“No tenemos muchas opciones”: por la crisis, otro colegio bonaerense anunció un cierre parcial
Por estas horas, esta es la noticia más temida para los padres. Que el colegio al que asisten sus hijos, finalmente, comunique que no continúa el año próximo. En estos días les tocó esta situación a las familias de la Nueva Escuela Spegazzini, en la localidad bonaerense de Carlos Spegazzini, en el partido de Ezeiza. El viernes el colegio convocó a los padres del nivel inicial y del secundario vespertinos a una reunión. Y les informó la decisión de avanzar con un cierre parcial del establecimiento: esto significa, no continuar con esos turnos el año próximo, ante la baja en la matrícula y la enorme morosidad en las cuotas, cercana al 45%.
Los padres, que ya imaginaban que esa noticia era inminente, se reunieron una hora antes en la puerta del colegio, ubicado en Pampa de Achala 696, y realizaron un abrazo para visibilizar la crítica situación del establecimiento y solicitar que las autoridades municipales y de la provincia intervengan.
“Algunos [alumnos] van a ser reubicados en los cursos de la mañana, porque también muchas familias nos han comunicado la decisión de no continuar el año que viene, tanto a la tarde como a la mañana, ya que decidieron cambiar a sus hijos a una escuela pública, explicando que el aumento de la cuota no era algo que podían sostener. Y los entendemos, pero lamentablemente no tenemos muchas opciones”, explica María De Sarro, directora del nivel primario del establecimiento. Y agrega: “Tenemos, como nunca en nuestra historia un nivel de morosidad del 45% del alumnado. Y esto pese a que la cuota no es tan elevada, incluso es menor a la de colegios que cuentan con subvención. Pasamos de una cuota de 18.000 pesos en marzo a una de $32.000, que no es tan elevada, pero para muchas familias se volvió inaccesible”, explica la directiva.
Ocurre que los aumentos en las cuotas a lo largo del años fueron prácticamente todos los meses. De hecho, el viernes último el gobierno de la provincia de Buenos Aires autorizó un nuevo incremento, de un 11% promedio, en el valor de los aranceles de noviembre.
La mayoría de los alumnos de la Nueva Escuela van a ser reubicados en el turno mañana, que pasará a tener unos 37 alumnos en cada aula. “Los padres están preocupados. Pero lo cierto es que esta es la salida más viable que encontramos para evitar el cierre. Nos vamos a ocupar de acompañar a las familias y lograr que todos los chicos queden reubicados”, explica De Sarro.
Los padres habían realizado el primer abrazo el 12 pasado, cuando las autoridades del colegio les informaron que se estaba evaluando esa posibilidad. Según explican los directivos, en agosto enviaron las comunicaciones a las familias para que notificaran si seguían o no sus hijos el año próximo. Pero, ante la falta de respuestas y con el gran atraso en el pago de las cuotas, la situación se tornó muy incierta. Por eso, la confirmación de la matrícula para el año que viene se prorrogó hasta septiembre, pero el panorama fue similar.
Por eso, con mucho pesar, las autoridades terminaron tomando la decisión de avanzar con un cierre parcial del colegio. “Desde 2021 estamos pidiendo ayuda al Ministerio de Educación de la provincia. Presentamos toda la documentación, pero no tuvimos nunca una respuesta. Hoy no tenemos ningún aporte del Estado y esta situación se volvió insostenible”, dice la directora.
Según fuentes de la Dirección de Cultura y Educación bonaerense, se está analizando la nómina de cargos y funciones susceptibles de subvencionar. “Haremos todo lo posible para colaborar, como hacemos con miles de instituciones bonaerenses”, indicaron.
Otro caso
No se trata de la única institución que se encuentra en estas condiciones de no poder seguir adelante con el proyecto escolar por la crisis económica, los aumentos de precios, la inflación, las paritarias docentes y la pérdida del poder adquisitivo de las familias.
Este nuevo cierre se suma a los anunciados la semana pasada, por un tradicional colegio bilingüe de Quilmes que decidió cerrar después de 85 años en la enseñanza, lo mismo que un Jardín de infantes bilingüe de Recoleta, el Cinderella-El Centavo, que funciona en Juncal 1264. La semana anterior, otros dos establecimientos de Olivos habían anunciado que se fusionarían como estrategia para seguir adelante. Y no son las únicas instituciones que están evaluando cómo seguir adelante.
Desde la Asociación de Institutos de Enseñanza Privada de la Provincia de Buenos Aires (Aiepba) lamentaron la noticia y recordaron que desde hace meses, junto a la Junta Nacional de Educación Privada, vienen advirtiendo de esta problemática, que, según expresa el secretario ejecutivo, Martín Zurita, sería la situación de muchos otros colegios que se encuentran al borde del cierre por el ahogo económico. “En los próximos meses van a ser muchas las instituciones que enfrenten situaciones similares. Muchos colegios están cerrando cursos, unificando niveles y buscando la forma de seguir adelante, con una situación desesperante”, apunta.
Mientras que las escuelas del segmento ABC1, que no cuentan con aportes del Estado, tienen dificultades para cerrar el acuerdo escolar con las familias y así consensuar los valores del año que viene, tras recibir el rechazo por haber propuesto cuotas excesivas.
En tanto, las escuelas privadas que atienden a familias de clase media y media baja, pero que no reciben aportes del Estado, se encuentran en muchos casos al borde del cierre. Hasta ahora, el eje de la crisis tenía que ver con el pago de los salarios, que representa entre el 80% y el 90% del presupuesto escolar. Ahora, se le suma el componente de los aumentos en el valor de los alquileres. Por eso, para muchas instituciones el panorama resulta incierto.
“El aumento que se aprobó el viernes, del 11% llega luego de que Aiepba solicitó a las autoridades educativas una actualización teniendo en cuenta que desde el año pasado se ha registrado un ‘desequilibrio’ entre el aumento de los salarios docentes y las tarifas de los colegios privados de un 66% de diferencia nominal”, describe Zurita.
Según las estimaciones que hizo la entidad que agrupa a más de 2300 centros de enseñanza de todos los niveles en Buenos Aires, entre diciembre de 2021 y octubre de 2023, la inflación fue del 311%, los incrementos salariales que se dieron en paritarias acumularon 364% y los aranceles subieron 268%. “Otra vez esta autorización para una mejora en los aranceles queda debajo del aumento de los costos de los servicios en general y los salariales en particular, que deben afrontar las escuelas”, señaló Zurita.
“Cada vez se amplía más la brecha entre lo que pueden cobrar los colegios y los incrementos en costos de las instituciones que presentan severas dificultades para funcionar. En menos de dos años, la capacidad operativa económica de los centros educativos de gestión privada perdieron 43% en relación con la inflación de ese período”, explicó Zurita.