Gasperini, “Il Signore de Bérgamo”: el volcánico DT que se peleó con Papu Gómez y llevó a un equipo de provincia a una final de Europa

Gian Piero Gasperini, entrenador de Atalanta, el equipo italiano que se medirá este miércoles con Bayer Leverkusen en la final de la Europa League
Gian Piero Gasperini, entrenador de Atalanta, el equipo italiano que se medirá este miércoles con Bayer Leverkusen en la final de la Europa League

Ocho años atrás, Atalanta era apenas un equipo de Bérgamo. Un club de provincia que hacía de subibaja entre la Serie A y la B. Una vez en la élite, su objetivo -el único- era no descender. Ni soñaba en grande ni se imaginaba en la élite de los inventores del catenaccio. Pensar en un fútbol atractivo, o en que los jugadores de camiseta azul y negra convirtieran ¡más de 100 goles! en una temporada era toda una utopía. Ni hablar de llegar a una final europea. Nadie, ni los más optimistas ni los más fanáticos, podía siquiera fantasear con que la llegada de un entrenador torcería el rumbo anodino del equipo y lo llevaría a hacer cumbre en el continente: está a 90 minutos de conquistar la Europa League. Sin embargo, ese hombre canoso, de palabras grandilocuentes y algunas salidas de tono lo hizo. Ese hombre se llama Gian Piero Gasperini y, como el alemán Jürgen Klopp en Liverpool, él también revolucionó un club.

“Suena bien. Es un gran logro y un motivo de satisfacción, conseguido en una temporada realmente positiva para todo el equipo [Atalanta está clasificado a la próxima Champions y fue finalista de la Copa Italia]. ¿Si es este el punto más alto de mi carrera? Sí, en términos de logros y prestigio, absolutamente. En cuanto a recompensas, afortunadamente he tenido bastantes, aunque quizás no al mismo nivel”, dijo Gasperini al sitio web de la UEFA en la antesala del partido de este miércoles [desde las 16, hora de la Argentina] ante Bayer Leverkusen , el invicto campeón de la Bundesliga.

Gian Piero Gasperini, entrenador de Atalanta, durante una práctica de su equipo en Dublín, sede de la final de la Europa League
Gian Piero Gasperini, entrenador de Atalanta, durante una práctica de su equipo en Dublín, sede de la final de la Europa League - Créditos: @Kirsty Wigglesworth

Pero, además de los resultados, ¿cuál es el legado de Gasperini? ¿Qué hizo para estar en el radar de los gigantes de su país y del continente? La génesis de su Atalanta, un verdadero equipo de autor, está en una modificación táctca: jugar con tres delanteros y tres defensores, lo que daba lugar a cuatro mediocampistas: dos internos y dos por las bandas. Su ya famoso módulo 4-3-3. Pero “Gasp” -como se lo conoce- no es el autor intelectual de la formación. Lo admite él mismo, y recuerda que sus equipos jugaban con un 4-3-3. “Estaba cansado de decirle a un lateral que subiera y al otro que se detuviera [para formar la línea de tres centrales]. Luego, vi al Ajax usando la defensa de tres centrales, una novedad en Italia. Lo copié. No invento nada”, contó alguna vez el DT que va camino a la gloria.

Otro de los genes en el ADN Gasperini es la presión constante en todos los sectores de la cancha. “Durante años todo el mundo pensaba que yo hacia marca personal. ¡Pero nunca fue así! Desde que a pareció el pressing yo pedí hacerlo para acortar a los rivales y poder ganar la pelota antes, en la salida”, dijo en una entrevista con DAZN. Y enumeró a algunos de los grandes campeones a los que entrenó. Entre ellos, un argentino con el que tuvo una relación tumultuosa: Alejandro “Papu” Gómez. “Con él y con Josip Ilicic teníamos la pelota asegurada. Luego, con Zapata [Duván, delantero colombiano que había jugado en Estudiantes de La Plata y Nápoli] completamos el plantel. Llegó la Champions y con Muriel [Luis, otro delantero colombiano] nos reconfirmamos. Luego, durante dos años estuvimos un poco estancados. Pero tuvimos un buen empujón con Hojlund [hoy en Manchester United] y Lookman”.

Gian Piero Gasperini y Alejandro
Gian Piero Gasperini y Alejandro "Papu" Gómez, uno de los futbolistas que más lo marcó durante los ocho años que lleva en Atalanta, de Italia - Créditos: @Emilio Andreoli

Más del manual Gasperini: potenciar a los jugadores de las inferiores. Después de todo, Atalanta es uno de los mejores formadores de futbolistas de toda Italia. Pulir diamantes en bruto es, en definitiva, el secreto del éxito de muchos de los clubes de clase media en Europa: comprar barato y vender caro. “En los entrenamientos intentaba fingir que venía de otro planeta y veía quién estaba mejor desde el punto de vista técnico y táctico. Me decidía por los jóvenes que me gustaban”, resaltó. Nunca se guió por un documento para elegir a un jugador por encima de otro, sino por la actualidad. Su rendimiento por encuma de su jerarquía o su currículum.

El carácter volcánico y las decisiones en los entrenamientos y en los partidos le motivaron más de una discusión. La más famosa, tal vez, fue con el “Papu” Gómez, el campeón del mundo con Argentina en Qatar 2022 que tuvo su etapa más gloriosa en Atalanta. Los bailes del “Papu” y los goles de Ilicic llevaron a los bergamascos a ser el equipo “más divertido del mundo” en 2020, según el diario inglés The Guardian. Los 116 goles convertidos en una sola temporada avalaban el mote. Ver a Atalanta era garantía de espectáculo.

Mario Pasalic festeja uno de los goles de Atalanta en Anfield, donde el equipo italiano venció por 3-0 y pasó a las semifinales de la Europa League
Mario Pasalic festeja uno de los goles de Atalanta en Anfield, donde el equipo italiano venció por 3-0 y pasó a las semifinales de la Europa League - Créditos: @DARREN STAPLES

Pero todo se torció en la temporada 20-21. Gómez era el capitán del equipo, referente en el vestuario. Hubo una discusión y Gasperini lo dio de baja. El jugador argentino no se quedó callado y contó que en el encuentro por la Champions ante el Midtjylland danés no escuchó a Gasperini cuando le solicitó cambiarse de banda. Se trenzaron en una discusión en el vestuario y según el ex Arsenal de Sarandí y San Lorenzo el entrenador había intentado golpearlo. La relación se tensó al punto de hacerse insostenible. Gómez se fue a Sevilla. La herida con los referentes -encolumnados detrás del Papu- siguió abierta. Hace una semana, sin embargo, uno de los bares más emblemáticos de Bérgamo fue testigo de la reconciliación: hubo fumata blanca entre el Papu -suspendido por dóping- y el DT más influyente en la historia del equipo de la ciudad.

Gasperini, sin embargo, reconstruyó el equipo gracias a su talento para descubrir futbolistas útiles en otros equipos y la materia prima que tenía a disposición en las inferiores. En ese camino encandiló a Europa con sus conceptos modernos, la libertad para sus atacantes a la hora de generar fútbol y el compromiso de todos para presionar bien alto. Su Atalanta es un equipo de autor, que perderá su sello el día que las canas del entrenador emigren a otro banco de suplentes. Unos 12 mil bergamascos viajarán a Dublín para ver la final en primera persona. Y desearán que, si el entrenador se despide, que sea con una victoria. La primera en Europa en 116 años. Atalanta, el equipo de provincia, ya se codea entre los grandes. Gasperini lo hizo.