Gales lanza un mensaje a los Pumas: cómo aprender de los errores y salir fortalecido

El vuelo impactante de Louis Rees-Zammit, una estrella de Gales
El vuelo impactante de Louis Rees-Zammit, una estrella de Gales - Créditos: @Agencia AFP

NANTES (Francia).– Los hinchas galeses intentaron imponer varias veces el Hymns and Arias, su canción insigne en cada partido del seleccionado del Dragón. Pocas veces prendió, pese a que el Stade de la Beaujoire estaba teñido de rojo. No porque hayan estado disconformes con el rendimiento del equipo. Al contrario. La victoria ante Georgia se vivió con tranquilidad. Con el pase a los cuartos de final en el bolsillo, el partido ante Georgia tenía dos propósitos: vengar la derrota de hace 11 meses y asegurar el primer puesto en el Grupo C. Primer puesto que le permite esquivar a Inglaterra y esperar por los Pumas el próximo sábado en Marsella, o Japón en caso de que los argentinos no cumplan con su cometido.

Sin la solvencia con que venció a Australia dos semanas atrás pero con la misma fórmula, Gales logró ambos objetivos al imponerse por 43-19, un desenlace que, pese a la remontada de Georgia a mediados del segundo tiempo, nunca estuvo en duda.

Fuerza y corazón en un momento de máxima tensión entre Tornike Jalagonia y Nick Tompkins
Fuerza y corazón en un momento de máxima tensión entre Tornike Jalagonia y Nick Tompkins - Créditos: @Agencia AFP

En noviembre pasado, siete días después de vencer a los Pumas en Cardiff, Gales sufrió una aleccionadora derrota al caer 13-12, la primera caída en la historia ante Georgia. Dos semanas más tarde, el entrenador Wayne Pivac, que en 2021 los había llevado a la cima del Seis Naciones, era cesado en sus funciones. Gales apostó por el retorno de Warren Gatland. El enroque les salió bien. Cuando llegaba con dudas a Francia 2023, ajustó la mira en el momento indicado.

Una batahola de la que participaron los 15 georgianos y 10 de los galeses, a 10 minutos del final, dio cuenta del grado de hostilidad que persiste entre estos dos equipos. La furia de los Lelos, que buscaban redimirse luego de cuatro partidos en los que rindieron por debajo de las expectativas, no alcanzó para convertirse en una amenaza, aunque sí para tener una despedida más digna y acorde con sus pergaminos.

Giorgi Kveseladze, de Georgia, demostró algunos errores defensivos de Gales
Giorgi Kveseladze, de Georgia, demostró algunos errores defensivos de Gales - Créditos: @Agencia AFP

Un try de Lewis Rees-Zammit a los 26 minutos del segundo tiempo sentenció la historia cuando Georgia, con dos tries consecutivos, le puso algo de emoción a un partido que se resolvió rápido. Con su velocidad, el wing fue determinante, ya que poco antes había marcado otro try de contragolpe en el que recorrió 40 metros y, a poco del final, uno similar al anterior: kick al fondo y sprint del wing ante la ausencia de una segunda línea defensiva rival.

Para este encuentro, Gatland dispuso un equipo mixto. Metió siete cambios respecto del equipo que venció a Australia y les dio descanso a jugadores importantes como el capitán Jac Morgan, el medio-scrum Stephen Davies, el wing Josh Adams y el segunda línea Will Rowlands. Con un día más para preparar el partido, llegarán con ventaja al duelo de cuartos de final en Marsella, el sábado.

Dos tries en 20 minutos, forjados en base a la superioridad en las formaciones fijas y el pack de forwards, le permitió a Gales abrir el partido. En la segunda mitad, Georgia llegó a ponerse a cinco (24-19), pero fue allí que Gales aprovechó que el rival arriesgó de más y se desordenó para desequilibrar con sus backs y sellar la goleada.

Lo mejor del partido

En total, Gales apoyó seis tries, pero también recibió tres, lo que le abre un signo de interrogación a la entereza defensiva que habían forjado ante Australia. Fiji, en el debut, también logró desbordarlos en varias oportunidades

Los galeses, mayoría entre los 33.580 espectadores en el Stade de la Beaujoire, se retiraron festejando con mesura. Cumplieron con su cometido, borraron definitivamente el oprobio de noviembre y sólo piensan en el partido del próximo fin de semana en Marsella. El domingo, verán cómodamente cómo los Pumas y Japón se matan por estar allí también.