Preakness Stakes: Seize the Grey, el potrillo de los 2570 dueños, el jockey que vivía en un auto y el cuidador récord de 88 años

Jaime Torres besa a Seize the Grey luego de ganar el Preakness Stakes (G1), de punta a punta, en la arena pesada de Pimlico.
Jaime Torres besa a Seize the Grey luego de ganar el Preakness Stakes (G1), de punta a punta, en la arena pesada de Pimlico. - Créditos: @Julia Nikhinson

“Recuerdo que un día estaba en la casa de mi mamá cambiando de canal en la televisión, aparecieron las carreras y nunca había visto algo así, solamente en el cine. Nadie en mi familia está relacionado con el turf”, revela el boricua Jaime Torres, como para contextualizar que es un jockey atípico. Por los genes y porque su altura va un poco más arriba del promedio de sus pares. Sale del molde el jinete de 25 años, ganador del Preakness Stakes (G1), el segundo paso de la Triple Corona norteamericana, el sábado pasado en el hipódromo de Pimlico, en Maryland.

Tenaz y decidido como cuando de chico corría carreras de atletismo con vallas o como lo hizo en esta oportunidad, al llevar al frente al tordillo Seize the Grey desde la largada, Torres buscó la gloria, no la encontró. Dormía en su auto cuando comenzó de galopador en Estados Unidos, porque ya se le había terminado el poco dinero con el que emigró en 2022 rumbo a su sueño americano, como le contó a Agentes 305. No lo sabían ni su familia, que había quedado en Puerto Rico, ni sus amigos.

Jaime Torres celebra sobre Seize The Grey tras ganar el Preakness Stakes en Pimlico.
Jaime Torres celebra sobre Seize The Grey tras ganar el Preakness Stakes en Pimlico. - Créditos: @Julia Nikhinson

Siempre llegaba muy temprano a la sala de jockeys para utilizar el caballo mecánico y evadía la pregunta sobre dónde vivía que le hacía “Pichi” García, el encargado. Hasta que una mañana abrió su corazón, se animó a responderle y se encontró delante de sus ojos con un hombre en llanto que lo llevó a hospedarse en su casa. Otros compinches en los entrenamientos se encargaron de no dejarle bajar los brazos cuando las oportunidades no crecían y quería abortar el proyecto. Hoy tiene otro respaldo fuerte, su agente Liz Morris, una texana que fue jockey entre 2003 y 2008 antes de dedicarse a la representación. Confió en sus condiciones, leyó un buen futuro.

El puertorriqueño decidió dedicarse a este oficio a finales de 2019. “Los caballos son mis animales favoritos. Cuando era niño e iba en el auto con mis padres, ellos me señalaban los caballos cuando pasábamos por un campo y yo enseguida decía: ‘¿Dónde, dónde?’ Siempre han estado en mi corazón”, recrea como los primeros acercamientos. Más tarde, llegaron aquellas imágenes en el televisor. “Un día estaba viendo carreras y dije: ‘Quiero hacer eso’. Fui al hipódromo al día siguiente, busqué todo tipo de información y ahí comenzó todo”, sintetiza.

En su debut en una carrera de la Triple Corona, Jaime Torres condujo al triunfo de punta a punta a Seize the Grey, en el Preakness Stakes (G1) de Pimlico.
En su debut en una carrera de la Triple Corona, Jaime Torres condujo al triunfo de punta a punta a Seize the Grey, en el Preakness Stakes (G1) de Pimlico. - Créditos: @SAMUEL CORUM

Cursó seis meses la Escuela Vocacional Hípica Agustín Mercado Reverón de Camarero, la pista al este de la capital donde, no obstante, nunca llegó a competir. Egresó en 2022 y pensó en grande. Se mudó a Florida para trabajar para otro inmigrante, el entrenador Saffie Joseph Jr., de Barbados. Sus inicios fueron, como para tantos, en Gulfstream Park, al norte de Miami. Participó de su primera carrera el 12 de agosto de aquel año montando a la argentina Simplify, que llegó quinta entre seis. Su primer éxito llegó al mes siguiente, el 17 de septiembre, a bordo de Takestwotowiggle, en lo que fue su noveno intento. A casi cinco años de descubrir su pasión y a menos de dos de su debut, su primera experiencia en un cotejo de la Triple Corona desbordó las expectativas. Su abuelo, del mismo nombre, había jurado que nunca se subiría a un avión. Ahí estuvo en el hipódromo siendo testigo presencial de la victoria, en su tercer viaje a Estados Unidos. Su nieto le dio el impulso para animarse a volar. Papá también estuvo ahí, de sorpresa.

El triunfo de Seize the Grey y Torres en el Preakness

Tras una temporada inicial con pocos festejos, en el anterior invierno boreal decidió que Nueva York le ofrecía más oportunidad de competir y aprender. Allí conviven gran parte del año los jockeys más renombrados y algunos incluidos en el Salón de la Fama. Y eligió como su centro de operaciones a Aqueduct, el hipódromo en Queens donde este año culminará la gema norteamericana, el 8 de junio, porque Belmont Park está en reparaciones y el Belmont Stakes (G1) se muda ocasionalmente.

