No, Rafael Nadal no es el mejor tenista de la historia, a menos que tu opinión sea machista

Portada del periódico deportivo español AS tras la conquista del Abierto de Australia por Rafael Nadal. REUTERS/Juan Medina
Portada del periódico deportivo español AS tras la conquista del Abierto de Australia por Rafael Nadal. REUTERS/Juan Medina

Recién estaba platicando con una amiga sobre la audacia que tienen muchos hombres (casi siempre blancos y casi siempre heterosexuales) de opinar a la menor provocación y hacer una afirmación sobre un tema del que no son para nada expertos sin dudar ni un segundo. Nos reímos sobre esta gran seguridad con la que crecieron para opinar sin ser contradecidos o interrumpidos y casi siempre ser congratulados por compartir lo que piensan.

Yo por ejemplo, como periodista no me doy el lujo de hacer tantas aseveraciones sin sustento en mi día a día y menos en la parte profesional. Yo, como muchas más mujeres que conozco de mi edad, intentamos asegurarnos que lo que decimos -aún cuando es nuestra área de especialización- tiene sustento y si no, mejor nos lo reservamos. Luego hasta para escribir dudamos, más en publicarlo y todavía más en enseñarlo.

Yo, que no me especialicé en periodismo deportivo, jamás me atrevería a decir algo así en público que Rafael Nadal inventó el tenis, por ejemplo. “¡Qué bárbara!”, pensará usted qué cómo voy a decir semejante falacia (siento que en un mundo poético y lleno de figuras podría atreverme a decir que Nadal reinventó el tenis o algo así).

Entonces, ¿por qué alguien diría en un titular impreso en grande que Rafael Nadal es el "mejor tenista de todos los tiempos"? (¿Acaso estuvieron en todos los tiempos? ¿Y yo soy la poética?) O, que es "El tenista con más títulos de Grand Slam en la historia". El peor, este: "Nadal gana más Grand Slam que nadie".

Pronto vi que varias personas empezaron a mencionar a Steffi Graf, a Serena Williams y a Margaret Court, de quienes tenía más o menos noción. También le pregunté a la periodista deportiva Yarek Gayosso -que ha cubierto WTA Finals y torneos ATP-, para informarme más sobre los Grand Slam, Nadal y si era cierto todo esto que decían sobre este hombre que parecía haber impresionado a tanto periodista deportivo a cargo de los titulares como para ni revisar los datos en la historia.

Serena Williams en el Abierto de EEUU en 2019. (Foto: Tim Clayton/Corbis via Getty Images)
Serena Williams en el Abierto de EEUU en 2019. (Foto: Tim Clayton/Corbis via Getty Images)

Frente a Novak Djokovic y Roger Federer, Nadal "conquistó" más Grand Slam que ellos por uno. Es decir, consiguió 21 mientras que los otros 20 en la categoría varonil. ¿Eso lo hace el tenista más grande de la historia? ¿O con más grand slam que "nadie"?

No, de acuerdo con los datos. Tres mujeres están sobre estas cifras: Margaret Court con 24 títulos, Serena Williams con 23 y Steffi Graf con 22. Y estos datos son públicos y están en los registros.

La tenista australiana Margaret Court en el torneo de Wimbledom de 1970.  (Foto: Pictorial Parade/Getty Images)
La tenista australiana Margaret Court en el torneo de Wimbledom de 1970. (Foto: Pictorial Parade/Getty Images)

Los periodistas deportivos que hicieron estas afirmaciones en titulares impactantes para muchísimos lectores -¡y muchísimas lectoras!- podrán argumentar que se referían al mejor tenista en la rama varonil y que la palabra “varonil” para diferenciar no cabe en el titular. (No así cuando se trata de enfatizar cuando las mujeres juegan o compiten en algún deporte, siempre agregan el “femenil”).

Vale, no cabe en el periódico, pero el meollo del asunto es ese “nadie” y lo muy invisibles que han sido muchas mujeres a través de la historia. A veces, para estos ejemplos, recordamos a mujeres elementales. Como Leona Vicario o Josefa Ortiz de Domínguez, 'La Corregidora', de quienes casi no se menciona su rol protagónico en la Independencia de México y muy recientemente se ha reivindicado la importancia de sus acciones para ese hito.

La tenista alemana Steffi Graf of Germany en el Abierto de EEUU de 1986. (Foto: Trevor Jones/Allsport/Getty Images)
La tenista alemana Steffi Graf of Germany en el Abierto de EEUU de 1986. (Foto: Trevor Jones/Allsport/Getty Images)

O, cuando pensamos en cómo surgió el rock and roll, la bluesista Sister Rosetta Tharpe casi no aparece en las respuestas. Pero no vayamos tan lejos: ¿cuántas mujeres que realizan actividades cotidianas son muy esenciales y al mismo tiempo invisibilizadas y que hasta se dan por hecho?

No es casualidad cuando se mira quién y cómo se ha contado la historia. Pensemos que las mujeres antes no tenían ni derecho a asistir a las universidades. A Marie Curie se le negó su ingreso a la Academia Nacional de Ciencias de Francia en 1911 por ser mujer , el mismo año que obtuvo su segundo premio Nobel en química.

Todo el tiempo, aún en el año 2022 definitivamente hay gente obteniendo logros por primera vez, no hay duda. En 2022 por ejemplo, hay mujeres haciendo cosas por primera vez, como Ngozi Okonjo-Iweala nombrada la primera mujer en ser directora general de la Organización Mundial de Comercio (OMC) el año pasado. O tan solo veamos a Estados Unidos y México que nunca han tenido una mujer presidenta. Y así nos podemos ir por primeras veces no obtenidas todavía.

Mi colega Yarek dijo algo muy importante al platicar de esto: Se están haciendo esfuerzos en México por traer tenis femenil, como en noviembre pasado que Guadalajara albergó el mejor torneo de tenis femenil en el mundo después de los 4 Grand Slam (Australia, Roland Garros, Wimbledon y Estados Unidos).

"Eso ayuda a tener referentes en la rama femenil", me dijo. Y esos referentes son los que inspiran a más niñas, adolescentes y mujeres a jugar tenis. A buscar el deporte. A querer ser como ellas. Como alguien que finalmente las represente. Como así lo fue Marie Curie para millones de científicas, como así lo fue Billie Jean King para las nuevas tenistas o como Serena para nuevas generaciones en un deporte al que se le ha acusado de ser elitista y excluyente.

Un deporte que premiaba en 1884 a las mujeres tenistas en Wimbledon con una canastilla de plata con flores y que si se desmayaban al jugar, era por “ser frágiles” y no por el corset y faldas largas que usaban obligatoriamente. Y así, buscando en la historia del tenis aprendí que la primera mujer en ganar el nada menospreciable trofeo floreado en la categoría femenil en Wimbledon fue Maud Watson.

Este es un llamado a que todes revisemos en nuestras ramas la historia de mujeres que han sido invisibilizadas, ya sea en el día a día o en sus hitos y les demos el reconocimiento que merecen.

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