Kylian Mbappé y Real Madrid: una pareja destinada a agradarse, con un gol y un título en plena luna de miel
Real Madrid arrancó la temporada oficial de la misma manera que la terminó, con un título. De levantar la 15ª Champions League a alzar la sexta Supercopa de Europa. La base es la misma, la formación sigue siendo reconocible, salvo porque ya no está el trazo elegante y sabio de Toni Kroos y porque finalmente, después de varios años de flirteo, se dio la conjunción estelar: Kylian Mbappé en Real Madrid. Una incorporación sin cifras rimbombantes porque el francés llegó con el pase en su poder, resignando parte del contrato que tenía en Paris Saint Germain, pero de un impacto futbolístico que tuvo su bautismo con señales promisorias: primer partido, primer gol, primer título.
En Varsovia, Real Madrid, tras un primer tiempo parejo, impuso su gen ganador y su poderosa maquinaria ofensiva para vencer 2-0 a Atalanta, que en la segunda etapa encontró en el arquero argentino Juan Musso a su mejor individualidad para evitar una goleada.
“Fue una gran noche, hace mucho que esperaba este momento, de jugar con esta camiseta, con este escudo, para esta afición. Nos llevamos un título, sabemos que aquí hay que ganar siempre. Estoy muy feliz, por el placer de jugar, también por el gol, como delantero que soy. Fue un gran día. Tenemos a los mejores jugadores en todas las posiciones. Seguro que vamos a mejorar; yo, el primero de todos, pero lo de hoy ya fue un paso positivo”, expresó Mbappé aun dentro del campo, cuando ya se apagaban los festejos.
Antes de que Mbappé fuera encontrado por sus compañeros para el derechazo del 2-0, Real Madrid encarriló la victoria con los fundamentos de su repertorio conocido, las piezas que hace rato están ensambladas y le confieren un alto grado de confiabilidad. Vinicius, que en el seleccionado de Brasil muchas veces parece uno más, bajo el mando de Carlo Ancelotti es uno de los mejores delanteros del mundo. Lo demostró con el desborde ante Djimsiti y el centro para la arremetida de Federico Valverde en el 1-0.
El Real Madrid de siempre, el que nunca se va del partido ni le da la espalda al resultado aunque pase por apuros. Para esos momentos de zozobras también tiene salvadores, como Thibaut Courtois, que sacó un cabezazo al ángulo de Pasalic en el arranque del segundo tiempo, cuando todo estaba 0-0 y Atalanta le seguía plantando cara al equipo español, como ya había ocurrido en el primer período.
Los segundos 45 minutos fueron más de ida y vuelta, con llegadas continuas a las áreas, desde que Mbappé, en una de las pocas ocasiones que se volcó a la izquierda, desairó a su marcador con un par de amagues y remató desviado. Se empezaba a soltar, era otro Mbappé. El gesto, la mueca de desaprobación del N° 9 -dorsal vacante en la temporada pasada tras la salida de Benzema- camino al vestuario, apenas finalizado el primer tiempo, fue una buena síntesis, un resumen de que su debut no se acercaba a lo esperado. Como si el francés se hubiera impuesto causar un rápido impacto, soslayando que necesitará un tiempo de adaptación a su nuevo equipo, después de siete años en Paris Saint Germain y en un fútbol de otras características, en el que la diferencia sobre el resto de los rivales estaba dada de antemano.
Lo más destacado de Real Madrid 2 - Atalanta 0
Atalanta es un equipo muy bien trabajado desde hace ocho años por Gian Piero Gasperini. Su aceitada estructura le permite asimilar una baja importante en la defensa, la del central Scalvini, y absorber el berrinche del rendidor volante Koopmeiners, separado por su intransigencia en ser transferido a Juventus.
La era post Kroos de Real Madrid comenzó con una formación muy ofensiva. Mbappé fue insertado en el centro del ataque, con Rodrygo abierto a la derecha y Vinicius sobre la izquierda. Al menos para este primer encuentro de la temporada, Ancelotti no sacrificó a ninguno de sus hombres ofensivos que son titulares habituales. De media-punta, Bellingham; Tchouameni y Valverde, con la misión de que el equipo no se partiera en el medio y taponar las rápidas salidas de Atalanta.
El centro del ataque no es la posición preferida de Mbappé, que se siente más cómodo recostado sobre la izquierda como punto de partida para sus diagonales y enganches. Su primer movimiento profundo fue un desmarque para señalarle el pase a Vinicius. Voluntad para mostrarse e integrarse al circuito no le faltaron al francés. Pero al principio se topó con la falta de espacios y la férrea marca del zaguero Isak Hien, que le tapó una definición dentro del área tras una asistencia de Valverde.
Ya en la segunda etapa, en desventaja, Atalanta aflojó la tensión, relajó las marcas. El seguro Hien perdió una pelota con Rodrygo y se armó el avance letal, con Vinicius y el pase de Bellingham para que Mbappé se hiciera el espacio para sacar su derechazo alto, imposible para Musso. Festejó a lo Mbappé, con corrida, salto y caída con los brazos cruzados. Seis minutos antes del gol, a los 17, había debutado Mateo Retegui en Atalanta, que ya no podía construir juego para el delantero argentino nacionalizado italiano.
Mbappé fue sustituido a ocho minutos del final. Le volvió la sonrisa tras una gris Eurocopa. Se abrazó con Ancelotti, que igualó a Miguel Muñoz como el director técnico más ganador en la historia de Real Madrid, ambos con 14 títulos. Entre club y seleccionado, Mbappé había convertido ocho goles en 11 finales. Este miércoles le sumó uno más, muy especial, el primero de una pareja, club-jugador, en plena luna de miel.
📋✅ ¡Nuestro XI inicial!
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Partiamo così 😤
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