Leon Marchand, el nuevo astro de la natación francesa, le rompió el último récord a la leyenda Phelps y enloqueció a los relatores de TV
Fue conmovedor. Todo. Desde la propia carrera, “el carrerón” que hizo el francés Leon Marchand, hasta la reacción enloquecida de los conductores de una transmisión televisiva de ese país al presagiar lo que estaba por ocurrir. Y mucho más significativa fue la reacción del propio Michael Phelps al saber que su último récord mundial estaba por caer. El atleta olímpico más grande de todos los tiempos, que participó en otra transmisión de TV, ni siquiera esperó a que Marchand terminara con su faena: se puso de pie en las brazadas finales y simplemente se puso a aplaudir al hombre que estaba por superarlo. Grande, incluso, fuera de la piscina y ya retirado. Un monstruo total.
Todo eso ocurrió durante la primera jornada del Mundial de natación en Fukuoka, Japón. La ascendente estrella francesa Leon Marchand fijó el récord mundial en los 400 metros combinados. Marchand se impuso con un registro de 4m02s50, rompiendo la previa marca de 4m03s84 que Phelps había establecido en 2008, hace 15 años. El récord de los 400 estilos era la última marca individual de Phelps que seguía vigente.
“Una locura. Es de lo más difícil. Simplemente increíble poder lograrlo aquí. Este tiempo es una locura. Lo mejor aún está por llegar”, dijo Marchand tras triturar el récord de Phelps por más de un segundo. Presente en Japón como comentarista de televisión, Phelps le entregó la medalla a Marchand. El francés dijo que Phelps le dio un consejo, el cual fue que acelera más en el estilo libre de la prueba medley. “Él (Phelps) quedó bien impresionado con el tiempo. Estaba comentado la carrera. Fue emocionante tenerlo aquí”, agregó el flamante recordman mundial.
Algo lo une con Phelps, además de la calidad: la estrella francesa tiene como entrenador, en la Universidad de Arizona State, al fenomenal Bob Bowman, que condujo la carrera del estadounidense, ganador de 23 medallas doradas en los Juegos Olímpicos y 28 en total. Curiosamente, Bowman es a la vez el entrenador del equipo de Estados Unidos en este Mundial.
Marchand dijo estar preparado para lidiar dentro de un año con toda la presión de los Juegos Olímpicos de París, donde será seguramente el rostro de la cita en su país natal. “Creo que puedo asimilar la presión bastante bien. No soy perfecto, pero todavía puedo mejorar y tengo un año para hacerlo”, sostuvo.
El estadounidense Carson Foster (4m06s56) se quedó con la medalla de plata, y el japonés Daiya Seto (4m09s41) se llevó el bronce.
La locura de la TV francesa y la premiación
Obviamente, sobran las comparaciones entre Phelps y Marchand, por el impacto que provoca su actuación en el Mundial en Fukuoka, pero también por tener a Bowman como entrenador. Como detalle de las marcas, Phelps tenía 17 años cuando estableció el primero de sus ocho récords mundiales de 400m estilo libre (4m11s’09 en 2002), pero tenía 23 cuando estableció su último récord, 4m3s84, en los Juegos Olímpicos de 2008. Es decir, dos años mayor que Leon Marchand en este Mundial en Japón.
A pesar de que Phelps es más alto y pesado (2,01m y 90 kilos contra 1,87m y 77 kg), Marchand tiene unas manos grandes, largas y delgadas, lo que le ayuda cuando busca masas de agua en profundidad, donde es más estable que en la superficie, según señala un informe especial del diario L’Equipe. “Leon ha cambiado, se ha hecho más fuerte. Eso podría ser un riesgo, porque un atleta que pesa un poco más ya no es capaz de soportar ese peso a cierta velocidad. Crea un freno, una resistencia al agua, una fatiga precoz durante la carrera. Pero Bob Bowman tuvo cuidado de ajustar su programa. Y el aumento de peso de Leon no ha tenido ningún efecto en su rendimiento, su natación no se ha deteriorado”, explicó Nicolas Castel, que entrenó a Marchand en Toulouse.
El gesto de Phelps en vivo
Y Castel amplió sus conceptos comparativos. “Bowman se ha basado en un modelo que ha funcionado bien, basado en datos científicos y empíricos. Naturalmente, hay similitudes, pero no coincidencias exactas. Bob no busca copiar, sólo respetar los principios fundamentales antes de adaptar la técnica a la personalidad del nadador. En mariposa, Marchand no tiene la misma flexibilidad articular que Michael Phelps, sobre todo en los hombros, pero es bastante laxo. Se necesita un cierto grado de libertad, un mínimo de flexibilidad para no estar sujeto a la resistencia física”, subraya Castel en L’Equipe.
En cuanto a los giros, un factor clave, Castel señala: “Esto es quizá lo que más ha optimizado Marchand. Como toda la temporada universitaria se desarrolla en una piscina de 25 yardas (22,86 m), ha podido multiplicar los giros que tanto cuentan en su rendimiento. Ha progresado en su aproximación a la pared, su rotación y su empuje, por lo que es capaz de mantener e incluso recrear la velocidad. Ahora, lo he visto un poco despreocupado cuando los desafíos son menores. Es una lástima. Phelps, en cambio, siempre se anticipaba. Incluso cuando parecía estar lejos del muro, siempre se adaptaba a la situación, con rotaciones bien ejecutadas”.
Titmus, en el duelo entre las mujeres
La australiana Ariarne Titmus contempló sólo una táctica para volver a ser la dueña del récord mundial de los 400 metros libre en el día inaugural del Campeonato Mundial de natación en Fukuoka: comenzar fuerte y resistir. Le funcionó. Titmus se llevó la victoria con un tiempo de 3m55s38 para superar a la estadounidense Katie Ledecky, que señaló 3m58s73, y a la neozelandesa Erika Fairweather, que obtuvo el bronce con 3m59s59.
Summer McIntosh, la canadiense de 16 años que eclipsó el récord de Titmus hace cuatro meses, quedó cuarta con 3m59s94.
“No tenía como objetivo batir el récord mundial en esta competencia. Sólo quería poder nadar con mi mejor nivel. La única manera de ganar era zambullirse y nadar a toda velocidad y la que tuviera más fuerzas para el final iba a ganar”, dijo Titmus.
Pese a disputarse en el primer día, la carrera ya fue señalada como la más atractiva del Mundial. Titmus, de 22 años, y Ledecky, de 26 años, habían fijado el récord mundial antes que McIntosh.
Ledecky, una de las mejores nadadoras de estilo libre en el historia, se expresó conforme con su resultado y ahora pone la mirada en los 800m y 1500m, distancias en las que es casi que invencible. Indicó que romper el récord era inevitable.
“Se venía venir. Cuando unas cuantas empiezan a lograrlo, otras más van a intentarlo. Ha sido un año de tiempos muy rápidos en la natación y era predecible con todas las que competían”, señaló Ledecky.
Ledecky nunca se ido de un Mundial o en unos Juegos Olímpicos sin una medalla de oro o de plata. Quedó séptima en los 200 metros en los Juegos Olímpicos de Tokio que se disputaron en 2021, la única ocasión en la que no se colgó ya sea el oro o la plata.
La estadounidense se presentó a este Mundial con una colección de 33 medallas de oro o plata en Juegos Olímpicos y campeonatos mundiales.
Con datos de la agencia AP