Irlanda falló ante los All Blacks y su gente y ahora espera golpeado el clásico con los Pumas

Los jugadores de Irlanda se acercaron a los visitantes en el tradicional momento del haka
Los jugadores de Irlanda se acercaron a los visitantes en el tradicional momento del haka - Créditos: @PAUL FAITH

Toda la tensión que se vivió en la semana previa se trasladó a las tribunas y, de allí, al campo de juego. Irlanda estuvo lejos de jugar a la altura de los pergaminos que la precedían y sucumbió ante los All Blacks, que luego de un Rugby Championship para el olvido ya suman tres victorias al hilo en el segmento final del año. El número 1 del mundo cedió así un invicto de 19 partidos como local y llega golpeado al duelo del próximo viernes ante los Pumas.

Siete días antes de lo que se anticipa como un clásico, Irlanda tenía otro compromiso cargado de significados. El duelo ante Nueva Zelanda no sólo era una revancha del tremendo golpe que sufrió en cuartos de final de Francia 2023, Mundial al que habían llegado como favoritos y del que se fueron prematuramente, sino también el primer enfrentamiento después del picante cruce de declaraciones entre Jonny Sexton y Rieko Ioane.

El full-back Will Jordan celebra después de anotar un try
El full-back Will Jordan celebra después de anotar un try - Créditos: @PAUL FAITH

En una noche lluviosa en el Aviva Stadium de Dublín, Irlanda nunca consiguió desplegar el juego que combina posesión y sorpresa que lo llevó a ser bicampeón del Seis Naciones y nº1 del ranking, ni tampoco logró imponer condiciones con la potencia de sus forwards. Con un juego más prolijo, y también con mayor capacidad para lastimar en las puntadas por el eje profundo y cuando consiguió aire por las puntas, los All Blacks fueron claramente superiores para imponerse 23-13 y frustrar a los 51.000 espectadores que poblaron las tribunas.

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Irlanda no perdía en condición de local desde febrero de 2021, 15-13 ante Francia por el Seis Naciones. Ante Nueva Zelanda, registraba un impresionante récord de cinco victorias en los últimos nueve partidos, aunque ninguno fue tan significativo como el último: la caída 28-24 en uno de los desenlaces más memorables en la historia de los Mundiales un año atrás en el Stade de France. Aquel fue el último partido de Sexton, quien en su biografía había acusado a Ioane de faltarle el respeto tras la eliminación. “Disfrutá de tu retiro”, lo habría cargado. Lejos de negar la imputación, el centro maorí se justificó aduciendo que los jugadores irlandeses también eran bastante groseros. Irlanda quiso imponer condiciones de entrada entonando tres himnos distintos, y luego desafió al haka acercándose a los neocelandeses mientras desplegaban su ritual. ¿Quién lo encabezó? Rieko Ioane, quién más.

Cuando comenzó el partido, no obstante, ninguno pareció poder canalizar toda esa tensión a su favor. Condicionados por una pelota resbaladiza, algo a lo que ambos están acostumbrados, los errores se reiteraron y las defensas predominaron en la escena. En ese contexto, fue Nueva Zelanda el que se adaptó mejor, y con mayor solidez en las formaciones fijas (el line-out de Irlanda fue extrañamente inconsistente) y penetraciones cercanas a las formaciones fijas logró dominio de posesión y territorio.

Además, los neocelandeses captaron mejor la sintonía del árbitro Nic Berry que los locales, quienes se excedieron en penales en situaciones de contacto tratando de pescar pelotas. La cifra final de 13 infracciones contra cinco es elocuente. El pie de Damian McKenzie, que recuperó la titularidad ante la ausencia de Beauden Barrett (ausente por protocolo de conmoción), marcó una leve distancia en el primer tiempo (9-6).

