Francis Hernández: “Lamine es distinto y diferente a todo”

Madrid, 10 oct (EFE).- Francis Hernández (Granada, 1997) fue el gran valedor de Luis de la Fuente en la RFEF para ser seleccionador absoluto. Nexo clave para que Lamine Yamal eligiera jugar con España en la famosa conversación que se produjo en Barcelona. Ahora, tras cerrar una etapa de seis años como coordinador de las categorías inferiores de la selección española, afronta una nueva vida y espera un proyecto nacional o internacional que le ilusione.

Entretanto, en una amplia conversación con EFE, disecciona la influencia de la estrategia del equipo técnico de trabajo de la RFEF, admirado en el mundo entero. El esfuerzo, captación y estructura de la dirección deportiva permite contar a medio y largo plazo con más de 150 futbolistas con un perfil top para jugar en la selección absoluta.

“Lamine ha demostrado que es diferencial a la hora de afrontar situaciones que para un niño serían difíciles de gestionar y él las ha asumido con normalidad y naturalidad. Lo de Lamine ha sido algo distinto y diferente a todo, asegura.

Pregunta: ¿Cómo valora sus seis años en la RFEF?

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Respuesta: Han sido seis años maravillosos, muy intensos y sacrificados en la Federación, Muchos días durmiendo fuera de casa, concentración tras concentración… Hemos tratado de crecer y eso conlleva más trabajo aún. Era consciente de que era un reto. Me he sentido muy bien, muy feliz. Hace seis años, hicimos una análisis de cómo estaba estructurada la Federación, qué demandas había… y a raíz de eso tratamos de crear un decálogo de trabajo. Lo hemos llevado a cabo prácticamente en su totalidad.

P: Se fue tras ganar España el Europeo sub-19, Juegos Olímpicos… ¿no le dio pena irse en un momento de éxito de las categorías inferiores?

R: Bueno, antes de los grandes campeonatos ya tenía la decisión tomada. Y lo trasladé a la Federación. Han sido años muy sacrificados, pasando 250-260 días fuera de casa cada año. He sido un privilegiado, pero con mucho sacrificio. Este parón en mi vida profesional no quería que estuviera condicionado al resultado y, por suerte, se alinearon los astros y conseguimos que todo ese trabajo se convirtieran en resultados positivos.

P: Después de estos éxitos y su salida de la RFEF, ¿Qué retos se marca?

R: Gracias al trabajo y la gran formación que tiene este país, y el nivel altísimo de jugadores, hemos conseguido llegar a esos resultados. Ahora estoy tratando de descansar, que lo necesito. Cargar las pilas y asumir cualquier reto que me venga. Me siento preparado, tengo ganas e ilusión y estoy dispuesto a afrontar lo que me pueda venir en el futuro.

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P: Otra Federación, un club… ¿qué le apetece más para su próxima etapa?

R: Estoy abierto a todo lo que me pueda venir y que me permita extrapolar la gestión de estos seis años en la Federación. El hecho de haber trabajado en una Federación puede llevar a pensar que será más sencillo trabajar en otra gran Federación, pero gran parte de la gestión que desarrollé se puede aplicar a la perfección en un club con inquietudes y que quiera seguir creciendo y evolucionando. Estoy abierto a trabajar en una Federación o en un club de España o fuera de España.

P: Es semana de selección. Usted controla la cantera del fútbol español. Quizá es una barbaridad, pero, ¿puede haber más de 150 jugadores que sean perfil absoluta?

R: No dices ninguna barbaridad. La Federación controla a más de 200 jugadores por generación, desde la 1996 que es con la que empezamos hasta la 2012. Los más cercanos a la absoluta son jugadores que tenemos muy controlados y con información muy detallada, con informes audiovisuales. Tenemos muy buena salud en el fútbol español. Han tenido que venir los resultados de este verano para que la gente se dé cuenta del nivel real de jugadores que tenemos en este país. Además, tenemos una capacidad muy importante: la de hacer equipos. Esta es la palabra más importante en el deporte colectivo y podemos presumir de ello.

P: Hay que hablar de Lamine Yamal. ¿Recuerda la primera vez que lo vieron?

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R: Uno de los objetivos que nos marcamos hace seis años era adelantar el proceso. Es decir, tener un conocimiento del jugador en edades tempranas. Cuando antes, mejor. Para ayudarle en su formación integral. Y Lamine fue uno de ellos. Lo vimos siendo uno de los principales jugadores de ese adelanto del proceso, porque vino con nosotros siendo sub-14. Y esa progresión que tuvo en aquel momento ha continuado hasta el día de hoy, demostrando que este chico se ha comido las etapas a una velocidad descomunal.

