El mal de Boca: las expulsiones en los partidos clave, un problema sin solución

Luis Advíncula se va llorando de la cancha, luego de su expulsión en el inicio del partido ante Cruzeiro
Luis Advíncula se va llorando de la cancha, luego de su expulsión en el inicio del partido ante Cruzeiro - Créditos: @DOUGLAS MAGNO

La historia se repite año a año, copa a copa, eliminación tras eliminación. Las “finales” se definen por detalles y Boca, en los últimos tiempos, ha hecho un culto de la autodestrucción. Desde aquel recordado 9 de di­ciembre en Madrid a la caída de este jue­ves por penales ante Cruzeiro, el Xeneize acumuló más de 15 tarjetas rojas en partidos decisivos en los que logró además apenas dos victorias. La tendencia se acentuó en los últimos dos años, con seis futbolistas expulsados en los últimos 12 compro­misos mata-mata. Un problema sin solución que privó a Boca de vueltas olímpicas y que Martínez deberá corregir de cara a los próximos desa­fíos que se vienen: escalar posiciones en el ámbito lo­cal (está octavo en la Liga Profesional), avanzar de ronda en la Copa Argentina (chocará con Talleres en los octavos de final) y asegurar el pasaje a la Copa Li­bertadores de 2025 (está a dos puntos del último cla­sificado en la tabla anual).

El duro traspié en la Sudamericana dejó a Boca sin su principal objetivo en la temporada: la obtención de un título internacional tras casi 17 años de espera. Sin embargo, el equipo regaló 45′ en la ida jugada en Buenos Aires e hipotecó gran parte de sus posibilidades en la Copa a los 9 segundos de la revancha en Belo Horizonte: un pisotón de Luis Advíncula sobre Lucas Romero dejó a Boca con diez hombres cuando 19 de los 22 jugadores aún no habían tocado la pelota. El Xeneize se vio rápidamente en desventaja y, pese a haber igualado la serie al final del primer tiempo, no tuvo éxito en los penales y quedó afuera de la competencia. Tras el partido, Diego Martínez se mostró firme a pesar del golpe y no dio señales acerca de una posible salida del cargo. Sin embargo, son varios los puntos a revisar de cara a la recta final de un 2024 con altibajos que definirá, entre otras cuestiones, la continuidad del propio DT. Entre ellas, claro, el comportamiento de los jugadores dentro del campo y la increíble racha de expulsiones que perjudicaron a Boca en instancias decisivas.

“Fueron raras algunas decisiones (del árbitro), en el primer tiempo la cancha estaba bastante inclinada. Fue todo muy regalado para Cruzeiro, pero sabemos que estas cosas pueden pasar, son partidos definitorios”, se quejó Sergio Romero, pese a que la falta de Advíncula no admitió discusión. Martínez, en cambio, prefirió no arremeter contra el juez: “Es fútbol. Luis estaba destrozado, muy triste. Solo fui a abrazarlo. Hay que acompañarlo al igual que a Miguel (por Merentiel, quien falló el último penal). Fijate cómo es el fútbol que a dos de nuestros mejores futbolistas les pasó lo que les sucedió”.

Advíncula, de 34 años y más de 500 partidos en Primera, no fue el primer referente de Boca en dejar a su equipo con diez en un partidos definitivos. El recuerdo más fresco tiene como protagonista a Frank Fabra, quien recibió tres rojas seguidas entre 2021 y 2023. El colombiano, que no fue ni al banco en la caída con Cruzeiro, casi no volvió a jugar tras su expulsión en la final de la Libertadores en el Maracaná (apenas 382′ bajo la conducción técnica de Diego Martínez, divididos en 13 juegos), fue el que más veces vio la roja y el que más caro pagó sus irresponsabilidades. La primera expulsión fue en la caída 3-0 contra Santos en semifinales de la Libertadores 2020, tras pisar en el estómago al brasileño Marinho, a quien no había podido controlar. La segunda roja llegó en el Trofeo de Campeones de 2022, aquel recordado partido contra Racing que Boca perdió por default y en la que Fabra se fue a las duchas por un patadón contra Iván Pillud. Y la tercera fue en el tiempo suplementario de la final de la Copa Libertadores, vs. Fluminense, cuando Boca arremetía contra el arco brasileño y Fabra no tuvo mejor idea que golpear en el rostro a Nino a metros de su compatriota Wilmar Roldán, mismo árbitro que lo había echado contra Santos y que también echó a Advíncula por su planchazo contra Romero en el Mineirao.