Irlanda tuvo su momento al inicio del segundo tiempo. Buen uso del pie, buena presión en la salida para forzar un scrum-5 a favor que terminó con la conquista de Josh van der Flier (13-9). Sin embargo, el ímpetu volvió a estar del lado de los de negro. Con el joven tercera línea Wallace Sititi como arma de penetración, impuso condiciones con los forwards y por primera vez se animó a jugar por las puntas. Tuvo el espacio Mark Tele’a, pero la habilitación no le llegó con el timing preciso. A los 29′ el wing tuvo revancha: desbordó, generó desorden en la defensa y, tras un buen manejo de pelota, Will Jordan apoyó en la punta opuesta (23-13).

Los neocelandeses saludan al público en Dublín: el equipo mejoró ostensiblemente
Los neocelandeses saludan al público en Dublín: el equipo mejoró ostensiblemente - Créditos: @PAUL FAITH

Quedaban 10 minutos, pero Irlanda no tuvo reacción. Jack Crowley, el joven apertura, careció de chispa, y su reemplazante Ciaran Frwley directamente no estuvo a la altura. El experimento de poner a Tadhg Beirne de segunda línea y un banco veterano sin poder de impacto lo convirtió en un equipo lento. Después de sufrir tres derrotas en el Rugby Championship por primera vez en su historia, Nueva Zelanda acumuló su quinta victoria consecutiva y Scott Robertson suma confianza.

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A Irlanda le espera otra semana en la que el partido dialéctico tendrá preponderancia. Felipe Contepomi forjó su carrera como jugador profesional, primero, y como entrenador, más tarde, en aquel país. Se hizo grandes amigos, pero también propició rivalidades acérrimas. Los duelos mundialistas entre ambos seleccionados azuzan el carácter de clásico de este encuentro. Irlanda es el único seleccionado del Tier 1 al que los Pumas nunca pudieron vencer como visitantes. Los locales conservan una ventaja en ese sentido, pero ya no tienen invicto.

Lo mejor del partido

La síntesis del partido

Irlanda: Hugo Keenan; Mack Hansen, Garry Ringrose, Bundee Aki y James Lowe; Jack Crowley y Jamison Gibson-Park; Josh van der Flier, Caelan Doris (c) y Tadhg Beirne; James Ryan y Joe McCarthy; Finlay Bealham, Rónan Kelleher y Andrew Porter.

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Entrenador: Andy Farrell.

Cambios: ST 16m, Tom O’Toole por Bealham, Ciaran Frawley por Crowley, Rob Herring por Kelleher e Iain Henderson por McCarthy; 19, Bealham por O’Toole; 30, Peter O’Mahony por Ryan y Jamie Osborne por Ringrose; 33, Cian Healy por Porter y Conor Murray por Gibson-Park.

Nueva Zelanda: Will Jordan; Mark Tele’a, Rieko Ioane, Jordie Barrett y Caleb Clarke; Damian McKenzie y Cortez Ratima; Sam Cane, Ardie Savea y Wallace Sititi; Tupou Vaa’i y Scott Barrett (c); Tyrel Lomax, Asafo Aumua y Tamaiti Williams.

Entrenador: Scott Robertson.

Cambios: ST 10m, Cam Roigard por Ratima; 17, Patrick Tuipulotu por Vaa’i; 20, Ofa Tu’ungafasi por Williams y Pasilio Tosi por Lomax; 30, Anton Lienert-Brown por Clarke; 32, Samipeni Finau por Cane; 39, George Bell por Aumua.

Suplente: Stephen Perofeta

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Incidencias del primer tiempo

PT: 6 y 39m, penales de Crowley (I); 9, 26 y 37, penales de McKenzie (NZ).

Amonestado: 39m, J. Barrett (NZ).

Incidencias del segundo tiempo

ST: 3m, gol de Crowley por try de Van der Flier (I); 8, 21 y 24, penales de McKenzie (NZ); 29, try de Jordan (NZ).

Cancha: Aviva Stadium, Dublín

Árbitro: Nic Berry (Australia)