José Luis Alejo: "Claro que veo factible que Lara (Gut) gane los cuatro Globos de Cristal"

Adria

Madrid, 19 mar (EFE).- La suiza Lara Gut se ha convertido, al asegurarse de forma matemática, el pasado domingo, la victoria final en la Copa del Mundo de esquí alpino -al tiempo que ganaba el Globo de Cristal de gigante-, en la gran sensación de una temporada en la que, indirectamente, evitó el que estaba llamado a ser el sexto triunfo global de la estadounidense Mikaela Shiffrin, la gran dominadora de este deporte en el último decenio.

Gut, de 32 años, que ya se había anotado la competición de la regularidad hace ocho, lo ha ganado absolutamente todo en el deporte rey invernal -incluidos títulos olímpicos y mundiales- desde que vive una segunda juventud de la mano del español José Luis Alejo. El técnico andaluz explica, en un entrevista telefónica con la Agencia EFE desde Saalbach (Austria), donde el próximo fin de semana se cierra la Copa del Mundo -en la que aún puede ganar los Globos de supergigante y de descenso-, cómo vive su experiencia profesional al lado de la gran campeona helvética.

Pregunta: Felicidades por otra temporada sobresaliente al lado de Lara Gut-Behrami. Desde que comenzó con ella, allá por 2019, lo han ganado absolutamente todo. ¿Se imaginaba usted, cuando empezaron a trabajar juntos, que iban a conseguir todos estos éxitos?

Respuesta: Realmente, para nada. Cuando empecé con ella, mi meta a corto plazo era que volviera a estar confiada en lo que hacía; intentando analizar las cositas en las que podía mejorar o en las que yo pudiera implementar algo nuevo. Algo que no es nada fácil con deportistas que ya están consagradas y que ya lo han ganado casi todo, como era su caso en aquel momento.

Y, nada, lo que hice fue ir metiendo cositas y cositas: al ir conociéndola y conociéndola. Ir afinando un poco más. Sobre todo, ir fallando cada vez menos. Y cada vez era todo más justo para ella, todo hecho bastante a su medida.

P: ¿Y qué ha aprendido usted de Lara Gut, durante estos últimos años?

R: Como siempre digo, la capacidad de aprender de cada uno no sólo depende de la persona que te enseña, sino de lo abierto que estés tú. De mente, de cabeza, de oído, de corazón. Y, sobre todo, con humildad, de escuchar a la gente. E intentar ser bastante receptivo con la información; y que te sirva.

Que sepas que, aunque el contexto pueda ser una tontería, luego lo sacas de contexto y lo unes a otras informaciones. Y eso, realmente, te ayuda un montón.

De ella, yo, con mi actitud, he aprendido muchísimas cosas. Muchísimas. Porque el 'feedback' que ella te da es oro. A nivel físico, a nivel técnico... todo. Es una tía 'súper sensible', para lo bueno y para lo malo. Cada cosa con la que ella te retroalimenta es una información exquisita. Y si sabes entenderla y ordenarla, te hace mejor cada día; la verdad.

P: ¿Cómo es el día a día, en su trabajo conjunto?

R: Nosotros somos un equipo en el que hay un 'skiman', Tom (Rehm), de la marca Head; luego hay un fisioterapeuta, (el bilbaíno) Iker Cucó Peña; está Pauli (Gut, el padre de Lara), que es el técnico principal, y luego estoy yo, que soy su entrenador y preparador físico. Nosotros nos dedicamos a ella al cien por cien.

Como somos un equipo 'satélite' o llámalo como quieras, nos movemos entre Roland Platzer, que es el responsable de las disciplinas de velocidad (de esquí alpino femenino, dentro de la federación suiza), y Alois Prenn, que es el responsable técnico. Luego el técnico jefe es Beat Tschuor.

Nuestro grupo va con ella y nos integramos unas veces en el equipo de velocidad (Lara también lidera las clasificaciones de descenso y de supergigante) y otras en el equipo técnico (ya ha ganado la Copa de gigante). Nos apoyamos en esos equipos porque hay más calidad, estamos mejor cubiertos; y porque ahí tenemos más referencias, entrenando con las demás esquiadoras (del muy potente equipo suizo).

Eso no quita para que también hagamos nuestras propias concentraciones nosotros solos. Pero son las menos. Este año hemos hecho dos nosotros solos. El resto han sido todas con el equipo técnico o con el de velocidad.

P: Y, en esos casos, ¿cómo toman las decisiones?

R: La toma de decisiones es totalmente consensuada. La primera parte implicada es ella misma: una deportista con un montón de años de experiencia; que sabe lo que le hace falta y en la situación en la que se encuentra en cada momento.

Por eso, lo primero que hay que hacer es escucharla. Y luego, con la información que nos da, nosotros le vamos dando forma con sus fechas, sus ideas, etcétera, o lo que sea. Con lo que ella nos da vamos construyendo cosas y vamos secuenciando para que todo sea progresivo, y que en la afectación de las cargas de trabajo no haya mucha diferencia o mucho salto.

P: ¿Y cómo es un día cualquiera, en la 'oficina'? Describa, por favor.

R: Básicamente, estamos todo el día interpretando cosas, todo el día aprendiendo. Hacemos rutina de esquí. Luego, depende. Si son días de entrenamientos, después de esquiar hacemos un poco de físico, según yo estime oportuno. Después, pasa por el 'fisio'. Luego, cena; vídeo y a dormir. Y otro día más.

En los días de carrera es casi prácticamente igual. Sólo que todo se centra más en la preparación para la competición. El físico se hace de otra manera, en el plano de las activaciones. También trabajamos el aspecto mental. Los últimos detalles en cosas de vídeos y el físico siempre lo hacemos después del 'fisio'; así se lleva el pequeño toque de tensión que podamos conseguir. Y no dejamos la estructura demasiado poco tensa como para que no reaccione del todo bien.

Ésa es nuestra idea. Acertada o no. No lo sé. Pero por ahora va funcionando.

P: La temporada ya es de por sí todo un éxito. Pero es que la pueden redondear si, además, Gut gana también las Copas de descenso y de supergigante: dos clasificaciones que lidera, a falta de la última carrera de cada disciplina. Supondría hacer pleno, ya que ella no disputa las pruebas de eslalon. ¿Ve factible que Lara gane los cuatro Globos de Cristal esta temporada?

R: Sí. Claro que es factible. Por supuesto.

Adrián R. Huber

(c) Agencia EFE