Fabra ve la roja en la final ante Fluminense, en el Maracaná
Fabra ve la roja en la final ante Fluminense, en el Maracaná

Pero Fabra no fue el único jugador experimentado que cometió ese tipo de imprudencias en partidos decisivos. Marcos Rojo, sin ir más lejos, dejó a su equipo con diez en la semifinal de la Libertadores pasada ante Palmeiras y se quedó fuera de la final con Fluminense. El capitán, que ya estaba amonestado, vio la segunda tarjeta a los 20′ del segundo tiempo por una fuerte entrada contra Endrick, con Boca ganando 1 a 0. Luego, el Verdao llegó al empate y el Xeneize avanzó por penales gracias a los impresionantes reflejos de Chiquito Romero. Anteriormente, Rojo había recibido cinco fechas de suspensión por su participación en los incidentes frente a Atlético Mineiro, por los octavos de final de la Libertadores 2021, y había visto la roja en otros dos compromisos relevantes en sus primeros años en Boca: a los 15′ del superclásico de 2021 en el Monumental, que fue derrota 2-1 en el Monumental, y un año más tarde en la Bombonera, otra vez ante River, en la victoria 1-0 con gol de Darío Benedetto. Ante Mineiro también fueron castigados Cristian Pavón, Sebastián Villa (seis partidos para cada uno), Carlos Izquierdoz (cuatro), Diego González (tres) y Javier García (dos).

Aunque pocos lo recuerden, la racha de expulsiones en mata-mata internacionales comenzó en la final de la Libertadores 2018, en Madrid, cuando Wilmar Barrios dejó al equipo con diez en el segundo minuto del tiempo suplementario y aún con el resultado 1 a 1. Luego de ese partido, Barrios perdió el respaldo popular y fue transferido al Zenit de la liga rusa.

Pero si hubo un partido que dejó al descubierto el nerviosismo con el que Boca afronta esta clase de partidos fue el Trofeo de Campeones de 2022 frente al Racing de Fernando Gago, en el que el Xeneize sufrió ocho expulsados entre titulares, suplentes y miembros del cuerpo técnico. Aquella tarde en San Luis Facundo Tello expulsó a Sebastián Villa (por un encontronazo con Carbonero), Alan Varela (doble amarilla), Luis Advíncula (golpeó a Alcaraz tras su desafiante festejo de gol), Carlos Zambrano, Diego González (por participar de esa gresca), Frank Fabra, Darío Benedetto (hizo el gesto de que el partido estaba comprado) y Hugo Benjamín Ibarra, el DT, por protestas airadas contra el juez.

Diego Martinez fue amonestado en los dos partidos de la serie ante Cruzeiro. Ahora está obligado a sacar adelante al equipo
Diego Martinez fue amonestado en los dos partidos de la serie ante Cruzeiro. Ahora está obligado a sacar adelante al equipo - Créditos: @DOUGLAS MAGNO

Los últimos antecedentes también tuvieron como protagonistas a integrantes del plantel actual: Marcelo Saracchi, Cristian Medina y Cristian Lema. El lateral uruguayo, que hace pocas semanas fue marginado de las convocatorias por una fuerte discusión con el DT, fue expulsado a los 14′ ante Estudiantes en semifinales de la Copa Argentina, en noviembre. Lastimó feo a Fernando Zuqui y Boca, con diez, terminó cayendo 3 a 2. Este año, el que vio la roja frente al Pincha fue el zaguero Cristian Lema, que cometió penal y fue expulsado en la misma jugada, combo fatal para un Boca que caería por penales en las semis de la Copa de la Liga. Y a fines de abril, en otro partido decisivo que Boca debía ganar sí o sí para clasificarse a cuartos de final de la Copa de la Liga, Cristian Medina recibió dos amarillas en 30 minutos y dejó al equipo en inferioridad numérica en la victoria 1-0 sobre Godoy Cruz. Fue el primer partido clave que Boca logró ganar a pesar de jugar con diez hombres. Hasta el pibe Milton Delgado, titular en el repechaje con Independiente del Valle, se fue expulsado en el segundo tiempo la noche en que el Xeneize selló su clasificación a octavos. Ése fue el otro triunfo en esas condiciones.

Estudiantes en La Plata, Rosario Central en casa, Racing en Avellaneda y River en la Bombonera serán los próximos compromisos de un Boca obligado a sumar puntos para maquillar la eliminación con Cruzeiro y recuperar parte del terreno perdido. Con un DT respaldado, claro, y jugadores comprometidos.