Los Pumas, contra Japón y la incertidumbre, por el pase a cuartos de final del Mundial

Julián Montoya, el capitán, y Agustín Creevy, en un momento de distensión durante el entrenamiento
Julián Montoya, el capitán, y Agustín Creevy, en un momento de distensión durante el entrenamiento - Créditos: @Prensa UAR / Andrés Velásquez Marín

LA BAULE-ESCOUBLAC, Francia.– Los Pumas dejan el sábado su concentración en el Hotel Hermitage, donde vivieron 37 días, para viajar a Nantes a esperar el partido con Japón. No saben dónde irán después. A Marsella, si ganan. A sus casas, si pierden. Cuando empezó Francia 2023, un escenario así era perfectamente previsible. Caer ante Inglaterra, pese al favoritismo con que llegaron los argentinos, y tener que definir el pase a cuartos de final mano a mano en la última fecha de la zona era una posibilidad esperable. Lo que nadie vio venir, lo inexplicable de este estado de situación, es el grado de incertidumbre que envuelve a este equipo. La sensación, después de ver tres partidos desde el borde de la cancha, es que no saben dónde están parados.

La posibilidad de que el domingo los Pumas salgan airosos y saquen boleto rumbo a los cuartos de final, donde espera Gales, es concreta. Los argentinos necesitan ganar o, en caso de empate, obtener el bonus de cuatro tries sin que lo haga su oponente. En primer término, la chance es cierta por el potencial que insinuó este equipo en los últimos dos años y, por momentos, alcanzó a materializar. Segundo, porque Japón es un rival que a lo largo de la preparación y de esta copa se presume inferior, tanto en capacidades técnicas como en calidad individual. Al mismo tiempo, las alarmas con las que llegaron los argentinos a Francia sonaron fuertemente tras la derrota frente a los ingleses y todavía retumban.

Un abrazo Puma en Nantes, ante Chile. Este domingo, el mismo escenario será testigo del partido definitorio ante Japón
Un abrazo Puma en Nantes, ante Chile. Este domingo, el mismo escenario será testigo del partido definitorio ante Japón - Créditos: @DAMIEN MEYER

Después del fallido debut en Marsella, los Pumas juegan en primer término contra sí. Sin soltarse del todo, les alcanzó para sortear a Samoa. Con aire fresco y muchos cambios, dieron un paso hacia adelante frente a Chile. Japón obliga a un salto de calidad mayor para pasar de fase. No es necesario que exploten en este encuentro, pero sí que se acerquen un poco más a su mejor versión.

Más allá de la inconsistencia que arrastra el equipo que conduce Michael Cheika, que se traduce en términos prácticos en reiterados errores no forzados de manejo, exceso de penales en el contacto en situación de ataque, múltiples situaciones de try desperdiciadas y desaciertos en la toma de decisión por parte de los conductores, al mismo tiempo sobran razones para confiar en un triunfo.

El fundamento sobre el cual se sostiene el andamiaje de los Pumas, al margen de la calidad de sus jugadores, está funcionado de manera sólida. La defensa, las formaciones y el maul fueron efectivos y son aspectos del juego en que Japón no se destaca, precisamente. Falta ajustar el ruck, un ítem que refleja lo cambiante de este equipo: según datos de Opta, los Pumas son el segundo equipo que más rápido libera la pelota pero también el que más penales comente en posesión de la misma.

Sin embargo, no es un partido que se vaya ganar simplemente con presentarse a jugar. Creer eso sería repetir un error que tantas veces le ha costado a este grupo de jugadores no poder sostenerse en un nivel alto con consistencia, a la altura de las potencias. A un triunfo épico muchas veces le siguió una derrota desalentadora, precisamente por no sacar ese fuego extra, ese 110% que sigue siendo el motor de los Pumas.

Los japoneses quieren dar un golpe ante los Pumas
Los japoneses quieren dar un golpe ante los Pumas - Créditos: @@JRFURugby

Japón también es un equipo muy orgulloso. Viene de estar en cuartos de final el Mundial pasado y, si bien hasta aquí estuvo lejos de replicar la intensidad y combatividad con que jugaron en 2019, también ellos aspiran a reflotar ese espíritu. “La Hora del Samurái”, lo bautizaron. Si los japoneses logran imponerse en el duelo físico, de fuerza y de velocidad de desplazamientos, los argentinos quedarán a merced de la voluntad del rival. Antes que cualquier aspecto técnico, la primera batalla que deben ganar es la mental, y allí es donde vienen fallando. Ante Inglaterra, los más jóvenes padecieron miedo escénico y los más experimentados carecieron de herramientas para enderezar esa circunstancia.

