¿Recesión? No para las grandes empresas tecnológicas
Cuando el presidente, el secretario del Tesoro y otros funcionarios del gobierno de Joe Biden insistieron esta semana en que la economía estadounidense no está pasando por una recesión, recibieron burlas por escudarse en un tecnicismo para evitar las malas noticias. El Departamento de Comercio anunció el jueves que la medida más extensa de la actividad económica, el producto interno bruto, cayó por segundo trimestre consecutivo, lo cual coincide con una definición ampliamente aceptada, aunque no oficial, de recesión. Como la gente de Biden argumentó, es cierto que el árbitro oficial de la recesión en el país, el Buró Nacional de Investigación Económica, aún no ha anunciado que hay una, porque eso depende de muchos más indicadores. Sin embargo, sin duda sonaba a que el equipo de Biden estaba buscándole tres pies al gato.
No obstante, en los últimos días he pasado más tiempo del que es saludable escuchando a los directores ejecutivos hablar sobre sus empresas durante las llamadas para hablar de ganancias corporativas trimestrales (¿qué les puedo decir? Me encanta pasar un buen rato). Y me sorprendió lo que escuché. Los directores ejecutivos me convencieron de que los funcionarios del gobierno de Biden (por no hablar de Jay Powell, el presidente de la Reserva Federal, que también dijo esta semana que es probable que no haya empezado una recesión) tienen razón.
La economía se encuentra en un momento muy singular y las señales de problemas son evidentes. Sin embargo, en algunas de las empresas más grandes del país, en particular en la industria tecnológica, la situación no es tan mala. E incluso en las empresas que tienen problemas, las cifras no son tan funestas como temían los inversionistas.
A principios de semana, le dije a mi editor que me proponía escribir sobre la posibilidad de que la industria tecnológica estuviera enfrentando una de sus peores desaceleraciones en dos décadas. Al terminar la semana, me di cuenta de que la situación no era tan dramática. Sí, algunas empresas están pasando por un momento particularmente difícil. Los modelos de negocio revientan. La competencia se intensifica. Los reguladores son cada vez más estrictos. La contratación se ralentiza. Se pide a los trabajadores que hagan más con menos. ¡Y todo eso solo en Facebook!
Pero también hay signos de que algunas grandes empresas están sorteando hábilmente los tiempos difíciles o, citando la frase que pareciera que varios directores ejecutivos se pusieron de acuerdo en usar en una reunión secreta, un entorno macroeconómico desafiante.
Veamos algunos de los aspectos más prometedores: Qualcomm, el gigante de la fabricación de chips, informó que, a pesar de ese “entorno macroeconómico desafiante”, sus ganancias crecieron más del 50 por ciento con respecto al año pasado debido a las sólidas ventas de sus procesadores utilizados en teléfonos y automóviles. Ford informó que las grandes ventas de sus vehículos todoterreno y “crossover” hicieron que sus beneficios ajustados antes de impuestos e intereses se triplicaran con respecto al año anterior. Mientras tanto, Visa, Mastercard y American Express dijeron que los estadounidenses siguen gastando como si no hubiera un mañana. “No vemos ningún indicador de que los consumidores estén gastando menos”, dijo a los inversionistas Vasant Prabhu, director financiero de Visa.
A muchos en Wall Street les preocupan en particular los resultados de los grandes de la tecnología: Apple, Microsoft, Amazon, Alphabet y Meta, las empresas matrices de Google y Facebook. Estas se encuentran entre las más valiosas de Estados Unidos y su valor se disparó durante la pandemia. Pero este año, el crecimiento de las grandes compañías tecnológicas ha disminuido y sus acciones cotizan a la baja. Dan Ives, un analista de Wedbush Securities que ha sido alcista con los gigantes tecnológicos, dijo que el sentimiento entre los inversionistas tecnológicos era el más negativo que ha visto desde 2009.
Luego, el martes, Microsoft y Alphabet publicaron sus cifras y cambiaron por completo la situación. Alphabet comentó que sus ingresos aumentaron un 13 por ciento en relación con el año pasado, menos de lo habitual para una máquina de hacer dinero como Google, pero no mucho menos de lo que esperaban los analistas y mejor de lo que muchos temían. Ives dijo que los resultados no tan malos Google sugerían que el mercado de la publicidad en línea se mantenía.
Los resultados de Microsoft también fueron más bajos de lo que los analistas esperaban, pero los inversionistas siguieron encantados, en particular con el 40 por ciento de crecimiento en el negocio de servicios en la nube de Microsoft. Ives explica que, dado que el principal negocio de Microsoft radica en proveer servicios tecnológicos a grandes empresas, esa cifra tan sólida de crecimiento en la nube resultó ser positiva para toda la economía. “Tal vez ese haya sido uno de los datos más importantes en años para el sector de la tecnología”, me comentó.
El miércoles, Meta dio a conocer cifras que para esta empresa resultan bastante desalentadoras; entre otras cosas, por primera vez, la empresa registró una caída de los ingresos trimestrales con respecto al mismo periodo del año anterior. Pero las expectativas eran muy bajas para Facebook. Las acciones de la compañía se desplomaron este año después de que informó que las nuevas funciones de privacidad de Apple obstaculizan su capacidad de recabar datos de los usuarios. También se ha enfrentado a la persistente competencia de TikTok. Y como Mark Zuckerberg, fundador y director ejecutivo de Facebook, está gastando miles de millones para que la empresa pase de las redes sociales al “metaverso” (el reino virtual, aún en desarrollo, que cree que algún día será el centro de nuestra experiencia informática), su futuro parece más que incierto.
Pero hasta el informe pesimista de Meta resultó alentador. Zuckerberg dijo que Reels, la competencia de TikTok, está ganando popularidad entre los usuarios y los anunciantes. Su número de usuarios también se ha mantenido. Meta ha estado lidiando con tantas malas noticias —esta semana, la Comisión Federal de Comercio anunció que presentaría una demanda para bloquear la compra por parte de la compañía de una pequeña empresa emergente de realidad virtual— que las expectativas difícilmente podrían ser peores. “La gente esperaba un desastre legendario”, comentó Ives. Pero en comparación con el esperado huracán de ganancias espantosas, las cifras de Facebook fueron más bien “un pequeño aguacero”, dijo.
Tras el cierre de los mercados el jueves, Amazon y Apple presentaron sus cifras trimestrales. ¿Adivinen qué? En términos generales, también les está yendo muy bien. Amazon dijo que su negocio en la nube creció un 33 por ciento respecto al año pasado. El director ejecutivo de Apple dijo a la CNBC que la empresa espera que los ingresos se “aceleren” el próximo trimestre.
Este año, sostuve que, a pesar de las recientes desaceleraciones, el reinado de las grandes empresas tecnológicas no había hecho más que empezar. A medida que la economía se fue reblandeciendo a lo largo del año, empecé a dudar de mi audaz predicción. Pero ahora la reafirmo. Puede que los gigantes tecnológicos, como el resto de la economía, se enfrenten pronto a tiempos más difíciles. Pero Amazon, Apple, Microsoft, Google e incluso Facebook están sobrellevando los tiempos difíciles mucho mejor de lo esperado. Las grandes empresas tecnológicas no van a desaparecer pronto.
c.2022 The New York Times Company