Hacia allí irá también Seize the Grey, el potrillo que dio la sorpresa al batir a Mystik Dan, el héroe del Kentucky Derby dos semanas antes. Será la novena pista en la que se presente, en su undécima salida. Tiene cuatro primeros puestos en su legajo para alegría de sus... 2570 dueños. Criado en Kentucky, donde nació el 20 de abril de 2021, al año siguiente fue llevado a las ventas y el martillo se bajó tras un ofrecimiento de 300.000 dólares, impulsado por la confianza que daba la combinación del padrillo Arrogate con una madre por Smart Strike, dos máquinas de ganar. Consignado por Mill Ridge, la compra fue de MyRacehorse, un emprendimiento que sindica caballos y ofrece sus acciones por una aplicación. La carta tapada resultó ganadora, se sabe hoy.

Seize the Grey, a horas de nacer, en 2021

Michael Behrens, fundador y director ejecutivo de la firma, recuerda que se ofreció un 0,02% de Seize the Grey por 127 dólares. Sin descontar los costos mensuales de mantenimiento, el tordillo ya lleva obtenidas ganancias por 1.819.938 de la moneda estadounidense, de los cuales 1.200.000 fueron el premio del Preakness. Dos semanas antes había ganado el Pat Day Mile (G2-1600m) en Churchill Downs, en la misma jornada del Derby. Para MyRacehorse no fue la primera experiencia productiva: Authentic, otro potrillo adquirido de ese modo, ganó el Kentucky Derby de 2020, aunque siendo una de las cuatro sociedades propietarias. Ahora es un triunfo pleno.

Caitlin Dunne, manager de la compañía, conoció de cerca a Seize the Grey antes que sus dueños. Vivió el proceso en Wavertree Stables en Ocala, donde el tordillo comenzó su entrenamiento en el campo de sus padres, Ciaran y Amy Dunne. “Era un poco gordo y chico. Mi papá pensaba que no crecería, pero lo tranquilizaba que era muy calmo. Él siempre sostiene que los caballos con ese tipo de comportamiento se cuidan bastante solos. Con el tiempo parecía que iba a ser bueno, pero hasta que no llegan a la pista no se puede saber si tienen corazón”, rememoró a Bloodhorse. El abultado grupo de patrones no tardó en tener una alegría: en su segunda carrera venció en Saratoga. Había margen para soñar, aunque nadie fuera a hacerlo tanto.

El tordillo Seize The Grey perdió de vista a sus rivales en el Preakness Stakes, en Pimlico.
El tordillo Seize The Grey perdió de vista a sus rivales en el Preakness Stakes, en Pimlico. - Créditos: @Julia Nikhinson

La mayoría de sus dueños no se conocen entre sí, y sólo vieron al caballo por televisión o internet. Cientos de ellos viajaron a Maryland desde otras ciudades de Estados Unidos o Canadá. Mike Dusterhoff lo hizo desde California, en la otra costa, a unos 4500 km. “Nunca pensé que lo vería en persona”, aceptó. Nacido en Washington, ese viaje le permitió reencontrarse con familiares que no había visto en casi 10 años. Janice Mackenzie llegó desde Phoenix. “Siempre me encantaron los caballos y este proyecto me permitió acercarme, aunque la parte más divertida es compartir las mañanas de entrenamiento y todo lo que aprendes viendo sus rutinas”, explicó. Rob Thomsen vive cerca y no lo pensó mucho al ir. “Comprar un caballo así era la única manera de tener esperanzas de vivir de cerca una carrera como el Preakness”, sentenció.

“Que convivan con armonía dos o tres dueños es difícil. ¡Imagínense 2570!”, bromeó Darrell Wayne Lukas, una celebridad que, a los 88 años, se convirtió en el entrenador más longevo en conquistar una carrera de esa Triple Corona. Lukas logró por séptima vez este clásico y quedó a una victoria del récord que ostenta su amigo Bob Baffert. “Sólo estoy a una. Ya se lo advertí. Pienso que quieren deshacerse de mí, probablemente quieren que me retire, pero no pienso que eso pase. Mucho menos ahora”, añadió, entre risas, instantes después de la consagración. “Uno nunca se cansa de esto. Me encanta la competencia”, agregó.

Darrell Wayne Lukas (de sombrero), entrenador de Seize the Grey, recibe el saludo de Bob Baffert, que tiene el récord de ocho Preakness Stakes ganados.
Darrell Wayne Lukas (de sombrero), entrenador de Seize the Grey, recibe el saludo de Bob Baffert, que tiene el récord de ocho Preakness Stakes ganados. - Créditos: @Julia Nikhinson

Detrás de su felicidad había un gesto que no muchos conocen y vale tanto como todas sus medallas. Varios agentes se acercaron los días previos a la carrera para ofrecerle reemplazar a Torres por un jockey más experimentado, pero el cuidador se mantuvo firme. El desenlace fue, también, el éxito de la confianza.