Francia llora la eliminación del Mundial de rugby tras perder con Sudáfrica: cuál será el futuro del técnico

El hooker francés Peato Mauvaka (i) y el ala francés Anthony Jelonch (d) hablan con los fanáticos después de que Sudáfrica ganara el partido de cuartos de final de la Copa Mundial de Rugby que se disputa en suelo galo
El hooker francés Peato Mauvaka (i) y el ala francés Anthony Jelonch (d) hablan con los fanáticos después de que Sudáfrica ganara el partido de cuartos de final de la Copa Mundial de Rugby que se disputa en suelo galo - Créditos: @FRANCK FIFE

PARÍS (Francia).– La pantalla gigante del gigante Stade de France muestra un primer plano de un chico con la camiseta de les Bleus y la bandera tricolor pintada en el pómulo llorando desconsolado. La imagen resume el sentimiento de una nación. Francia llora su eliminación del Mundial. De su Mundial. Otra vez.

Las tapas de los principales periódicos deportivos replican el mismo sentimiento. “Para llorar”, titula L’Equipe. “Hasta las lágrimas”, anuncia Midi Olympique, el periódico especializado en rugby que sale lunes y viernes. Elocuente. En Francia, el rugby es una pasión nacional, no tan a la zaga del fútbol. En el interior, incluso, no son pocas las ciudades donde el equipo local de rugby es su razón de ser. Francia organizó este Mundial para que sea su Mundial. Adentro y afuera de la cancha. Desde la ceremonia inaugural, una verdadera exaltación de nacionalismo francés, hasta el canto reiterado de la Marsellesa en casi todos los partidos (excepto en los que juegan los Pumas). Por supuesto, también en el favoritismo con que se presentó el seleccionado, credencial que revalidó con la victoria en el partido inaugural ante los All Blacks y a lo largo de toda la primera rueda.

Un solo punto. Un kick tapado, una pelota mal recepcionada, un scrum fallido, una mala decisión arbitral. Un detalle. La diferencia fue ínfima. La derrota de Francia por 29-28 ante Sudáfrica, no obstante, deja un vacío enorme. Ahora empieza otro Mundial.

El espectacular bloqueo sudafricano ante un penal de Francia, durante el partido por los cuartos de final del Mundial de Rugby

Atrás quedó un partido alucinante. Con un primer tiempo con seis tries, que significó un récord para un partido de eliminación directa en un Mundial, según estadísticas de Opta. Cuarenta minutos que se parecieron a una pelea de boxeo en la que los dos salieron al golpe por golpe, que Francia ganó por puntos (22-19) pero no pudo dar el knock-out porque Sudáfrica replicó con sus armas: el juego aéreo, de donde generó dos conquistas, y la presión defensiva, que favoreció el restante. Y en los detalles: la conversión que Cheslin Kolbe le tapa a Thomas Ramos (el peor jugador de la noche, afirmación potenciada cuando salió Jalibert y pasó de apertura) en el try de Mauvaka resultó, a la postre, decisiva. Una imagen del rugby de los 80 que no se veía en el rugby internacional. ¿Salió a tiempo o Ramos debió haber repetido la patada? Una de las tantas controversias.

La salvada del sudafricano Cheslin Kolbe tras la patada del francés Thomas Ramos en busca de las semifinales del Mundial de Rugby 2023
La salvada del sudafricano Cheslin Kolbe tras la patada del francés Thomas Ramos en busca de las semifinales del Mundial de Rugby 2023

“Creo que el arbitraje no estuvo a la altura de una instancia así”, protestó Antoine Dupont en la conferencia de prensa. Estaba devastado. No fue el único momento en que el público le reclamó agriamente al neocelandés Ben O’Keeffe, como el tackle alto de Pieter-Steph du Toit a Danty, aunque no en todas tuvo razón.

No alcanzó. Los títulos de las notas accesorias repiten ese concepto. No alcanzó con la magia de Dupont, un superhombre que regresó tres semanas después de una operación en el pómulo para jugar su mejor partido en el Mundial, para marcar diferencias por sí solo, jugar 80 minutos y confirmar que es el mejor jugador del mundo. No alcanzó con la gente, que desplegó otro espectáculo estridente en las tribunas que no llegó a inmutar a los sudafricanos. No alcanzó con el trabajo de los forwards “en vano”, como dijo L’Equipe. No alcanzaron los dos tries de Cyril Baille, imponente. “Un doblete para nada”, tituló el Midi. Francia se quedó demasiado corto.

Las portadas de L'Equipe y Midi Olympique reflejan el dolor de una nación
Las portadas de L'Equipe y Midi Olympique reflejan el dolor de una nación

Otra diferencia fue la actuación de Eben Etzebeth, el gigante sudafricano. Molestó en el aire a Gaël Fickou y la mala recepción del francés derivó en el primer try sudafricano (Lee-Arendse). Un tackle suyo le hizo perder la pelota a Dupont y la feroz contra significó la segunda conquista. Apoyó él mismo el que significó la victoria, a 13 minutos del final, cargándose a cuatro rivales y su camino al in-goal. Cuando estuvo 10 minutos afuera por un choque de cabezas con Atonio, Francia apenas pudo marcar tres puntos, consecuencia directa de esa infracción.

En los minutos finales reinó el imperio de la fuerza, la brutalidad de los Springboks no dejó que apareciera el corazón de Francia, impulsado por un Stade de France desbordante. La falta de determinación en los momentos en que se definió el partido también terminó hundiendo a Les Bleus. “Les pedí a los jugadores y al staff que fueran fuertes”, dijo el entrenador Fabien Galthié, apagado en la conferencia de prensa. Pese al golpe, seguirá al frente del equipo. “Tengo contrato hasta 2028″, avisó. “No hay replanteos respecto de su continuidad”, reafirmó Florian Grill, presidente de la Fédération Française de Rugby (FFR).

El medio scrum y capitán de Francia Antoine Dupont (L), Cameron Woki (R) y Sekou Macalou (arriba), derrumbados después de la derrota en el partido de cuartos de final de la Copa Mundial de Rugby ante Sudáfrica
El medio scrum y capitán de Francia Antoine Dupont (L), Cameron Woki (R) y Sekou Macalou (arriba), derrumbados después de la derrota en el partido de cuartos de final de la Copa Mundial de Rugby ante Sudáfrica - Créditos: @ANTONIN THUILLIER

En cambio, el partido de anoche sí marcó la despedida de dos jugadores: el pilar derecho Uini Atonio y el segunda línea Romain Taofifenua, ambos de 33 años, según confirmó Galthié. Así y todo, este equipo de Francia todavía tiene mucho para ganar. Es un plantel joven y, a la vez, con mucho recorrido. El corazón del plantel tiene entre 22 y 26 años: Dupont, Ntamak, Jalibert, Penaud, Alldritt, Flament; ayer apareció Mauvaka como figura. Consuelo para más adelante, no para este momento de duelo.

De regreso en el subte desde el suburbio de Saint Denis al corazón de París, el clima es de pesadumbre. No hay bronca, el sentimiento no es tan profundo como en la Argentina. No hay violencia. Pero tampoco hay ánimos para conversar. Los sudafricanos, que explotaron sobre el final del partido y dejaron ver, cuando las tribunas se vaciaron, que también llegaron en buen número, festejaron con mesura y respeto fuera del estadio. Francia se quedó sin Mundial, el Mundial se quedó sin Francia.