Nery Castillo, el 'fenómeno' por el que México peleó y todo acabó en decepción
Nery Castillo pintaba para tener una carrera deportiva de grandes dimensiones y todo terminó en el olvido. Nery era un futbolista diferente que emocionó a los aficionados mexicanos mientras vistió la camiseta azteca. Las ilusiones fueron depositadas en un jugador que apenas y se le notaba su acento mexicano, pues la primera etapa de su vida la desarrolló en Uruguay, para después emigrar a Grecia y convertirse en ídolo del Olympiacos.
Casualidad o no, Nery nació en México, gracias a que su padre fue futbolista profesional y jugó para el Atlético Potosino. A muy temprana edad sus padres y él viajaron de regreso a Uruguay, a seguir con su vida común. Castillo tenía el futbol en sus pies, lo heredó del padre. Su sueño para ser futbolista inició cuando se convirtió en canterano del Danubio, de la liga uruguaya. Las oportunidades llegaron y fue el Olympiacos de Grecia quien lo contrató a los 16 años de edad.
Con ellos comenzó a destacar, para después ser un mítico de la institución con localidad en El Pireo. Durante su estancia en territorio griego pudo conseguir siete ligas y mover las redes en 47 ocasiones. Las noticias llegaban al continente americano desde el Viejo Continente: un mexicano-uruguayo la rompía en el Olympiacos de Grecia. Era tiempo para que el Tricolor amarrara a un futbolista que competía en Grecia y en la Champions League. Nery tuvo la baraja abierta, era su decisión elegir a quién representaría en el plano nacional: Grecia, Uruguay o México.
En ese entonces, la selección mexicana era eliminada de la Copa Mundial de Alemania 2006 al caer en octavos de final ante Argentina. Posterior a ello, Hugo Sánchez llegó al banco del Tri, con las expectativas altas y con la promesa de buscar un campeonato mundial.
Con eso en la mira, Sánchez convenció a Nery de jugar con la verde: “Es el responsable de que fuera a la selección. Para mí, fue el mejor director técnico que tuve en el tema grupal y también como persona”, comentó Castillo en una entrevista a Infobae.
De esa manera, la Copa América de Venezuela en 2007 fue el primer escenario que Castillo tendría para mostrarse ante la fanaticada mexicana. En el Grupo B, México compartía sector con Brasil, Chile y Ecuador. En el primer cotejo, el Tricolor enfrentaría a La Canarinha comandada por Dunga. En el minuto 24, Nery recibió un pase dentro del área, bombeó el esférico sobre sus rivales y empalmó el balón para dejarlo al fondo del arco. El encuentro culminó 2 a 0 a favor de los mexicanos. Al final del campeonato, el Tricolor compitió por el tercer lugar y venció a Uruguay 3 a 1. Esa Copa América le sirvió a Castillo para ser referente del ataque mexicano.
Todo marchaba viento en popa para el seleccionado nacional, pero una rueda de prensa detonó la guerra entre Nery Castillo y los medios de comunicación. Ya con Sven-Göran Eriksson al frente de la selección mexicana tras la destitución de Hugo Sánchez, México tendría que enfrentar a Costa Rica. Las críticas se enfocaron hacia el jugador que ahora jugaba en el Shakhtar Donetsk de Ucrania, debido a un retraso en su presentación para los entrenamientos.
Las preguntas y respuestas de Nery con los reporteros subían de tono en cada contestación. En ese momento la calentura del futbolista no pudo más: “Ustedes están contentos cuando la selección no va bien. Nosotros los futbolistas sabemos más que ustedes. En los demás países critican otras cosas”, y soltó la declaración que lo sepultaría: “¿Sabes cual es la diferencia?, que yo estoy en Europa y tú estás en México, siempre te vas a quedar aquí en México”, comentó.
Con el paso del tiempo, Javier Aguirre suplió al estratega sueco. El Vasco tomó a sus jugadores de garantía para enfrentar las eliminatorias para el mundial de Sudáfrica 2010. El timonel olvidó a Nery Castillo y a partir de ahí fue borrado de la selección. Previamente Castillo tuvo un paso por el Manchester City, donde no pudo destacar y regresó a Ucrania, pero esta vez con el F. C. Dnipró. En 2010 viajó a la MLS, con el Chicago Fire, ahí tampoco consiguió gran cosa y regresó a Grecia con el Aris Salónica.
En su intento por limar asperezas con la afición mexicana, en 2012 llegó a los Tuzos del Pachuca para posteriormente ser cedido al León. En los clubes de Grupo Pachuca solo pudo anotar una vez. El último equipo en la carrera de Nery fue el Rayo Vallecano y marcó dos goles en una temporada. Después el retiro fue inminente. El fallecimiento de sus padres fue en gran medida, el responsable del bajón futbolístico de Castillo.
La actividad que ahora realiza Nery Castillo está ligada al futbol, su ejercicio ahora es como representante de futbolistas.