Los Pumas: Kenny Lynn conoció Argentina como mochilero y hoy es el cerebro del revolucionario juego ofensivo
Una lesión le permitió conocer la Argentina. En un interludio de su carrera, él llegó desde Nueva Zelanda como mochilero en un viaje de cuatro meses por Sudamérica. Nunca imaginó que trece años más tarde la relación con aquel lejano país que lo fascinó se estrecharía a tal punto que él se convertiría en el entrenador del revolucionario ataque del seleccionado nacional. Kendrick ‘Kenny’ Lynn es el novel integrante del staff de entrenadores de los Pumas al que lidera Felipe Contepomi y está a cargo del área en la que mayor evolución ha mostrado el equipo a lo largo de este nuevo ciclo.
Sus habilidades serán requeridas como nunca este viernes, cuando los Pumas visiten a Irlanda en Dublín, en una nueva versión de este clásico que tiene como condimento la presencia de Contepomi en el banco argentino, alguien que se formó como jugador profesional y como entrenador en aquel país, lo que explica algunas similitudes en los estilos de ambos seleccionados. La presencia de Lynn, no obstante, aporta un toque neozelandés al ataque argentino.
“Lo que me atrajo de su propuesta es que hay algo especial respecto al rugby argentino”, contó en una conferencia de prensa por video desde la capital de Irlanda. “Siempre respeté la forma en que jugaban. Siempre me pareció un equipo de mucho potencial. Los jugadores que hay, el grupo, la edad... Me parecía que si bien les había ido bien en el Mundial podían dar el salto a otro nivel. También me atrajo el hecho de que tenía muy buenas referencias de Felipe como entrenador. Lo conocía un poco, y quería trabajar con él y seguir formándome como entrenador en una nueva cultura. Finalmente, entrenar en el nivel internacional era una oportunidad demasiado buena como para rechazarla”.
Su desembarco fue fortuito. El hombre elegido por Contepomi había sido Brad Mooar, otro neozelandés. Ya había empezado a trabajar y todo, pero cuando los Pumas estaban por salir a la cancha renunció “para privilegiar el vínculo con su familia y evitar los frecuentes viajes que le impondría su actividad con el seleccionado”. Lynn, en cambio, ya sabía a qué se atenía. En 2011 jugaba en Highlanders el Super Rugby, pero una lesión en el cuello lo obligó a parar. Decidió tomarse unas vacaciones con su mujer, Rebecca, y ambos eligieron la Argentina como destino. “Recorrimos también Brasil, Perú y Bolivia. Me encontré con muy buena gente. Un país fantástico, con mucho por explorar y una rica historia. Fue una experiencia espectacular. Un gran recuerdo“, cuenta.
Recuperado, pasó por Chiefs, campeón de la temporada 2013, y luego emigró a Lyon, donde se retiró y comenzó su carrera como entrenador, en 2016, primero como asistente y luego como head coach. En Francia conoció a Felipe Contepomi, con quien compartió un curso de director técnico. Cuando éste le ofreció hacerse cargo del ataque de los Pumas, él no dudó.
Contepomi llegó al staff de los Pumas en 2022 como asistente de Michael Cheika, a quien sucedió luego del Mundial de Francia. En 10 partidos, el equipo mostró una evolución notable en varios aspectos, de los cuales el más notorio es el ataque. Los Pumas conjugan la intención de cuidar la pelota y armar jugadas de posesiones largas avanzando con paciencia, herencia del molde irlandés que introdujo Contepomi, con la vocación de atacar, si se presenta la oportunidad, desde cualquier parte del campo, el aporte kiwi de Lynn. Este sábado, por ejemplo, tres de los siete tries contra Italia fueron propiciados por animarse a jugar de contragolpe.
Compacto de Italia 18 vs. Argentina 50
“El sistema de ataque había sido instalado por Felipe antes de que yo llegara acá”, dice en respuesta a su influencia en el esquema de juego argentino. “Ciertamente compartimos la filosofía de rugby; hablamos de eso antes de que me sumara. Trato de agregar cosas a lo que ya está. No cambié demasiadas cosas. Trato de enviar mensajes simples, de que los jugadores tengan claridad durante la preparación en la semana para que puedan expresarse con libertad los sábados; de permitirles tomar decisiones en la cancha; de que ataquen cada vez que ven un espacio sin importar en qué parte de la cancha estén. Posiblemente traiga algo del juego neozelandés: nos gusta jugar de contraataque, aprovechar las pelotas recuperadas... Trato de que los jugadores entiendan las oportunidades que aparecen allí”.
El viernes, Irlanda seguramente presentará otras complicaciones. Al margen de que viene de jugar mal ante los All Blacks y de que cedió el número 1 del ranking (cayó hasta el tercer escalón), se trata de uno de los seleccionados top del mundo, en los papeles un escalón arriba de la Argentina. Los picantes duelos mundialistas transformaron a ésta en una rivalidad clásica para los Pumas, acentuada esta vez por la presencia de Contepomi.
Resumen de Australia 27 vs. Argentina 67
“Los estilos de los dos equipos son muy similares”, acepta Lynn. “Ellos vienen trabajando un sistema de ataque desde hace un par de años, y les funciona muy bien. Son un equipo que trabaja mucho, les gusta conservar la pelota por períodos largos, presionan de esa forma. Los estilos de los jugadores también son similares. Lo que tratamos de hacer es insistir con el ADN argentino y agregarle eso al juego, partido tras partido”.
¿Cuál es el ADN al que se refiere? “Es esa vocación ofensiva. Esa vocación de jugar libre, de ver el espacio y sin que importe la posición en el campo en que estén o la situación, que confíen en quebrar la defensa”, responde Lynn. “Sabemos que Irlanda va a jugar mejor que como lo hizo frente a Nueva Zelanda. Va a tener una semana más de entrenamientos, va a ser más clínico. Entendemos que es un gran desafío. Nosotros nos enfocamos en tener una preparación consistente para tener otra actuación consistente este viernes”.
Algunos números que subrayan este auge ofensivo: ningún equipo le había marcado 38 puntos a los All Blacks en Nueva Zelanda en su historia; nadie le había hecho 67 a Australia; récords de 3 victorias, 20 tries y 170 puntos en un Rugby Championship; nunca los Pumas habían conseguido 50 tantos contra Italia.
Resumen de Nueva Zelanda 30 vs. los Pumas 38
Kenny Lynn llega para engrosar una lista larga de asesores extranjeros que, en distintos momentos de la historia, enriquecieron el juego de los Pumas: el sudafricano Izak van Heerden colaboró codo a codo con Ángel ‘Papuchi’ Guastella y Alberto ‘Cabo’ Camardón en la germinal gira por Sudáfrica del ’65; Alex Wyllie lo hizo con José Luis Imhoff; Les Cusworth trabajó con Marcelo Loffreda; Fabien Galthié y Graham Henry cooperaron con Santiago Phelan, y el ex protagonista de Rugby League David Kidwell entrenó a las órdenes de Michael Cheika. Kenny Lynn tiene una ventaja: ya había recorrido el país con una mochila en la espalda. Ahora, los argentinos están conociéndolo a él. Y los resultados empiezan a ser vislumbrados.