El lado pragmático del DT de Boca, Diego Martínez: “No nos gusta defendernos como lo hicimos, pero hay que ser inteligentes”

Diego Martinez se protege de una salida de la cancha del uruguayo Renzo López, de Independiente del Valle; el director técnico admitió que no le gustó la postura defensiva de Boca en el cierre del partido por la Copa Sudamericana, pero advirtió que
Diego Martinez se protege de una salida de la cancha del uruguayo Renzo López, de Independiente del Valle; el director técnico admitió que no le gustó la postura defensiva de Boca en el cierre del partido por la Copa Sudamericana, pero advirtió que "hay que amoldarse a los contextos". - Créditos: @GALO PAGUAY

Fueron horas complicadas, tensas, desafiantes. Pero Boca dio la cara. Con 18 bajas por diferentes situaciones, incluidas cuatro por una grave falla administrativa (no envió a tiempo a Conmebol el pedido de inscripción de los refuerzos), se sostuvo empatando sin goles en Ecuador frente a Independiente del Valle, en la ida de un dieciseisavo de final por la Copa Sudamericana.

Ante la falta de alternativas, el entrenador Diego Martínez apostó por muchos juveniles. Cuatro fueron titulares: Lautaro Di Lollo, Mauricio Benítez, Julián Ceballos y Jabes Saralegui. Y luego ingresaron Mateo Mendía y Santiago Dalmasso. Todos cumplieron. Sergio Romero elogió sus actuaciones: “Veníamos atravesando algunas situaciones y dimos la cara. Los chicos dejaron de ser chicos e hicieron un gran partido”, comentó el arquero. Y agregó: “Interpretaron el juego. Sabían que no iba a ser fácil. Les dijimos que aprovecharan la oportunidad y lo disfrutaran. Y lo hicieron”.

En el campo de juego se vio un Independiente del Valle timorato y muy errático en el área ajena, pero Chiquito destacó: “Sabíamos que iba a ser difícil la altura. Ellos son un buen equipo, juegan bien al fútbol, están trabajados”. Pero las veces en las que Romero se revolcó para impedir la caída de su valla fueron ante remates desde fuera del área, que tuvieron mala puntería o, en su mayoría, fueron al medio del arco.

Sin adentrarse en el tema más llamativo de estos días, Romero se refirió al hecho de no haber contado con los nuevos compañeros que llegaron al club, a raíz de una falla administrativa. “Fue raro lo de los refuerzos, pero lo asimilamos rápidamente. Nos dimos cuenta de que no se podía hacer nada y dimos la cara. Gracias a Dios, nos vamos contentos”, se limitó a expresar.

En relación con eso mismo, Marcos Rojo apuntó: “Nosotros teníamos la cabeza puesta sólo en el partido. Tenemos un gran grupo, un gran plantel. Estábamos convencidos de que íbamos a estar a la altura con los chicos del club que se entrenan día a día para mostrar lo que saben. Hicimos un gran esfuerzo”.

Más tarde, Diego Martínez se refirió a esa cuestión. “Todos somos parte. Ante situaciones en la vida donde surgen problemas, hay dos opciones: quedarse lamentándose y buscando culpables –y no lo hacemos porque todos somos Boca–, y afrontarlas y mirar adelante. Tener este tipo de líderes, como Luis [Advíncula], como Marcos Rojo, como Sergio Romero, que motivan a toda hora. Tener este tipo de jugadores es lo mejor que a uno puede pasarle como entrenador”, valoró.

También tuvo palabras para analizar el partido: “Las sensaciones son positivas. Veníamos a jugar ante un rival que trabaja de buena manera desde hace años. Se hace fuerte como local. Pero sabíamos que la altura iba a jugar un papel importante. Teníamos que hacer tenencia. Sufrimos en algunas jugadas, pero también tuvimos chances claras. Sabíamos que en transiciones ofensivas íbamos a tener muchos espacios. Creo que a partir de eso el equipo generó situaciones y pudo ponerse en ventaja. Sí es verdad que no es lo que más nos gusta defendernos como lo hicimos al final, pero cuando tocan partidos como éste hay que ser inteligentes y amoldarse a los contextos”.

Por ventaja deportiva a raíz de estar disputando desde la etapa de grupos la Copa Sudamericana, Boca definirá el próximo miércoles en la Bombonera, donde se aguarda un clima de entusiasmo tras el 0 a 0 de este miércoles en Quito. Para ese cruce Martínez dispondrá de Guillermo “Pol” Fernández (no pudo jugar en Ecuador por acumulación de tarjetas amarillas) y, quizás, de Edinson Cavani, que no viajó, por una molestia en el cuádriceps derecho.