El Gran Premio Jockey Club: el clásico con más historia tiene once potrillos para escribir otro capítulo en San Isidro
Un clásico con historia como ningún otro en el país el Jockey Club. Se corre desde 1884, cuando ganó la potranca británica Nana; sobrevivió a cambios de superficie, distancias y denominaciones, y quedó establecido definitivamente en San Isidro desde su reapertura en 1980. Allí, en sus 2000 metros de césped, este sábado, a las 18.40, se escribirá otra página dorada del segundo paso de la Triple Corona argentina, con once pretendientes listos para tomar la posta de Giustino, el vencedor de la Polla de Potrillos con el que hay planes de llevarlo a competir a Dubai y no fue inscripto.
Todos los que tienen una gatera reservada son entrenados en la Villa Hípica del propio hipódromo norteño, del otro lado de la avenida Fleming. En un box de los miles que hay en ese llamado Campo 2 está el nuevo campeón. Si hay más de uno sería la segunda vez que suceda: la única puesta fue en 1942, cuando los finales cerrados se definían por la vista de los jueces porque aún no existía el fotochart, el sistema que resuelve hace 77 años el resultado en Argentina gracias a la foto frente al espejo que hay en el disco. Toda una curiosidad que ninguno de los once potrillos viajará desde otra localidad en un turf que se vive con gran pasión en cada provincia. Colifato Novo, la estrella de la generación hasta su primera derrota el mes pasado, se quedó recuperando fuerzas para otra batalla en Villa Mercedes, San Luis.
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🎩 La carrera con más historia
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El stud Las Monjitas ganó tres de los últimos cuatro Jockey Club y quiere seguir con la onda verde. Llegó Bien, que viene de imponerse en el Ensayo (G3-1800m), el clásico preparatorio, intentará continuar por el camino de Marignac (2020), Natan (2022) y Happy Happy Day (2023). Alazán a diferencia de aquellos tres zainos, cumplió los 3 años reales el miércoles pasado y su abuelo paterno es Candy Ride, una celebridad. La caballeriza busca igualar el récord del stud El Turf, el único que conquistó el clásico más añejo en cuatro ocasiones. El jockey, Francisco Gonçalves, será la novena vez que lo corra. Ganador de las últimas seis estadísticas nacionales y dueño del récord anual sudamericano de triunfos, ningún gran clásico se le ha negado tanto al brasileño como éste, aunque montó a más de un favorito.
El Clásico Ensayo ganado por Llegó Bien
Su entrenador, Carlos Daniel Etchechoury, tiene el récord de Jockey Club ganados: ocho. Insaciable, quiere más. Tendrá otros dos potros en las gateras, incluyendo a Springbreak, el escolta de Llegó Bien a un cuerpo el mes pasado en el Ensayo. Si bien es ganador de una, en ninguna de sus seis salidas terminó detrás del tercer lugar y cuatro veces fue segundo. Es, por otra parte, la única cría que venció de la primera generación del padrillo Smart Holiday.
Village King y Roman Joy, ganadores en 2017 y 2019, pertenecieron al mismo stud –Haras El Ángel de Venecia– que defiende Honest Boy, en lo que será su primera experiencia clásica. En las riendas estará el jockey que obtuvo la competencia el año pasado: Brian Enrique. Es el otro pensionista de Dany Etchechoury, representado por su hijo Juan Manuel en los programas.
El triunfo de Holy Joy en el Clásico Miguel Cané
Holy Joy fue rey en la arena en un segmento del año, con victorias en dos clásicos de Palermo, incluyendo un Grupo 1 y el clásico preparatorio para la Polla, aunque “estuvo tres días encerrado en el box por una rajadura en un casco cuando los demás seguían entrenando, y se recuperó y les ganó igual”, como recuerda Alfredo Gaitán Dassie, su entrenador, un coleccionista de grandes premios. Como nunca compitió en el pasto el zaino, estaba la expectativa de que fuera a reconocer la cancha principal el miércoles de la semana anterior, pero la habilitación era al mediodía, el momento del día donde los caballos ya varearon y están comiendo. Eso sí, ya pisó el césped del campo 2. “Estuvo caminando, comió un poco de pasto y tierra (por los minerales), y salió retozando, está feliz. Además, tomó sol, que para ellos es energía y lo que más le gusta”. Para Martín Valle, el jockey, “correr más distancia le viene mejor”.
