Parecidos, pero diferentes: Dogos XV marca el camino entre las franquicias argentinas
La escisión de Jaguares derivó en un reparto de jugadores pretendidamente equitativo. Más allá de las diferencias geográficas (Buenos Aires para un lado, Córdoba para el otro y el resto del país distribuido entre ambos), la sensación que dejó el primer partido en la historia entre dos franquicias profesionales de la Argentina es que Dogos XV alcanzó mucho más rápido la solidez y el status de equipo, mientras que Pampas sigue en proceso de formación.
Con un jugador menos desde el inicio del segundo tiempo, la victoria de Dogos XV por 29-11 no hizo sino acrecentar la superioridad con que por antecedentes llegaron al CASI para abrir la quinta fecha del Super Rugby Americas. En el festejo de cada pelota recuperada, cada tackle contundente se refleja el espíritu con que sale a jugar cada uno. El conjunto cordobés mostró mayor ímpetu, sobre todo a la hora de imponer rigor físico, dominó los aspectos fundamentales del juego y hasta se floreó por momentos para imponerse con claridad.
El triunfo le permite a Dogos XV mantenerse en la cima del certamen, mientras que Pampas sumó su segunda caída y quedó todavía más rezagado, fuera de la zona de semifinales. Más preocupante es la falta de intensidad y la sumatoria de errores no forzados que se repiten fecha a fecha y lo alejan del potencial que prometen varias de sus individualidades.
Más allá de la extrañeza de jugar un jueves (forzado por el festival Lollapalooza en el hipódromo que tachó el fin de semana), hubo una aceptable concurrencia en la mítica tribuna del CASI. Unos 2400 espectadores, según estimaciones oficiales, apenas algo menos que en el debut en casa ante Raptors. Muchas familias, muchas chicas que venían de hacer entrenamiento de hockey y la presencia estelar de los Pumas 7s, requeridos por todos los chicos para sacarse fotos. El más buscado, obviamente, fue Marcos Moneta. Un entorno bien amateur para un partido profesional, que le da a Pampas un marco familiar y ameno.
Lo mejor del partido
Guns n’ Roses en los altoparlantes y pirotecnia le dieron a la salida de Pampas un toque de espectáculo al encuentro. Los que salieron más encendidos, no obstante, fueron los cordobeses. Los Dogos eran favoritos por antecedentes, ya que venían de vencer a Selknam, equipo que había derrotado con contundencia a Pampas y llegaban como líderes del certamen, aunque con un partido más que Peñarol, el único invicto. Esa presunción se cumplió en el comienzo.
A los tres minutos, una gran jugada de toda la cancha en la que participaron el fullback Julián Hernández y el medio-scrum Agustín Moyano terminó con el wing Mateo Soler aterrizando en el in-goal. Un try espectacular que auguraba un partido atractivo.
Los dos equipos tienen propuestas similares y, con matices, intentan replicar la línea de juego que hace un tiempo impera en los seleccionados argentinos. La diferencia es que los cordobeses lograron afirmarse mucho mejor sobre los pilares del juego: la defensa, el scrum, el maul (donde marcó muchas diferencias) y especialmente en el punto de contacto. Eso le permite jugar con impulso y capitalizar las destrezas de sus backs, que nada tienen que envidiarle a los de Pampas, de mayor renombre. En la noche del jueves, el entrenador Nicolás Galatro (porteño) alineó a tres cordobeses, dos mendocinos, un rosarino y un salteño en una línea de backs bien federal.
Parecía que Pampas tomaba las riendas del partido gracias a que empezó a imponer algo de rigor con los forwards y hasta llegó a empatar (8-8) gracias al try de Benjamín Elizalde cuando jugaban con uno más, pero sobre el final volvió a pegar Dogos: penal, line, un maul arrasador y una gran definición del apertura rosarino Juan Bautista Baronio, de gran actuación. Al descanso se fueron 15-8. Dogos volvió a golpear a poco de iniciado el segundo tiempo, esta vez con la fórmula del line, el maul y el pick-and-go.
Pampas tuvo la virtud de no darse por vencido. Pero cada vez que iba chocaba con la defensa de Dogos y con su propia impericia. Las fallas en el line-out y las pérdidas de pelota en el contacto fueron dos fallas en las que ambos cayeron, pero los locales con mucha más asiduidad.
El 22-11 quedó clavado en la chapa durante largos minutos. El público cambió entusiasmo por impaciencia. En el fervor de la hinchada, como se vio en los partidos que jugó en Tala, Dogos también marca distancias. A cinco del final llegó el golpe de gracia, anotado por Valdés Irribaren, con la misma fórmula que el try anterior. Nada vistoso, pero efectivo. Con su impronta, Dogos empieza a marcar el camino entre las franquicias argentinas.
La síntesis
Pampas: Juan Ignacio Landó; Benjamín Elizalde, Felipe de la Vega, Manuel Alfaro y Tomás Passaro; Joaquín de la Vega y Rafael Iriarte; Jerónimo Ureta, Santiago Ruiz (c) y Nicolás D’Amorim; Federico Lavanini y Rodrigo Fernández Criado; Javier Coronel, Ramiro Gurovic y Rodrigo Martínez. Entrenador: Carlos Ignacio Fernández Lobbe.
Cambios: ST 9m, Miguel Prince por Coronel; 20, Lorenzo Colidio por Lavanini, Joaquín Lamas por J. de la Vega y Mateo Albanese por Iriarte; 23, Iñaki Delguy por Alfaro, Valentino Minoyetti por Gurovich y Javier Corvalán por Martínez; 25, Manuel Bernstein por Fernández Criado y Coronel por Prince.
Dogos XV: Julián Hernández; Mateo Soler, Faustino Sánchez Valarolo, Leandro Gea Salim y Ernesto Giúdice; Juan Bautista Baronio y Agustín Moyano; Efraín Elías, Ignacio Gandini y Manuel Todaro; Franco Molina (c) y Lautaro Simes; Octavio Filippa, Boris Wenger y Santiago Pulella. Entrenador: Nicolás Galatro.
Cambios: PT 30m, Román Pretz por E. Giúdice (temporario). ST 4m, Pretz por E. Giudice; 7, Gregorio Hernández por Simes; 17, Aitor Bildosola por Todaro; 20, Valentino Dicapua por Baronio; 23, Ramiro Valdés Irribaren por Filippa; 24, Juan Cruz Strada por Moyano; 27, Tomás Bartolini por Wenger; 29, Franco Giúdice por J. Hernández.
PT: 3m, try de Soler (D); 10, penal de Baronio (D); 26, penal de J. de la Vega (P); 33, try de Elizalde (P); 37, gol de Baronio por try de él mismo (D).
Amonestados: 32m, Pulella (D); 39, Ureta (P).
ST: 1m, penal de J. de la Vega (P); 12, gol de Baronio por try de Gea Salim (D); 36, gol de Dicapua por try de Valdés Irribaren (D).
Expulsado: 1m ST, Pulella (D). Amonestado: 33m, D’Amorim (P).
Cancha: CASI
Árbitro: Francisco González (Uruguay)