Jannik Sinner se defendió sobre su dopaje y explicó por qué echó a su fisioterapeuta y su preparador físico, antes del US Open
A Jannik Sinner le tocó afrontar una rueda de prensa antes del Abierto de Estados Unidos, en la que se habló muy poco del torneo que comenzará este lunes y de su condición de número 1 del ranking mundial en pos de su primera conquista en Flushing Meadows. Era obvio: al italiano se le preguntaría por el caso de dopaje que sacudió esta semana al tenis en particular y al deporte en general. Al jugador de 23 años le detectaron vestigios de una sustancia prohibida, pero no lo suspendieron, en una decisión cuestionada por otros.
Tras una sola pregunta relativa a lo deportivo (su reciente conquista en el Masters 1000 de Cincinnati, la inminencia del último certamen de Grand Slam del año), hecha por el moderador, un periodista fue al grano: “Jannik, dadas las noticias de esta semana, ¿cómo equilibrarás todo esto? Tenés un torneo por jugar y hay muchas noticias fuera de la cancha”.
“Por supuesto que no es lo ideal, pero sé que no he hecho nada malo. Tuve que jugar durante meses con esto en mi mente, pero realmente no había hecho nada malo. Siempre respeto y respetaré las reglas antidopaje”, respondió Sinner, antes de comentar que Nueva York era “una ciudad increíble, un lugar increíble para jugar al tenis”. Parecía que no quería tocar el tema espinoso, y el moderador intentó ayudarlo... “No aceptaremos más preguntas sobre ese tema. Si tiene alguna sobre otro...”, frenó al periodista, que se quejó con un “no podés...”. “Podés hacer la pregunta, pero él ya hizo su declaración”, replicó el moderador. Y ante una insistencia, Sinner se abrió y abordó largamente la cuestión.
Por un lado, insistió en su presunta inocencia. La ATP no lo castigó pese a haber hallado clostebol, que supuestamente ingresó a su cuerpo por una pequeña herida mientras era masajeado por un colaborador que había estado en contacto con la sustancia en un aerosol. Por el otro lado, el tenista explicó por qué había despedido a dos integrantes de su cuerpo técnico y médico, Giacomo Naldi, el fisioterapeuta, y Umberto Ferrara, el preparador físico. “Han sido una parte muy importante de mi carrera. Trabajamos durante dos años. Hicimos un trabajo increíble, tuvimos mucho éxito”, elogió a ambos profesionales, que a raíz de este hecho, sucedido hace meses pero conocido esta semana, ya no lo acompañan. “Ahora, debido a estos errores, no me siento tan seguro como para seguir con ellos. Lo único que necesito ahora es un poco de aire limpio”, respondió.
Evidentemente, el campeón del Abierto de Australia quería hablar del asunto. Había hecho un descargo, pero esta oportunidad de defenderse ante la prensa era mejor. Y por eso tenía más por decir. “Cuando nos informaron que había dado positivo, lo primero que intentamos averiguar fue de qué sustancia se trataba. Umberto es el que conoce muy bien este proceso y lo relativo a la nutrición, la farmacia y todo eso. Le preguntamos y él supo inmediatamente que el aerosol era suyo”, reveló.
Claro que esta justificación no les resultó suficiente a otros tenistas, que criticaron que el 1 no fuera penado. ¿Por qué perdonó ATP al italiano? Así lo expuso él: “Sabiendo cómo había acabado eso en mi organismo, fuimos a verlos y les explicamos lo que había pasado. Ellos lo entendieron de inmediato. Creyeron en mí y en nosotros, y por eso pude seguir jugando”.
En la memoria se apilan casos de tenistas perdonados y otros suspendidos duramente, sobre todo tras reincidencias. El italiano no quiso confrontar con los que se quejaron de que él no fuera sancionado. En rigor, lo estuvo por muy poco tiempo. “Todos los que dan positivo deben pasar por el mismo proceso. No hay atajos ni tratamientos diferentes. Sé lo frustrados que están otros jugadores. Pero tal vez en sus casos no sabían de dónde venía el problema. Nosotros lo supimos inmediatamente. Fuimos a verlos [a las autoridades en el tema] y me suspendieron dos o tres días. No pude practicar. Pero lo aceptaron muy rápidamente”, detalló.
Pocos casos, o ninguno, fueron tan resonantes como el del mejor tenista actual del planeta. Sin embargo, hubo un hecho mucho más llamativo en la historia que ni siquiera tuvo sanción: Andre Agassi, ex número 1, admitió años atrás en su libro Open. An autobiography (Abierto. Una autobiografía) que largamente había jugado dopado. El estadounidense, que tuvo una temporada de salida de los primeros planos protagonizando torneos menores, jamás fue castigado. Sinner, en cambio, rechaza haber consumido productos vedados a sabiendas y para ganar rendimiento.
“Soy un simple jugador de tenis. Eso es lo que me encanta hacer. Por supuesto que estaba preocupado, porque era la primera vez, y espero que sea la última en que estoy en esta situación. Hay otra parte que debemos ver: la cantidad que tenía en mi cuerpo es 0,000000001; hay muchos ceros antes de un 1. Siempre he trabajado muy cuidadosamente en esto. Creo que soy un jugador correcto en la cancha y fuera de ella”, enfatizó el espigado pelirrojo.
¿Y ahora? ¿Qué será de su reputación? “Buena pregunta. Seguí jugando porque no había hecho nada malo, estaba muy limpio. Quien me conoce muy bien sabe que no he hecho ni haría nunca algo en contra de las reglas”, subrayó Jannik Sinner. Que seguirá en la mira. Al menos por un tiempo. Y justo llega el US Open.