P: ¿No os ha sorprendido?

R: Es cierto que en el fútbol español hay jugadores muy importantes, y Lamine es uno de ellos. Lamine ha demostrado que es diferencial. No por el nivel deportivo y la capacidad que tiene para ejecutar todo a la perfección, es diferencial a la hora de afrontar situaciones que para un niño serían difíciles de gestionar y él las ha asumido con normalidad y naturalidad. Cuando das con casos como este, todos estamos en la obligación de naturalizarlo porque no debes cortar la progresión de un jugador. Eso no quiere decir que no gestionemos a los jugadores. Pero si el jugador está preparado… y lo de Lamine ha sido algo distinto y diferente a todo.

P: Hubo un momento clave, su salto a la absoluta. Pudo hacerlo con Marruecos, pero usted fue una persona clave para convencerle y que siguiera jugando con España. ¿Cómo fue ese proceso?

R: Hubo un momento en el que todo el mundo era consciente de que corría riesgo su participación con España. Yo traté de hacer mi trabajo y en aquel momento consistía en trasladarle al chico y a la familia lo que la selección española podía ofrecerle, a todos los niveles. En su formación personal y en su formación profesional. Le trasladamos el convencimiento de que podía ser un jugador importante para España y que le íbamos a ayudar en todos los sentidos; a él y a su familia. Fue la manera de conseguir que le diera continuidad a su desarrollo con España. La palabra convencer no me gusta mucho. No tenemos que tratar de convencer a nadie. El jugador tiene que estar convencido de con quién quiere participar y a qué país quiere representar, y ahí tienes que mostrarle las herramientas que tienes para que se sienta cómodo y protagonismo.

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P: Hay más casos… Por ejemplo, el de Cristhian Mosquera, que pudo ir con Colombia...

R: Los jugadores tienen que tener relativa paciencia. Hay jugadores muy buenos en España y no todos tienen cabida. Mosquera tuvo esa paciencia tras una conversación que tuvimos con él y con la familia. Le trasladamos que creíamos en él y que tenía nivel para representar a nuestro país. Él confió en que era así y ahora es un jugador muy importante en nuestra selección sub-21 y que puede decir que es campeón olímpico gracias al Comité Olímpico Español y la Real Federación Española de Fútbol.

P: Tuvo esa paciencia para apostar por España...

R: En aquel momento, la selección colombiana quería tener sí o sí en su selección absoluta y él tuvo la paciencia necesaria para que le llegaran los momentos que le han llegado en estos últimos meses.

P: En sus seis años en la RFEF hubo una filosofía, un modelo de juego. ¿Cómo se gestiona esta estrategia?.

R: Fue una directriz que marcamos desde la dirección deportiva. Había que darle forma a un modelo de juego y crear un perfil de jugador para representar ese modelo. No es algo cerrado, es un cuerpo vivo que sigue evolucionando y creciendo, pero sin perder la esencia de este país, que es la de tener jugadores con mucho talento. Para mí, el talento, fundamentalmente, se basa en la capacidad de aprendizaje de un jugador para interpretar el juego. Y nos basamos en esto.

P: También ha sido importante el sentido de pertenencia. El ser un equipo. Que el seleccionador absoluto haya pasado por categorías inferiores…

R: Hemos incidido mucho en eso. En que el jugador sea consciente de que el venir a la selección es una herramienta poderosa. Y eso dándole continuidad en todas las categorías es una gran formación. Además, el que ahora haya un seleccionador que haya pasado por todas las categorías y que haya representado de manera tan impecable la idea que hay en categorías inferiores, en la parcela deportiva, profesional, de valores, de ser un equipo… ayuda muchísimo a que los jugadores, cuando lleguen a la absoluta, tengan esa idea interiorizada para representarnos tan bien.

P: Las lesiones están marcando el paso de la selección. Dani Carvajal, Rodri Hernández… ¿Tiene una razón para tanta lesión?

R: Es una pena. No deseas que ningún jugador se lesione. Este tipo de jugadores representan los valores generales de un país y de una selección como la nuestra. Carvajal es un grandísimo jugador y grandísimo capitán y líder; igual que Rodri. Son pérdidas importantes. Sacar una conclusión de por qué se han lesionado es tan difícil… Hay un factor suerte en este tipo de lesiones y alrededor de esto, muchos factores para que esto pueda suceder.

Óscar Maya Belchí

(c) Agencia EFE