Premier League: Chelsea no rompió el mercado por Enzo Fernández, pero pagará 100 millones por un ucraniano en su errática política de refuerzos
Más de un analista internacional del mercado de pases considera que los 120 millones de euros que Benfica fijó como cláusula por Enzo Fernández es un sobreprecio. Una valuación excesiva, más allá de que la cotización del volante subió como la espuma desde que fue elegido como el Mejor Futbolista Joven del Mundial de Qatar. Su potencial (21 años) y condiciones son innegables: despliegue, pase, remate de media distancia, personalidad para asumir todos los retos, por exigentes que sean. El combo del mediocampista completo. Más allá de todo este bagaje, Transfermarkt, el sitio especializado en la valorización de los futbolistas, sitúa la de Fernández en 55 millones de euros.
Hasta hace unos 10 días, la transferencia del ex River a Chelsea parecía inminente. Enzo hubiese llegado a una zona del campo que Chelsea necesita renovar, con N’Golo Kanté (31 años) inactivo desde agosto por una lesión y un Jorginho (31) que parece haber dado lo mejor, situación similar a la de Mateo Kovacic.
Mykhailo Mudryk has finalised his move from Shakhtar Donetsk after agreeing personal terms with the Blues. 🤝
— Chelsea FC (@ChelseaFC) January 15, 2023
Los rumores indicaban que el club inglés se avenía a pagar la cláusula, pero la operación se frustró porque la propuesta inglesa no pasó de los 85 millones. Benfica, que no bajó un euro sus pretensiones y se remitía a lo que fijaba el monto de rescisión, disparó su malestar hacia varios frentes. Primero, hacia Chelsea, que había acordado el contrato con Fernández (siete millones por temporada) para que éste presionara a los dirigentes portugueses. Y el otro apuntado fue el mediocampista, porque en un primer momento se mostró intransigente, quería ser transferido, y además viajó a Buenos Aires para pasar unos días sin el permiso del club.
Lo que era una relación tirante entre Fernández y Benfica empezó a distenderse cuando hizo un gol por la Copa de Portugal y lo festejó de una manera en la que dejaba en claro que su compromiso estaba con el club.
Si bien la postura de Chelsea de no estirarse hasta los 120 millones pareció racional, contrasta con su dispendio en otras contrataciones. Está por cerrar una negociación que llama la atención por la disparidad entre el desembolso y un futbolista que no aparece en la primera línea de las grandes figuras internacionales. Este domingo se anunció que el ucranio Mykhaylo Mudryk pasará de Shakhtar Donetsk a Chelsea por 100 millones de euros. Esa cifra lo ubicará como el 12° pase entre los más altos de la historia, entre el de Gareth Bale (101 millones a Real Madrid) y el de Antony (95 a Manchester United). Para Tranfermarkt, el valor de mercado de Mudryk es de 40 millones.
El delantero, que el 5 de enero cumplió 22 años, llegó anoche a Londres y firmará un contrato hasta 2030. Su incorporación es una demostración de la urgencia de Chelsea por cubrir las bajas por lesiones de Christian Pulisic -dos meses de recuperación- y Raheem Sterling. Arsenal también estuvo interesado en Mudryk, con una oferta cercana a los 90 millones.
Video para conocer más a Mudryk
Mudryk juega en el equipo más importante de Ucrania, liga que se disputa sin público por la invasión rusa. El torneo está interrumpido hasta marzo a causa del crudo invierno. Convirtió siete goles en 12 fechas (promedio de un tanto cada 130 minutos). En la Champions League dejó una buena impresión, con tres goles (dos a Celtic y uno a Leipzig) en seis encuentros. Shakhtar finalizó tercero en una zona que lideró Real Madrid y pasará a disputar la Europa League.
El argentino Fabricio Alvarenga, delantero del Rukh Lviv, expresó sobre Mudryk: “En la liga ucraniana hace la diferencia, es reconocido, pero no famoso. Es muy rápido y ágil. Tiene buena gambeta, patea con las dos piernas. Es explosivo y goleador. En la Champions League llamó la atención de los clubes grandes. Tiene margen de crecimiento porque es joven”.
Jugó en la categorías Sub 17, 19 y 21 de Ucrania, además de sumar ocho partidos (sin goles) con el seleccionado mayor. Disputó 13 minutos ante Gales en el repechaje eliminatorio para el Mundial en el que se clasificaron los británicos.
Chelsea está inmerso en una transformación aun no concluida desde que Roman Abramovich fue obligado a renunciar a la propiedad por la invasión de Rusia a Ucrania. El nuevo dueño es el norteamericano Todd Boehly, en una operación cercana a los 5000 millones de euros, la más alta de la historia para una franquicia deportiva.
Los cambios en Stamford Bridge también llegaron a la dirección deportiva, con la cesantía del exarquero Petr Cech. Cabezas con nuevas ideas. No se privaron de decisiones fuertes, como la del despido de Thomas Tuchel, el entrenador de la conquista de la Champions League 2021. Ahora no le perdonaron una derrota contra Dinamo Zagreb por la etapa de grupos. Contrataron a Graham Potter, el director técnico que potenció a Alexis Mac Allister en Brighton.
Los resultados con Potter todavía están por verse, el despegue se demora. Chelsea -perdió cinco de los últimos siete partidos y este domingo recibe a Crystal Palace- está 10° en la Premier League, un puesto demasiado rezagado para sus aspiraciones, por ahora fuera de las copas europeas de la próxima temporada. Fue eliminado de la Copa de la Liga (Carabao Cup) y la FA Cup por Manchester City. En los octavos de la Champions se cruzará con Borussia Dortmund.
La política de refuerzos de las nuevas autoridades viene siendo un tanto errática. Invirtieron fuerte en el zaguero Wesley Fofana (80,40 millones de euros), Marc Cucurrella (65,30), Raheem Sterling (56,20) y Kalidou Koulibaly (38). En la gestión Boehly, llevan gastados 344,5 millones, sin incluir los 100 por Mudryk, más que cualquier otro club de la Premier.
En este mercado de invierno fichó al defensor Benoit Badiashile (38 millones), al volante Andrey Santos (12,5) y al delantero David Fofana (12 millones). Apuestas que hasta ahora le dieron poco rédito. El equipo es permeable y le falta gol (se fue Timo Werner). El último caso es el de Joao Félix, que tenía un buen debut ante Fulham, hasta que fue expulsado. El portugués llegó a préstamo hasta junio desde el Atlético de Madrid, por una erogación de 23,6 millones entre la cesión y el contrato del jugador. El diario Daily Mail hizo una estimación de 2,4 millones de euros el costo de la tarjeta roja (tres partidos de suspensión), ya que cada encuentro de Joao Félix está valorado en 804.706 euros hasta el final del préstamo.
En definitiva, Chelsea no se estiró un poco más para romper el mercado por Enzo Fernández, pero sí destina una fortuna por Mudryk, más millonadas en otros para un equipo futbolísticamente depreciado en la cancha.