La cuestión de la pareja de medios requiere atención especial. No son dos jugadores más, son los que marcan el rumbo del equipo. Cuándo hay que jugar, cuándo hay que patear, cuándo hay que atacar cerca de las formaciones, cuándo tirar la pelota a la punta. También, cuándo arriesgar, cuándo ser conservadores. Ni contra Inglaterra ni contra Samoa Gonzalo Bertranou y Santiago Carreras estuvieron finos en esa materia. En cambio, hecha la salvedad de la distancia con el rival, Tomás Cubelli y Nicolás Sánchez manejaron mucho mejor los hilos ante Chile. ¿Por qué, entonces, los entrenadores siguen confiando en la dupla inicial? Porque consideran que son los que mejor pueden llevar adelante el plan de juego que ellos se proponen. Un plan que, si todavía no apareció, no es tanto por la labor de los medios como por la inconsistencia del equipo en general, especialmente en la incapacidad del pack de forwards para poner la pelota adelante y generar inercia. Los problemas surgen cuando el plan no sale y hay que buscar alternativas para sacar el partido adelante.

Gonzalo Bertranou volverá a ser titular ante Japón
Gonzalo Bertranou volverá a ser titular ante Japón - Créditos: @Prensa UAR / Andrés Velásquez Marín

Lo mismo puede decirse de la insistencia en ubicar a Juan Martín González como número 8. En los primeros dos partidos, no se lució. Sí lo hizo ante Chile, donde volvió al puesto en que más cómodo se siente desde que juega en los Pumas, como ala. En su lugar, también se destacó Facundo Isa, embistiendo rivales y ganando metros con la pelota en las manos. Algo que, por lo que se vio del equipo japonés, es un punto a explotar. Isa o Rodrigo Bruni podrían cumplir esa función mucho mejor, pero no van ni al banco.

Esta obstinación de los entrenadores, en definitiva, no hace más que reflejar el sentir de todos. Los Pumas son un equipo en potencia. Sus atributos descansan en modo latente. Acaso la urgencia por la posibilidad de quedarse afuera les despierte ese fuego interno que los caracteriza.

Después de la derrota con Inglaterra, el plantel eligió como estrategia tomar cada partido como una final. Una forma de aprender a convivir con la presión. Ni Samoa ni Chile, por la instancia en que jugaron ni por su fortaleza como equipos, pudieron llevar a los Pumas a percibir la sensación de estar disputando verdaderas finales. Este partido, en cambio, sí es determinante. El que gana sigue, el que pierde se vuelve a casa.

Los Pumas le apuntan a que su próximo destino sea Marsella. Para llegar allí, primero deben saber dónde están parados.

Las formaciones, horario y TV

Argentina: Juan Cruz Mallía; Emiliano Boffelli, Lucio Cinti, Santiago Chocobares y Mateo Carreras; Santiago Carreras y Gonzalo Bertranou; Marcos Kremer, Juan Martín González y Pablo Matera; Tomás Lavanini y Guido Petti Pagadizábal; Francisco Gómez Kodela, Julián Montoya (c) y Thomas Gallo.

Entrenador: Michael Cheika

Suplentes: Agustín Creevy, Joel Sclavi, Eduardo Bello, Matías Alemanno, Pedro Rubiolo, Lautaro Bazán Vélez, Nicolás Sánchez y Matías Moroni.

Japón: Lomano Lemeki; Kotaro Matsushima, Dylan Riley, Ryoto Nakamura y Siosaia Fifita; Rikiya Matsuda y Naoto Saito; Pieter Labuschagné, Kazuki Himeno (c) y Michael Leitch; Amato Fakatava y Jack Cornelsen; Jiwon Gu, Shota Horie y Keita Inagaki.

Entrenador: Jamie Joseph.

Suplentes: Atsushi Sakate, Craig Millar, Asaeli Ai Valu, Warner Dearns, Amanaki Saumaki, Yutaka Nagare, Ryohei Yamanaka y Jone Naikabula.

Inicio: 13 hora local, 8 de la Argentina.

TV: ESPN y TV Pública.

Cancha: Stade de la Beaujoire, Nantes.

Árbitro: Ben O’Keeffe (Nueva Zelanda).