Los problemas de calidad de Boeing en 4 claves

Empleados actuales y antiguos de Boeing afirmaron que durante años han sentido que la calidad quedó relegada a un segundo plano con el fin de que pudieran seguir saliendo aviones de sus fábricas. (Lindsey Wasson/The New York Times)
Empleados actuales y antiguos de Boeing afirmaron que durante años han sentido que la calidad quedó relegada a un segundo plano con el fin de que pudieran seguir saliendo aviones de sus fábricas. (Lindsey Wasson/The New York Times)

Sus empleados afirmaron que las dificultades de la empresa que fabrica aviones no son nuevas, pero que se agravaron durante la pandemia, cuando perdió a miles de sus trabajadores más experimentados.

Boeing se ha enfrentado a una intensa presión y escrutinio desde que un panel salió volando de un 737 Max 9 poco después de que el avión, un vuelo de Alaska Airlines, despegó el 5 de enero. El episodio ha despertado nuevas preguntas sobre la calidad de las aeronaves que la compañía produce varios años después de que dos aviones Max 8 se estrellaran, matando a casi 350 personas.

Entrevistas con más de dos decenas de empleados actuales y antiguos revelan que desde hace tiempo existen preocupaciones sobre la calidad, especialmente a medida que crecía la presión para mantener la producción en las fábricas de la empresa.

Ahora, Boeing se enfrenta a un inmenso reto al intentar introducir cambios que puedan mejorar la calidad de sus productos y recuperar su credibilidad ante legisladores, reguladores, aerolíneas y el público en general.

He aquí algunas conclusiones.

Los problemas de calidad datan de hace años

Empleados actuales y antiguos de Boeing afirmaron que durante años sintieron que la calidad fue relegada a un segundo plano con el fin de que los aviones siguieran saliendo de las fábricas.

En las entrevistas, antiguos y actuales empleados de Boeing describieron prácticas preocupantes, como intentos de eludir los procesos de calidad. Una de ellas era la “búsqueda de inspectores”, en la que los trabajadores buscaban inspectores dispuestos a darles el visto bueno a su trabajo casi sin hacer preguntas.

Boeing dijo que no permitía la búsqueda de inspectores y que había aumentado el número de inspectores de calidad para aviones comerciales en un 20 por ciento desde 2019. Las inspecciones por avión también aumentaron una cantidad similar durante ese periodo, dijo la compañía.

Incluso antes de los dos accidentes mortales del Max, en 2018 y 2019, Boeing estaba tratando de seguir el ritmo de su principal rival, Airbus, que había presentado un nuevo avión de bajo consumo de combustible unos años antes de que el Max comenzara a volar. Después de los accidentes, Airbus ganó aún más terreno, lo que ejerció presión sobre Boeing para que se pusiera al corriente una vez que se aprobara que el Max volviera a volar a finales de 2020.

La empresa ha perdido miles de trabajadores experimentados

El personal de Boeing sufrió una importante rotación a causa de la pandemia de covid. La empresa perdió a miles de empleados que tenían mucha experiencia debido a despidos, indemnizaciones, jubilaciones y dimisiones.

Aunque Boeing ha restablecido sus filas, sus empleados actuales y antiguos afirmaron que se ha perdido mucho conocimiento institucional y que sus trabajadores tienen menos experiencia que antes. Los proveedores de Boeing, que se enfrentan a problemas similares, también han tenido dificultades para producir piezas al ritmo que Boeing ha pedido.

La compañía enfrenta un mayor escrutinio

Desde el 5 de enero, la empresa se ha enfrentado a una oleada tras otra de publicidad negativa. Su organismo regulador, la Administración Federal de Aviación (FAA, por su sigla en inglés), ha aumentado las inspecciones en las fábricas de la empresa. Y sus clientes han criticado a Boeing.

Una auditoría de seis semanas de la FAA sobre la producción del 737 Max de Boeing documentó decenas de fallos en sus prácticas de control de calidad. La agencia dio de plazo a la empresa hasta finales de mayo para resolver los problemas. El Departamento de Justicia también ha iniciado una investigación penal de la empresa.

Boeing dice que está haciendo muchos cambios

Boeing ha anunciado varias medidas para mejorar la calidad, entre ellas el aumento de las inspecciones en su fábrica de Renton, Washington, donde se ensamblan los aviones Max.

También ha dicho que ya no aceptará fuselajes Max de Spirit AeroSystems, uno de sus proveedores clave con sede en Wichita, Kansas, que todavía necesiten ser afinados. Anteriormente Boeing toleraba fallos que podían arreglarse más tarde en aras del cumplimiento de un apretado calendario de producción.

La empresa también dijo que, desde el 5 de enero, los empleados habían pedido más entrenamiento y que estaba trabajando para satisfacer esas necesidades, incluso añadiendo capacitaciones en la línea de producción este mes.

El lunes, Boeing anunció cambios radicales en su directiva: su presidente ejecutivo, Dave Calhoun, que asumió el cargo en enero de 2020 prometiendo mejorar la cultura de seguridad de la empresa, dejará el puesto a finales de año; el director de la unidad de aviones comerciales de Boeing, Stan Deal, dejará el cargo inmediatamente; y el presidente del consejo de administración, Larry Kellner, ha dejado el cargo y no se presentará a la reelección.

Niraj Chokshi escribe sobre aviación, ferrocarril y otras industrias del transporte. Más de Niraj Chokshi

Sydney Ember es periodista de negocios del Times y se ocupa de la economía y el mercado laboral de Estados Unidos. Más de Sydney Ember

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