Gaitán Dassié también presenta a One Thing, que tiene múltiples particularidades. Su origen, brasileño, aunque se haya terminado de criar en Pilar y haya corrido sus cuatro carreras en San Isidro, lo que implica que si ganara sería el primero de su nacionalidad en lograrlo en este cotejo. Otra es que estrena dueño, el stud mendocino Rosa Mística, tras representar a su criador hasta fines de agosto. “Un lunes a la mañana lo ofrecí y a la tarde lo compraron. Es del suegro de Martín y quiso correrlo este clásico”, confía el preparador. Martín es La Palma, el jockey, diferente de los cinco con los que Alfredo hizo sociedad para ganar sus cinco Jockey Club. Además, el brasileño se trata del único del lote que no tiene victorias en su campaña, en una cita en la que apenas dos ejemplares lograron salir de perdedor en 140 años: Basajaun (1954) y Ball Fighter (1983). Eso sí, ya compitió en la distancia.
Llegó Bien y One Thing, en el clásico Zubiaurre
Acento Final es el de mejor experiencia clásica en el pasto. Ganó en la milla y luego se dedicó a los grandes premios en la misma distancia, con tan buenos arrimes que estuvo a tiro del mismísimo Colifato Novo en dos ocasiones, una de ellas a sólo medio cuerpo y corriendo con tres jinetes diferentes esos cotejos (y otro antes). El potro de Nicolás Martín Ferro repetirá, esta vez sí, la monta de Kevin Banegas, en la expectativa de convertirse en la segunda cría ganadora clásica de la yegua A Tu Salud.
La Providencia no tiene a Giustino, pero sí a Grezzo, aunque en las antípodas de las expectativas que podía generar el ganador de la Polla o Hi Happy, el padre del potrillo, cuando les dio la victoria como caballeriza en 2015. Igual, la fe es lo último que se pierde en las carreras. En su montura estará Eduardo Ortega Pavón, con la experiencia de haber conquistado dos veces este premio, como Adrián Giannetti, que se subirá por primera vez a Longboard Blue, cuyo triunfo lo logró en una prueba de velocidad y se fue adaptando al aumento del recorrido.
El Basti tiene dos cartas de diferentes entrenadores. Uno es Derby County, al mando de la familia Maldotti y con dos triunfos en tres presentaciones, con buen rendimiento en pista seca. El otro, Descamisado, en manos de otro de los hermanos Etchechoury, Juan Javier, y el mejor clasificado en la Polla de los que corren aquí: fue tercero. A los dos los rebautizaron sus dueños luego de comprarlos, pues habían sido inscriptos en el Stud Book como Even my Dad y Durazno Sangrando, respectivamente.
Descamisado, tercero en la Polla de Potrillos
Giallo Nero también cambió de sociedad propietaria, pero ya en la anterior salida, cuando terminó varios cuerpos detrás de tres rivales que se le vuelven a cruzar en el camino. La ilusión, igualmente, está en quienes lo rodean al ejemplar que creció junto a Giustino y Grezzo hasta que fue a subasta en mayo de 2023 con el segundo valor más alto de esa venta. Muchos sostienen que será el puntero de la carrera. Hay 43 millones de pesos esperando en el disco.
Otros tres grandes premios
En una jornada de 16 carreras, con inicio previsto para las 12.15, el primero de los otros tres grandes clásicos programado involucra a los velocistas, a las 15.54. Calidad por sobre cantidad en el Suipacha (G1-1000m), donde atrapa el duelo entre Labrado, el campeón de la categoría en las dos últimas temporadas; Ansia Clara, la yegua que lleva cuatro primeros consecutivos y terminó delante de aquél en el Álzaga Unzué, y Coraje Gaucho, el potrillo que llega con victorias clásicas sobre arena y césped. Si Labrado consigue imponerse será el primer caballo en obtener tres veces esta carrera en toda la historia.
A continuación, a las 16.29, el San Isidro – Copa Melchor Posse (G1-1600m) es el de mayor convocatoria, con 12 anotados. Son dos potrillos, Mis Padres y Earth God, contra 10 adultos, entre ellos Bronx, Comando Secreto, My Stormy Dark y Quality Boy, los cuatro primeros del clásico preparatorio.
Y a las 17.35 será el estreno de la Copa Diamante, que ingresó al calendario este año para darle una posibilidad de ganar en la Argentina un Grupo 1 en 1600 metros a las hembras adultas mayores sin enfrentar a los machos. También están las potrancas, que ya no tienen disponible el Mil Guineas, que estaba al borde del descenso a G2 y fue reconvertido en este clásico. Habrá siete yeguas en las gateras, incluyendo las cuatro que definieron el Clásico Sibila (G2) el mes pasado separadas por poco más de un cuerpo: Violeta M, Amiguita Gina, Nanabush y la brasileña Mysterious Way.