar a la aplicación (que también hay muchísimas).

Este error refleja desinterés. Cubrir a un equipo de Primera División del futbol mexicano no es cualquier cosa. Hacerle una pregunta a un director técnico, tampoco. Para cuestionar su trabajo, y conocer más sobre él, primero hay que tener las bases más elementales. Ni siquiera se pide que hable del partido y de cómo se desarrolló. Era lo más básico: saber con qué marcador acabó. Dentro de todo, debe destacarse la actitud de Fernando Ortiz.

El entrenador de Rayados se vio notablemente confundido, pero cuando percibió el error, no tuvo ninguna actitud de enfado. Ni siquiera le reclamó por su muestra de antiprofesionalismo. No hubiera sido raro que lo hubiera hecho. Y, en este caso, se habría comprendido, pues estaba recibiendo una pregunta de alguien que, al menos esa noche, no vio su trabajo. Y si no vio su trabajo, no tenía argumentos para evaluarlo. Ese lugar debe valorarse y usarse con responsabilidad.

Tampoco se puede reducir todo el problema del periodismo deportivo mexicano al comportamiento de ese reportero. También han abundado los casos en los que hay preguntas provocadoras hacia los entrenadores o jugadores. Y ni hablar de lo que pasa en las mesas de análisis, donde muchas veces parece que tampoco ven los partidos, pero les gusta liquidar a todo mundo. El caso del sábado será recordado un buen rato y servirá como lección en el futuro. Hay que ver el partido. O al menos, y en el peor de los casos, revisar el resultado en un lugar diferente que no sea la aplicación de este reportero. Y entonces preguntar.

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