Liga MX tiene luz verde para volver a Copa Libertadores, torneo que le dio nivel

Aunque México elevó su nivel mientras jugó en Conmebol, decidió apartarse desde 2016. Hoy tiene las puertas abiertas, pero no hace el esfuerzo de volver.

Liga MX perdió tres finales de Copa Libertadores en 18 años de participación. La última, Tigres ante River Plate en 2015. (JUAN MABROMATA/AFP via Getty Images)
Liga MX perdió tres finales de Copa Libertadores en 18 años de participación. La última, Tigres ante River Plate en 2015. (JUAN MABROMATA/AFP via Getty Images)

La Liga MX participó por última vez en la Copa Libertadores en 2016. Desde 1998 hasta ese año, el futbol mexicano fue invitado por la Conmebol a acudir a su torneo de gala. De igual modo lo hizo en la Copa Sudamericana de 2005 a 2008. El saldo, en títulos, puede invitar al pesimismo: no ganó ninguna Libertadores (tres finales perdidas por Tigres, Chivas y Cruz Azul) y se obtuvo una Sudamericana, la que Pachuca le ganó a Colo-Colo en 2006 —además Pumas y América perdieron dos finales, ante Boca Juniors y Arsenal de Sarandí, respectivamente—.

Pero es un hecho que la relación fue beneficiosa para ambos, con todo y los capítulos controversiales, que estuvieron a la orden del día. México elevó su nivel futbolístico y Conmebol ganó visibilidad comercial en Norteamérica. Del mismo modo, tampoco se puede negar que para los clubes sudamericanos era un plus contar con el nivel que aportaban los equipos aztecas. Durante el tiempo que México estuvo presente en la Libertadores, únicamente tres campeones no fueron brasileños o argentinos: Olimpia (2002), LDU Quito (2008) y Atlético Nacional (2016).

Desde ese divorcio en 2016, la pregunta no deja de invadir la conversación: ¿puede volver el futbol mexicano a competir en Conmebol? Y sí, de poder, claro que puede. Así lo dijo Alejandro Domínguez, presidente de aquel organismo. "No es una cuestión de la Conmebol, es una cuestión de la liga. Para nosotros, México es parte de la Conmebol, porque eran socios plenos, pero pidieron retirarse con un permiso. Depende estrictamente de México y de Concacaf", señaló Domínguez en Pachuca, adonde fue invitado a la ceremonia de inducción al Salón de la Fama.

Domínguez recordó que fue la propia liga mexicana la entidad que tomó la decisión de apartarse de la Copa Libertadores. "Nadie necesita una invitación, si son socios plenos. Fue México quien mandó una carta, pero el día que tomen la decisión, tienen la puerta abierta". En la misma línea, habló de la Copa América del siguiente año, en la que el Tri participará como invitado, luego de siete años de ausencia (la última aparición fue en Estados Unidos 2016): "(México) es parte de la historia rica del futbol, que tengamos una copa en conjunto enaltece la competencia", sentenció el federativo paraguayo.

México, por lo que mencionó Domínguez, podría volver en cualquier momento a competir en la Libertadores. Y esa sería una gran decisión a nivel deportivo: disputar partidos de mayor nivel y foguear a los jugadores en escenarios de máxima exigencia. Y también sería positivo para ellos, porque así los equipos brasileños, que han dominado la competencia durante los últimos cinco años, tendrían una amenaza directa: los equipos mexicanos son los únicos del continente (junto a los de la MLS, todavía no invitados) que podrían hacerles frente al menos a nivel económico.

Pero, pese a la aparente buena voluntad de Conmebol, México no apunta a un regreso inmediato a la Libertadores. Más bien, en cuanto a perspectiva internacional, se ha apostado por el fortalecimiento del vínculo con la MLS. Mikel Arriola dijo a TUDN que en 2024 buscará cambios logísticos en la Leagues Cup, torneo binacional, por lo que al menos una próxima edición de ese certamen está garantizada: “Creo que el alojamiento en 2024 se va a determinar en el análisis de los escenarios deportivos”, expresó Arriola en agosto pasado.

De igual modo, el calendario que tiene Conmebol desde 2017 (jugar la Libertadores durante todo un año natural, en lugar de hacerlo en cinco meses, como se hacía hasta 2016) complicaría de más el cruce de partidos para los equipos mexicanos. La fase final de la Liga MX se emparejaría con la final de la Libertadores, pues, con diferentes variaciones en los días, ambas se juegan en noviembre. México, de cualquier modo, no da muestras de interés en reactivar esa relación que, con todo lo bueno y malo, generó un crecimiento del que hoy se carece.

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