Rayados de Monterrey, el equipo que desapareció cuando tenía todo a favor y cayó con Columbus Crew

Rayados de Monterrey no encuentra comodidad cuando tiene la etiqueta de favorito. Lo era ante el Columbus Crew, en las Semifinales de la Concacaf Champions Cup. El cuento de hadas era perfecto tras haber eliminado al Inter Miami de Lionel Messi en la ronda anterior. Demostraron autoridad, jerarquía y, sobre todo, un nivel superior que los ponía como victimario del Columbus Crew. En teoría, debía ser así. Pero la visita demostró por qué ostenta la corona de la MLS.

No fue una casualidad que hayan eliminado a Tigres, el otro equipo poderoso de la ciudad de Monterrey. Aunque la noche empezó complicada para ellos, con el autogol de Cheberko en los primeros minutos del partido, pronto lograron que el dado jugara a su favor y terminaron por asestar un 3-1 que dejó a Rayados tendido en la lona, con la tristeza de otro fracaso que no se cura ni con el consuelo de saber que tienen el boleto garantizado al Mundial de Clubes —por haber sido campeones en 2021—.

Es un caso de estudio: un equipo poderoso, con todo lo que cualquiera desearía, pero que no consigue la grandeza que anhela desde tiempos inmemorables. Siempre falla algo. Columbus Crew, que llegó como víctima, se va de Monterrey después de aleccionar a los dos equipos ricos: los partidos no se ganan con dinero ni con la camiseta. Ahora tendrán que jugar la final contra un sorprendente Pachuca, que eliminó al América y mantiene vivo el sueño de salir campeón en los dos torneos (este jueves jugarán su Play-In contra Pumas, en busca de una nueva hazaña de sus jóvenes jugadores).

Rayados ahora piensa en la Liguilla de manera absoluta. Acceder a la Final de la Concacaf podía ser una motivación o servir para quitarse presión de cara a la Fase Final del futbol mexicano. Ahora no queda de otra: ganar el título. Y no porque Ortiz haya hecho mal trabajo, pero la carga por no trascender en momentos cruciales empieza a ser insoportable para ambos, club y entrenador. Y qué escenario para afrontar un momento así: el Clásico Regio contra Tigres.

La maldición parece ensañarse especialmente con Fernando Ortiz. El Tano ha padecido un martirio con las Semifinales. En el América se fue eliminado en tres ocasiones en esa instancia. Ante Pachuca, Toluca y Chivas. Siempre se quedó a la puerta de la Final, justo como ahora, que todo el escenario era ideal: ya con Las Águilas y Tigres fuera de la pelea, los dos equipos que figuraban como favoritos por su poderío económico y futbolístico. Era perfecto para los Rayados.

Siempre podrán contar que eliminaron, y de forma sensacional, al equipo de Lionel Messi, aunque al final no haya tenido una utilidad real. Son pentacampeones de este certamen, tenían todo a favor, y ni siquiera así estuvieron a la altura de la etiqueta. Se terminó para Rayados, que esta vez no pudo presumirle a Tigres que ellos sí saben jugar torneos internacionales —el único registro en el que aventaja a su vecino—.

Es un momento de tensión en este equipo. Contra Tigres no hay mañana: ganar o asumir un destino que los eternice como el segundo equipo de Monterrey. Columbus Crew, por su parte, enfrentará a Pachuca el próximo 1 de junio para definir al último invitado de la Concacaf al Mundial de Clubes de 2025, el primero de la historia que tendrá 32 equipos. Se van de Monterrey con el orgullo intacto y demostrando, de nuevo, que la MLS nunca debe ser subestimada. Al mismo tiempo, dan ejemplo al Inter y a los demás de cómo hacer las cosas en duelos binacionales.

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