La muerte de Alejandro Cohn: quiénes son los tres médicos condenados

El juez Facundo Ocampo, titular del Juzgado Correccional N°4 de San Isidro, en la audiencia de esta mañana
El juez Facundo Ocampo, titular del Juzgado Correccional N°4 de San Isidro, en la audiencia de esta mañana - Créditos: @Alejandro Guyot

Casi nueve años después de la muerte de Alejandro Cohn, seis médicos escucharon hoy la sentencia en la finalización del juicio que los tenía como acusados de homicidio culposo del joven, que tuvo una descompensación diabética en la vía pública y falleció el 29 de julio de 2015. Había ingresado lúcido a la guardia del hospital municipal Melchor Posse, de San Isidro, y terminó postrado en una cama con muerte cerebral y múltiples lesiones que no lograron explicarse durante todo el proceso judicial.

Esta mañana, los tres médicos a cargo de la guardia del Hospital Municipal Melchor Posse, de San Isidro, y responsables de la atención de Alejandro Cohn, que murió el 29 de julio de 2015 dos días después de haber ingresado por un cuadro de hipoglucemia, fueron hallados culpables de homicidio culposo. Los tres condenados fueron los médicos Marcelo Toro Solano, Ana María Sánchez y Carla Setti.

Mientras que Martín Montagna, María Soledad Seijo y María Quiroga, los otros tres médicos que llegaron imputados al tramo final del juicio, fueron absueltos. Semanas atrás, en la audiencia de alegatos, ya habían sido absueltos Maximiliano Ragazzoli, Darío Ricardo Campos y Marina Vogelin.

Marcelo Toro Solano

Marcelo Toro Solano estaba a cargo de la ambulancia que asistió a Cohn cuando se descompensó en la vía pública. Recibió la pena de tres años y seis meses de prisión y siete años de inhabilitación para ejercer la medicina.

Toro Solano era quien estaba en la ambulancia que asistió a Cohn tras su descompensación el 27 de julio de 2015 cuando se dirigía en moto a jugar un partido de fútbol con amigos. El médico tomó contacto con el paciente, supo que tenía náuseas y que era diabético insulinodependiente. En su acusación Molina Pico consideró que Toro Solano no brindó la atención necesaria en una emergencia menor, que terminó convirtiéndose en un cuadro fatal para la víctima. Por eso pidió la pena más alta.

Según la cronología del fiscal, el médico estuvo en contacto directo con el paciente sin brindarle los cuidados pertinentes. Durante la etapa de instrucción Toro Solano dijo que “constató el estado de salud del paciente y lo dejó asentado en la historia clínica”, que el paciente “llegó estable y consciente al hospital” y luego lo trasladó “al shockroom informando a los médicos de guardia que lo había notado deshidratado”. Pero en el requerimiento de elevación a juicio de la fiscal Carolina Asprella, en 2019, se lo acusó de “actuar negligentemente al no realizar ninguna conducta médica tendiente a diagnosticar, tratar y compensar al paciente”. También se lo imputó por “no dar indicaciones terapéuticas ni seguimiento” con una “omisión diagnóstica y terapéutica”.

Toro Solano fue el más apuntado por la fiscalía al momento de los alegatos. Para Molina Pico quedó demostrado que el servicio de asistencia llegó a las 21 con el médico a cargo de la ambulancia y Cohn, entre las 21 y las 21.38, estuvo bajo la esfera directa del profesional. “No tuvo ningún tipo de atención primaria ni en el hospital ni en la guardia. Alejandro yace en el box A, nada más”, sostuvo el funcionario.

Según el fiscal, Toro Solano “estaba en condiciones de poder realizar el auxilio, estaba en una ambulancia que tenía los insumos necesarios para la atención de un cuadro simple y no lo hizo”. En sus argumentos, se preguntó: “Si hacía otra cosa, ¿la muerte se producía de todas formas o se evitaba? La pregunta es el centro de todo y por lo que vemos, si intervenía en la emergencia médica en el lugar, se evitaba la muerte. Si Toro Solano decía cómo atenderlo, la consecuencia hubiese sido otra”.

Ana María Sánchez

Ana María Sánchez es una de las médicas de guardia que debió haber asistido en los consultorios de guardias Alejandro Cohn. Recibió la pena de un año y ocho meses de prisión de ejecución condicional y cinco años de inhabilitación para ejercer la medicina.

Sánchez recibió al paciente en la sala de terapia intensiva antes de su derivación al shockroom.

Carla Setti

Carla Setti es la otra médica de guardia. También recibió la pena de un año y ocho meses de prisión de ejecución condicional y cinco 5 años de inhabilitación para ejercer la medicina. Setti, junto a Sánchez, recibieron a Alejandro Cohn en la sala de terapia intensiva.

El caso

Alejandro Cohn, hermano del reconocido cineasta Mariano Cohn, tenía 35 años cuando murió por un cuadro de “encefalopatía hipoxico-isquémica”, o muerte encefálica que pudo haberse producido por diferentes motivos. Pero de acuerdo con el testimonio de Cristina Bustos, la médica forense del Poder Judicial de la Nación que realizó la autopsia del cuerpo, pudo haberse producido por no haber atendido a tiempo la descompensación diabética.

“Hubo un episodio de diabetes que desencadenó un cuadro de urgencia. Un episodio diabético, si no se atiende bien, puede provocar sucesos que lleven a la muerte cerebral. Un episodio diabético requiere atención urgente y en la historia clínica no hay constancia de que eso haya ocurrido”, declaró Bustos.

Cohn se encontraba lúcido al momento de ingresar a la guardia y habló con su familia por teléfono. Estaba “ubicado en las tres esferas” (nombre, fecha y localización) lo que le permitió responder las 15 preguntas de la Escala de Coma de Glasglow, utilizada para evaluar el nivel de conciencia y el estado neurológico de un paciente con una posible lesión cerebral. Cuatro horas después tenía muerte cerebral e internado en terapia intensiva. Dos días más tarde moría en el Hospital Italiano, donde había sido trasladado a pedido de su familia. Allí se comprobó que, además, tenía fractura en la clavícula derecha, lesiones en la parrilla costal del lado derecho, luxofractura y separación intervertebral en la zona cervical y lumbar, y una escoriación en el cuero cabelludo. Todas lesiones compatibles con una caída producida durante su internación, tal como sugirió Bustos.