El gobierno uruguayo no quiere brasileños en Peñarol vs. Botafogo y la Conmebol amenaza por los 1600 visitantes que ya compraron su entrada

La policía de Río de Janeiro se lleva detenido a un hincha de Peñarol durante el partido de ida con Botafogo por las semifinales de la Copa Libertadores
La policía de Río de Janeiro se lleva detenido a un hincha de Peñarol durante el partido de ida con Botafogo por las semifinales de la Copa Libertadores - Créditos: @Wagner Meier

El partido de vuelta entre Peñarol y Botafogo por las semifinales de la Copa Libertadores se transformó en una cuestión de Estado. La Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), el gobierno uruguayo y los clubes están inmersos en una batalla de escritorios que puede tener consecuencias deportivas y económicas, que comenzó con la decisión del ministerio del Interior charrúa de impedir la presencia de hinchas brasileños en el estadio Campeón del Siglo este miércoles. La Conmebol replicó con las consecuencias que tendría tal medida, en virtud de que 1600 simpatizantes del Fogao habían comprado sus entradas con anticipación. La casa madre del fútbol sudamericano exigió que el encuentro se jugara con las dos hinchadas o, en su defecto, sin público -con el consecuente perjuicio económico para el equipo uruguayo-. Incluso amenazó con llevar el partido a otro territorio, tal como lo establece el reglamento. El Consejo Directivo de Peñarol, comandado por su presidente, Ignacio Ruglio, se reunió este martes por la mañana y decidió acatar lo que decida el Poder Ejecutivo. La historia promete continuar en las próximas horas.

“La decisión (de que sólo haya hinchas locales) responde al análisis de la Policía Nacional, tras los hechos de violencia ocurridos en Río de Janeiro en la previa de la semifinal de ida, disputada el 23 de octubre, los cuales son de público conocimiento”, reza el comunicado del Ministerio del Interior uruguayo. El texto agrega: “Se realizaron tareas de investigación y un exhaustivo análisis mediante tareas de campo y redes, en cuanto a la seguridad para el segundo encuentro (...). Los acontecimientos ocurridos en la ciudad de Río de Janeiro desencadenaron una serie de sucesos que aumentan el clima hostil, que no hacen más que poner en evidencia el alto riesgo que supone la disputa de dicho encuentro deportivo con ambas parcialidades ”.

Enterada del asunto, la Conmebol replicó con otro comunicado. “Queremos recordarle que esta notificación debió ser emitida con al menos ocho días de anticipación a la fecha del encuentro. Aproximadamente 1600 entradas ya han sido vendidas a los seguidores de Botafogo, quienes, en su mayoría, ya se han desplazado a la ciudad de Montevideo”, comienza el organismo presidido por el paraguayo Alejandro Domínguez. Y recalca: “Solicitamos que el ministerio del Interior, conjuntamente con Peñarol, garanticen por escrito que se encuentran dadas las condiciones para la la realización del encuentro con la presencia de ambas parcialidades, y que la misma sea remitida a la Conmebol antes del 29 de octubre a las 10 horas (hora de Paraguay”. Al final, la entidad rectora del fútbol sudamericano amenaza: “Caso contrario, la Conmebol se reserva el derecho de establecer que el partido se juegue sin público o trasladar el partido a otro territorio , conforme lo dispuesto en el artículo 4.2.2 del Manual de Clubes”.

El club brasileño también hizo su parte en redes sociales: “Botafogo está en total desacuerdo con las decisiones de las autoridades uruguayas. El club considera que Uruguay es un país plenamente capaz de garantizar que el partido se desarrolle con total seguridad. Botafogo también reafirma que está en contra de cualquier tipo de violencia y que favorece una contienda justa en el terreno de juego”, expresó el líder del Brasileirao en su perfil oficial de la red X (antes, Twitter). La entidad brasileña agregó: “El reglamento es claro en el sentido de que la obligación de mantener la seguridad es responsabilidad del club local o de la federación nacional. A la luz de lo expuesto, queda claro que Peñarol y la Policía de Montevideo (Policía Nacional del Estado Mayor - Ministerio del Interior) han asumido su incapacidad de garantizar la seguridad de los hinchas y delegaciones de ambos equipos. Botafogo considera que este incumplimiento del reglamento no debe quedar impune ante la Conmebol. Por esta razón, estamos monitoreando los acontecimientos con la organización para garantizar el estricto cumplimiento del Reglamento de Competición ”.

El último en jugar una ficha en esta discusión de oficina fue Ignacio Ruglio, el presidente del club carbonero. “El Ministro (Nicolás Martinelli, titular de la cartera de Interior) nos informa que volverá a responder a Conmebol de forma rotunda que no va a permitir al publico visitante ingresar al Campeón del Siglo a causa de varias informaciones que inteligencia en el deporte les ha brindado. No es una decisión de Peñarol, es una decisión del Ministerio fundamentada en el clima de guerra que creó Botafogo en Río de Janeiro con su hinchada emboscando el punto de encuentro que fue una ‘zona liberada’ y lastimando familias con niños y mujeres en las inmediaciones de su estadio antes y después del partido”, adelantó Ruglio.

Este martes será un día de gestiones febriles entre la Conmebol y el gobierno uruguayo. En el medio, dos clubes, un partido de fútbol y 1600 brasileños que quieren ver a su equipo en la cancha.