Martín Demichelis dirige contra Sarmiento su último partido y se va: las razones de un final anunciado

Final anunciado: Martín Demichelis se irá mañana de River, después de dirigir frente a Sarmiento por la Liga Profesional.
Final anunciado: Martín Demichelis se irá mañana de River, después de dirigir frente a Sarmiento por la Liga Profesional. - Créditos: @LA NACION/Gonzalo M. Colini

Se trata de un final anunciado. Cuando se rompe la armonía entre un DT (nacido en la casa y que le dio a River un fútbol de alto vuelo largo tiempo atrás) y la gente, no hay marcha atrás. Unos minutos antes de las 19 de este sábado, River comunicó que Martín Demichelis dejará de ser el director técnico este domingo, luego del partido que el equipo millonario jugará ante Sarmiento en el estadio Monumental, por la octava fecha de la Liga Profesional. La entidad lo anunció en un comunicado.

“A partir de una decisión tomada de común acuerdo con las máximas autoridades del Club, Martín Demichelis ha dejado su cargo de entrenador del plantel profesional”, informó, con el verbo en pasado, como si ya hubiera ocurrido la salida del entrenador. “Dirigirá este domingo su último partido como entrenador del primer equipo. River Plate agradece a Demichelis por su enorme profesionalismo, compromiso y respeto a nuestra camiseta, y los tres títulos obtenidos. Asimismo, les desea tanto a él como a los integrantes de su cuerpo técnico todos los éxitos en los siguientes pasos de su carrera”. Javier Pinola y Germán Lux, quienes estaban en Núñez y se sumaron a su gestión, también tienen fecha de salida.

Este viernes, luego de los trabajos en River Camp, se dio una primera y decisiva charla con los integrantes de la secretaría técnica. Desde que perdió contra Godoy Cruz (2-1 en Mendoza, con una actuación propia de final de ciclo) el miércoles pasado, el DT siempre dejó en claro que no tenía la idea de presentar su renuncia y que apostaba a torcer una historia que, para gran parte de la Comisión Directiva, ya estaba terminada. Demichelis quedó muy debilitado, sin sostén dirigencial más allá del fuerte amparo de Matías Patanian, el vicepresidente primero y el hombre más fuerte de la actualidad del fútbol millonario.

No alcanzó ese respaldo. Se tomó una drástica decisión, dos semanas antes del primer encuentro de la serie por los octavos de final de la Copa Libertadores, frente a Talleres. El 14 de agosto, en Córdoba, desde las 21.30, se jugará el primer chico, luego de una magnífica primera etapa, con impactantes números como local. De hecho, alcanzó 20 triunfos seguidos, una serie que se cortó con la derrota frente a Huracán por 2 a 1, por la 12° fecha de la Copa de la Liga pasada.

Al final, Martín Demichelis se quedó solo
Al final, Martín Demichelis se quedó solo - Créditos: @X

A partir del “común acuerdo” se trataría de evitar el costo político y económico de tener que romper el vínculo, algo que en River no ocurre desde 2012 cuando Daniel Passarella despidió a Matías Almeyda. Un siglo. La reunión de este sábado fue con toda la mesa chica de la comisión directiva, no sólo con Jorge Brito, el presidente, que sufre el primer gran impacto de su gestión y que días atrás presentó los refuerzos con la presencia del entrenador, de 43 años. Es, de todos modos, una salida desprolija: si el ciclo estaba cumplido, debió resolverse antes del receso de la Copa América.

No resistió. Es decir, no se opuso, vio que no había vuelta atrás durante la conversación y aceptó la decisión, que lo impactó profundamente en su interior. En su ciclo en el equipo millonario, en el que asumió a principios de 2023, dirigió 86 partidos, en los que consiguió el 66.28% de los puntos. Logró la Liga Profesional 2023, el Trofeo de Campeones 2023 y la Supercopa Argentina 2023.

Otros tiempos, River campeón con Demichelis
Otros tiempos, River campeón con Demichelis - Créditos: @Rodrigo Nespolo

La extraordinaria era de Marcelo Gallardo, con un último año sin títulos, con contratiempos de todo tipo y desgastado en el tiempo, tuvo una continuidad exitosa. Micho, un hombre del club, abandonó su placentera vida en Europa (conducía un juvenil de Bayern Münich, iba y volvía de Alemania a Marbella), se hizo cargo del gigante con el recuerdo fresco del Muñeco y rápidamente salió campeón, con un equipo de alto vuelo. Ese River verdaderamente fue una maravilla.

Le ganó dos veces seguidas a Boca, mantuvo una serie exitosa ante los grandes y consiguió dos estrellas más. Sin embargo, durante casi todo 2024 nunca le encontró la vuelta al equipo, la salida de Nicolás de la Cruz fue un puñal, cambios de nombres y sistemas permanentes, una inesperada caída contra Boca, un par de fracasos fuera de agenda (eliminado por Temperley en la Copa Argentina y derrotado por Riestra en el torneo local), y cuestionado habitualmente por un grupo de hinchas, que se fue acrecentando con el transcurrir del tiempo.

El DT también fue cuestionado por no darle tanto rodaje a Claudio Echeverri
El DT también fue cuestionado por no darle tanto rodaje a Claudio Echeverri - Créditos: @Marcelo Endelli

Primero, en las redes. Luego, en el Monumental. Tal vez, nunca entró definitivamente en el corazón de la gente, pero aquel contrapunto con Enzo Pérez (dio a entender en una charla de café que algunos referentes no iban a seguir en 2024) terminó por derrumbar su liderazgo. Hubo, claro, otras cuestiones: hace tiempo que River es un equipo que no mete miedo. Hubo aplazos compartidos en los refuerzos y las salidas, insistencias en apellidos que no funcionaron y su predilección por Salomón Rondón por Miguel Borja fue toda una declaración de principios.

¿Y ahora? Luego del encuentro contra Sarmiento (se cree que esta situación descomprime el ambiente, más allá de su incómoda presencia en el punto final de su ciclo), los dirigentes empezarán a trabajar contra reloj. Según algunos rumores, Marcelo Gallardo, después del fiasco en Arabia Saudita (30 partidos, con 14 victorias, 13 derrotas y tres empates, en sus 176 días de gestión) cree que es el momento del regreso. El hombre del bronce, en la travesía que más desea: los mata-mata coperos. Lo conmueve el deseo y el dinero no sería un impedimento.