Gustavo Quinteros, el DT argentino que festejó en Bolivia y Ecuador antes que en su casa

El DT de Vélez Sarsfield, el argentino boliviano Gustavo Quinteros (drcha.) da instrucciones durante la final de la Copa Argentina el 11 de diciembre de 2024 en Ciudad de Santa Fe (José Almeida)
El DT de Vélez Sarsfield, el argentino boliviano Gustavo Quinteros (drcha.) da instrucciones durante la final de la Copa Argentina el 11 de diciembre de 2024 en Ciudad de Santa Fe (José Almeida) (José Almeida/AFP/AFP)

Gustavo Quinteros, el entrenador de Vélez Sarsfield, nuevo campeón de la Liga del fútbol argentino, es un director técnico experimentado, con recorrido extenso en el fútbol sudamericano, pero recién después de dos décadas al frente de los bancos celebró por primera vez un título en su propio país.

Nacido en Cafferata, al sur de Santa Fe, una provincia pródiga en futbolistas, Quinteros debutó como defensor en Central Córdoba de Rosario, en el fútbol de ascenso, y en Talleres de Escalada, para luego emigrar a Bolivia y desempeñarse en Universitario, The Strongest y San José, lo que le permitió nacionalizarse y jugar el Mundial de Estados Unidos 1994.

Quinteros actuó en 26 partidos para la selección del Altiplano, con un gol anotado y con la llegada a los cuartos de final de la Copa América 1995 como mejor actuación.

Su desempeño en Bolivia fue un trampolín para regresar a Argentina, ya que fue adquirido por San Lorenzo, y fue partícipe del Ciclón que conquistó el Torneo Clausura 1995, para luego jugar en Argentinos Juniors y retirarse en 1999 en Jorge Wilstermann, ya de nuevo en Bolivia.

A partir de entonces se dedicó a la conducción técnica, y condujo por una temporada a San Martín de San Juan en el ascenso argentino (2006/07), en lo que sería su única experiencia en su país en casi veinte años.

- Seleccionador -

Fue en Bolivia donde comenzó a dejar su marca como conductor al llevar al título de primera división a Blooming (2005), Bolívar (2009) y Oriente Petrolero (Torneo de invierno y primera 2010).

Esos éxitos lo llevaron a ser elegido como DT de Bolivia, pero los resultados no fueron los esperados y se alejó después de un año y medio, lapso en el que sólo cosechó un triunfo, seis empates y nueve derrotas.

Quinteros emigró entonces a Ecuador, donde asumió en Emelec, al que llevó a ganar los campeonatos de 2013 y 2014, y fue elegido para conducir a la selección tricolor, pero falló en la misión de clasificar al Mundial de Rusia 2018, y fue cesado después de 33 partidos, con un balance de 13 victorias, 6 empates y 14 tropiezos.

Su paso de trotamundos lo llevó a Asia, donde trabajó en Al-Nassr, de Arabia Saudita, y Al-Wasl, en Emiratos Árabes Unidos, con suerte dispar, por lo que regresó a Sudamérica para ser campeón con la Universidad Católica de Chile (Supercopa y Primera División 2019) y luego en Colo Colo (Copa Chile 2021, Supercopa y Primera división 2022, y Copa Chile 2023).

Antes y después, hubo conversaciones para regresar a Argentina, y estuvo muy cerca de ser contratado por Independiente y Racing, pero finalmente Quinteros aceptó en diciembre del año pasado el desafío de conducir a un Vélez que había estado en la cuerda floja, muy cerca de caer a la segunda división.

"Su gran trayectoria internacional como Director Técnico resultó una de las principales razones para su arribo al Fortín. Un total de 10 clubes lo tuvieron como entrenador y dos Selecciones Nacionales (Bolivia 2010-2012 y Ecuador 2015-2017) completan su foja de servicios", lo saludó Vélez en el momento de anunciar su desembarco.

- Regreso a la tierra -

Dieciséis años después de aquel paso por San Martín de San Juan, su única experiencia previa como DT en Argentina, Quinteros volvió y lo hizo por todo lo alto, con una propuesta de juego ambiciosa, con un equipo que arrancó después de un par de tropiezos.

Y es que Quinteros debió lidiar bien pronto con una durísima caída por 5-0 frente a River, un día que terminó con Vélez último en la tabla, luego de apenas tres fechas.

Su equipo supo levantar la cabeza, mostró bases firmes, mejoró la estructura, y desde entonces encadenó varios triunfos, con una combinación de jugadores experimentados y chicos salidos de la cantera como Valentín Gómez, pretendido por varios clubes de Europa.

Esa determinación le permitió llegar a la final de la Copa de la Liga, que perdió por penales frente a Estudiantes en una definición agónica, y también a la final de la Copa Argentina, que cedió por margen mínimo ante Central Córdoba de Santiago del Estero, y a dominar casi de punta a punta la Liga Profesional.

str/tev/cl