El Leverkusen pierde su aura de invencibilidad con una defensa llena de dudas
Berlín, 2 sep (EFE).- La pasada temporada al asombroso Bayer Leverkusen de Xabi Alonso, doble campeón en Alemania de Liga y Copa, le acompañó un halo especial durante todo el curso, que evitaba que partidos que parecían destinados a la derrota se convirtieran en triunfo o empate, y que culminaba una propuesta futbolística tan vertiginosa como deslumbrante y que se llevaba por delante al rival.
Esa aura especial que envolvía a los del técnico vasco parece que se ha consumido de tanto recurrir a ella y lo que quedó el pasado sábado, aunque ya se había mostrado síntomas de ello en las dos semanas anteriores, fue una zaga endeble y con los defensas envueltos en un mar de dudas que le costaron la primera derrota en Bundesliga en quince meses.
Sin embargo, la derrota cosechada ante el Leipzig, observados sus primeros cuatro partidos del inicio de campaña, no puede considerarse un simple accidente. Ya en la pretemporada, una más contundente contra el Arsenal, aún sin algunos jugadores que participaron en la Eurocopa y la Copa América, fue un aviso.
Una defensa insegura y con varios fallos
En el primer duelo oficial, en la Supercopa ante el Stuttgart, otra advertencia. Tras inaugurar el marcador en una buena combinación en jugada de estrategia, dos tantos consecutivos de los de Sebastian Hoeness, ambos con irrupciones de un jugador en segunda línea sin marcaje alguno, dieron la vuelta a un marcador que igualó milagrosamente Patrik Schick sobre la bocina para acabar conquistando el título en los penaltis. Antes de ello, 'Die Rotten' ya había estrellado tres balones en los palos.
En el estreno liguero, de nuevo, más fallos en defensa. Después de ponerse por delante por partida doble merced a las punzantes carreras de Frimpong, otros dos errores en la zaga, uno en la marca a balón parado y otro en un duelo individual en el área, forzaron una igualdad en Mönchenglabach que solo un infantil penalti en el descuento auspiciado por el VAR pudo convertir en otra victoria agónica.
En Copa, en el que debía ser un choque sin demasiadas dificultades ante un cuarta división, los de Xabi Alonso se las vieron y se las desearon para pasar a segunda ronda. El local Jena dispuso de oportunidades para enviar la eliminatoria a la prórroga, pero de nuevo la suerte se puso del lado del campeón.
Se acaba el recurso de la épica
Una fortuna que se ha acabado en cuanto se ha enfrentado a un rival de un nivel parejo. Ante el Leipzig de Marco Rose, otro inicio fulgurante parecía que sentenciaba el partido para el Leverkusen, pero otro estropicio en la zaga metió a los de la bebida energética en un duelo que desequilibró Openda. Esta vez no hubo milagro.
Aunque sigue gozando de un furtivo ataque, sobre todo a partir de las cabalgadas de sus carrileros, las dudas atrás se trasladan arriba cuando los partidos se complican, en los que al final solo queda el recurso de la épica para tratar de superarlos. Una épica que se resiente de tanto usarla.
El sistema de tres centrales diseñado por el técnico tolosarra, que tantos buenos resultados dio la pasada campaña, naufraga en seguridad y afecta a todo el engranaje defensivo de 'Die Werkself'.
Ni Hincapié ni Tapsoba muestran la exuberancia física y la concentración que les distinguió en el curso anterior, y la marcha a última hora del marfileño Kossounou obliga a su reemplazo, el francés Nordi Mukiele, a acelerar una adaptación que debía ser más progresiva.
El que mantiene algo más de firmeza es Jonathan Tah, que finalmente, a pesar de las pretensiones del Bayern Múnich por ficharlo, se ha quedado en la plantilla.
Pero no es el eje de la zaga el único pilar defensivo que flaquea. El apoyo de los centrocampistas en las segundas jugadas es inconsistente, lo que acentúa la baja por lesión del argentino Exequiel Palacio, referente del equipo en solidez y liderazgo, al que Xabi Alonso no encuentra sustituto efectivo. Afortunadamente para él, se espera que retorne a la conclusión del parón internacional.
Aunque aún es pronto para disparar las alarmas, sobre todo en un equipo que hasta la llegada del técnico vasco apenas peleaba por las grandes conquistas en Alemania, el guipuzcoano tiene por delante el desafío de volver a conjuntar un equipo que tiende a partirse demasiado en este inicio de temporada.
Solo así podrá recuperar el pulso en la Bundesliga ante un Bayern Múnich que, aunque también carece de brillo en estas primeras semanas, pretende asaltar su trono en Alemania y afrontar con garantías una Liga de Campeones en la que el sorteo le ha deparado duros cruces ante Atlético de Madrid, Milan o Inter.
Juan Manuel Sánchez
(c) Agencia EFE