Rebeca Andrade, la tenacidad que desafió el reinado de Simone Biles
Creció en una favela de Brasil y a fuerza de talento y resiliencia ingresó en la élite mundial de la gimnasia artística. Rebeca Andrade desafió el reinado de Simone Biles y transformó el panorama olímpico de este deporte.
Con 25 años, esta joven negra es la mayor medallista olímpica de la historia de su país, con seis preseas (dos oros, tres platas y un bronce).
Transcurrieron dos décadas desde que comenzó a hacer piruetas sobre las colchonetas de un gimnasio comunitario de Guarulhos, un municipio obrero de los suburbios de Sao Paulo.
Nadie entonces podía imaginar que aquella niña delgada e inquieta se convertiría en una estrella internacional.
El mundo posó su mirada en ella en los Juegos de Tokio-2020, aplazados a 2021 por la pandemia. Allí, conquistó la medalla de oro en salto y la plata en el all-around, un hito para un Brasil que estaba lejos de ser una potencia en gimnasia.
También fue una advertencia para la hegemonía estadounidense encarnada por Biles, quien se retiró inesperadamente de la competición por una dificultad para orientarse en el aire durante las pruebas.
Tres años después, en París-2024, llegó la consagración definitiva de Andrade, incluso con Biles de regreso y como favorita.
La estadounidense conquistó el oro por equipos, el del concurso individual y el de salto. Pero la brasileña se impuso en la final de suelo, una victoria que la hizo protagonista de un momento ya icónico: Biles haciéndole una reverencia en el podio.
"Rebeca es increíble, es una reina", dijo Biles. Que ganara ella "era lo correcto", concedió.
- "No voy a desistir" -
Su estilo único combina potencia física, precisión técnica y expresividad latina, la marca registrada de la brasileña, con rutinas que incorporan movimientos de danza, a menudo al ritmo del funk, un género nacido en los barrios pobres de su país.
Tenacidad y resiliencia también fueron determinantes ante los numerosos obstáculos que pusieron a prueba su temple.
Múltiples lesiones y tres cirugías de rodilla entre 2015 y 2019 hicieron tambalear su carrera.
Ella ha contado que no lo habría superado sin el apoyo de su madre, Rosa, de su entrenador y hasta de Biles, que en los Mundiales de 2018 la sorprendió con unas palabras de aliento, al decirle que tenía talento y que no desistiera.
"Yo estaba sentada, ella estaba pasando y, de la nada, se sentó a mi lado y me dijo eso. Me puse superfeliz, y me dije: 'Dios mío, la mejor del mundo me ha dicho que no desista. Ahora seguro que no voy a desistir'", contó a TV Globo.
- Orgullo inmenso -
Rebeca Andrade nació el 8 de mayo de 1999 en un hogar humilde sostenido por su madre, Rosa Santos, una trabajadora doméstica que crió sola a ocho hijos.
La falta de dinero la obligaba a veces a trayectos de dos horas a pie junto a su hermano mayor hasta el gimnasio. "Faltaba más de lo que iba", ha contado ella.
La épica de su ascenso hasta la gloria olímpica motivó recientemente su elección como una de las cien mujeres más influyentes de 2024 por la BBC.
Pero, sobre todo, es fuente de inspiración para miles de jóvenes brasileños que pueden verse representados en "Rebe".
"Espero poder inspirar a niños y niñas a creer y alcanzar sus sueños", dijo ella en una entrevista mientras se preparaba para los Juegos de París.
"Yo creí y tuve mucha gente a mi lado que creyó conmigo, en los buenos momentos y en los no tan buenos. Y salió bien", agregó.
Monica Barros dos Anjos, su primera entrenadora, dijo a la AFP que sentía "un orgullo inmenso" al pensar que Andrade había salido de aquel gimnasio del extrarradio paulista, al igual que las decenas de chiquillas que entrenan allí, frente a un mural enorme con el rostro de su ídola.
ll/ol