Guillermo Ochoa, el Tri y una renovación que no llega en el mejor momento: a un mes de Copa América

Guillermo Ochoa en el partido entre México y Estados Unidos en marzo pasado. (Omar Vega/Getty Images)
Guillermo Ochoa en el partido entre México y Estados Unidos en marzo pasado. (Omar Vega/Getty Images)

Todos lo pedían y llegó: la ansiada renovación de la Selección Mexicana. La noticia fue impactante: Guillermo Ochoa no estará en la Copa América. Pero no sólo él. Tampoco Hirving Lozano, Henry Martín, Raúl Jiménez ni Jesús Gallardo —este último porque se someterá a una operación de rodilla—. Jaime Lozano ha presentado su prelista para el certamen continental y ha sacudido a la opinión pública no por los nombres que están, sino por los ausentes.

Desde que finalizó el Mundial de Qatar 2022, en el que el Tri fracasó al quedarse en Fase de Grupos por primera vez en 44 años, ha habido una palabra que obsesiona a todo el entorno de la Selección Nacional: renovación. Las voces, entre afición, prensa y hasta exjugadores, han clamado por una nueva generación que tome la batuta y haga olvidar las tristezas de los años recientes, en los que el Tri no sólo no ha dado pasos para adelante, sino que ha retrocedido.

Muchas veces se planteó y planeó, pero convocatoria a convocatoria el resultado era similar: los mismos nombres y, luego, las consecuentes quejas por ver ahí a los de siempre. Nunca había una convocatoria que dejara contentos a todos. Y tampoco ha sido esta la ocasión para conciliar ánimos. Eso se debe a un motivo muy simple: la renovación, que debía ser gradual, se ha dado de golpe, sin aviso, de un momento a otro, y de cara al único torneo trascendente que tendrá México en su camino a la Copa del Mundo de 2006, en la que será local.

¿Cómo entender que los jugadores que hoy brillan por su ausencia fueran considerados hace apenas dos meses, cuando se jugó la final de la Nations League contra Estados Unidos? No hay manera de comprenderlo: si lo que se quería era un cambio de nombres, debió de ser gradual y cuidadoso con los procesos. Hoy México enfrenta una realidad: sus jugadores emblema no están, y ya no daban soluciones, pero los nuevos todavía no tienen el recorrido para cargar con esta responsabilidad. Hay un vacío generacional que nunca se pudo llenar y que hoy es echado de menos.

De Malagón, que ahora apunta a ser el titular, se dijo desde hace un año que debía recibir más oportunidades pensando en el futuro. Pero el titular, salvo una ausencia por lesión, fue Ochoa. Hoy en la lista de 31 elementos, que todavía tendrá un corte para quedar en 23, figuran nombres juveniles que han hecho las cosas bien en Liga MX, como Jordan Carrillo y Andrés Montaño, pero que no han tenido un proceso en la Mayor con Lozano.

El seleccionador, eso sí, señaló que esto no quiere decir que no vayan a ser llamados de nuevo en el futuro. "Queremos ver a jugadores que han levantado la mano y que nos darán un universo mayor. Hay jugadores de la sub-23 que nos hubiera encantado tener, pero era importante tener una columna vertebral que nos respalde en la Copa América". Sobre Ochoa dijo que le hizo saber la decisión y le expresó que dependía totalmente de él.

La Copa América será un examen de gran demanda que habrá de plantear un futuro alterno o condenatorio para la Selección Mexicana, según sea el caso. La participación azteca comenzará el 22 de junio ante Jamaica y luego tendrá que medirse con Ecuador y Venezuela. La experiencia dice que en este torneo no hay rivales fáciles y menos para el contexto actual del Tri. Pero si supera la primera ronda, será a partir de Cuartos de Final cuando se sepa qué tan beneficioso fue hacer la dichosa renovación de manera tan agresiva.

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