Fórmula 1: el fin de semana en el que Max Verstappen quiso destrozar una habitación y terminó ganando

La victoria de Max Verstappen en San Pablo, la novena en grandes premios del neerlandés en la temporada y la que resultó un martillazo para las aspiraciones de Lando Norris de pulsear por la corona
La victoria de Max Verstappen en San Pablo, la novena en grandes premios del neerlandés en la temporada y la que resultó un martillazo para las aspiraciones de Lando Norris de pulsear por la corona - Créditos: @Ettore Chiereguini

Festejó el tetracampeonato de Fórmula 1 en Las Vegas, aunque el golpe de martillo que sentenció la pulseada se bajó días antes, en San Pablo. La clase magistral de manejo de Max Verstappen en el autódromo de Interlagos, en una carrera que resultó rocambolesca, sin un guion definido y con estrategias que cambiaron a cada giro en un fin de semana en el que la lluvia provocó la cancelación de la clasificación del sábado y compactó el programa en una agitada jornada dominical, ocultó un episodio que pudo modificar el escenario.

De la furia a la calma; del estallido a la paz. MadMax arribó al circuito José Carlos Pace con el peso de una penalización de cinco posiciones, a causa del cambio del motor de combustión interna; la qualy fue una catástrofe, al quedarse fuera de la Q2, lo que equivalía liberarle el camino a su rival, Lando Norris (McLaren), en la batalla por el título. “Muchas cosas pasaron por mi cabeza. Estaba muy molesto, decepcionado, por la clasificación, a punto de destrozar la habitación”, confesó Verstappen, entre risas, en el podcast de Talking Bull.

Dominante en el comienzo de la temporada, Max Verstappen tuvo temple para sortear los obstáculos y lograr el tetracampeonato de Fórmula 1
Dominante en el comienzo de la temporada, Max Verstappen tuvo temple para sortear los obstáculos y lograr el tetracampeonato de Fórmula 1 - Créditos: @GIUSEPPE CACACE

El enojo que envolvía al neerlandés tuvo como contrapartida la serenidad de su padre Jos, un hombre exigente y que en oportunidades con brutalidad y varios excesos forjó el espíritu del nacido en Hasselt. “Él estaba sentado, muy tranquilo, y ese aplomo realmente me calmó, cuando yo estaba muy molesto. Hubo algunas caras muy tristes ese día: salíamos desde el puesto 17, mientras que nuestro principal rival lo hacía desde la pole position. Y esto pudo ser el punto de inflexión de la temporada, a pesar de que todos estábamos nerviosos, por la lluvia. Me gustan esas condiciones, me gusta manejar con lluvia, pero nunca sabes lo que puede pasar o lo que pasará, porque una salida de pista o un incidente te elimina. Pero la carrera siguió su curso, disfruté mucho, me sentí muy bien con el auto y poco a poco fui acercándome a la cabeza del pelotón. Apenas gané y conocí el resultado de Lando [terminó sexto], lo supe: era un resultado decisivo para el campeonato”, redondeó MadMax, acerca de lo que fue un gran premio que combinó suspenso, drama, dolor, caos, emoción, desilusiones y festejos.

El festejo de Max Verstappen en el podio de San Pablo: largó 17mo y firmó una victoria que prácticamente definió la batalla por el título con Lando Norris
El festejo de Max Verstappen en el podio de San Pablo: largó 17mo y firmó una victoria que prácticamente definió la batalla por el título con Lando Norris - Créditos: @MIGUEL SCHINCARIOL

El neerlandés fue un verdadero piloto de tormentas: dibujó un gran premio magistral, como si desde la butaca rindiera un homenaje a la figura de Ayrton Senna, el tricampeón del mundo que volaba en condiciones de pista húmeda y que desde un maravilloso mural todo lo contempla en el circuito paulista. Sorteó con habilidad los obstáculos, descubrió espacios para dibujar detalles y con el triunfo rompió una racha negativa de diez fechas sin éxitos, sequía que alentó la pulseada con Norris.

PUBLICIDAD

El golpe de autoridad se reflejó en los números: Verstappen estiró de 44 a 62 puntos la ventaja, con 86 en disputa. La consagración llegaría en el siguiente capítulo: “No creo que Las Vegas esté entre mis mejores 100 carreras. No fue emocionante, pero hice lo que debía hacer”, apuntó, quien con la coronación terminó con las rispideces que sostuvo con Norris en varios circuitos, en particular en Spielberg, Austin y Ciudad de México.

La gente siempre empeora las cosas en las redes sociales. Hay muchos idiotas en estas plataformas, siempre tienen algo que decir. Hay mucha gente positiva, pero también verdaderos idiotas. Lo mejor es ignorar todo. Lando y yo nos llevamos muy bien, aunque por supuesto que en la pista existió la tensión. Afuera, nada cambió. Siempre intentamos dar lo mejor de nosotros cuando estamos en un gran premio para lograr el mejor resultado posible. Este tipo de cosas pueden suceder cuando estás luchando por un campeonato”, afirmó Verstappen en el podcast que se hizo público hace unos días.

La pulseada entre Max Verstappen y Lando Norris, un duelo que el neerlandés dominó aun en los pasajes más negativos del calendario
La pulseada entre Max Verstappen y Lando Norris, un duelo que el neerlandés dominó aun en los pasajes más negativos del calendario - Créditos: @Eric Gay

La campaña 2024 resultó la de menor cantidad de éxitos de Verstappen, aunque los nueve triunfos en grandes premios y los dos en Sprint Racing resultaron suficientes para imponerse dos fechas antes de la finalización del calendario, que con 24 citas se presentó como el más extenso de la historia. Cuando la bandera a cuadros cayó en Abu Dhabi, Verstappen y Sergio Checo Pérez tuvieron su última actuación como compañeros de garaje. Fueron 90 fechas, con una paliza del neerlandés que se impuso por 79 a 11 en carreras y por 77 a 13 en pruebas de clasificación. Los 285 puntos de diferencia en el Mundial de Pilotos, con los que MadMax vapuleó al mexicano –terminó octavo en el campeonato-, se presentan como la más distancia amplia entre dos pilotos del mismo garaje. El derrumbe del tapatío fue estrepitoso: tras cuatro podios en los primeros cinco compases, intercaló cinco abandonos con 14 grandes premios sin regresar al espacio de las premiaciones.

Risas entre Max Verstappen y Liam Lawson; el neozelandés será el reemplazante de Sergio Checo Pérez en Red Bull Racing en 2025
Risas entre Max Verstappen y Liam Lawson; el neozelandés será el reemplazante de Sergio Checo Pérez en Red Bull Racing en 2025 - Créditos: @@F1

El nuevo calendario, que empezará en Melbourne, el 16 de marzo –las pruebas de pretemporada serán en Bahréin, desde 26 al 28 de febrero- descubrirá a una nueva pareja de compañeros en Red Bull Racing: Liam Lawson, que compitió con Racing Bulls las últimas seis fechas de 2024, fue ascendido y compartirá las tareas con Verstappen. MadMax será el líder indiscutido, algo que ya advirtió el asesor Helmut Marko: “Tiene que aceptar quién es el mejor. Veremos hasta dónde puede llegar, pero no debería subirse al auto con el objetivo de batir a Verstappen. Eso ha ido mal con todos sus compañeros de equipo, entenderá que está junto al mejor piloto de F.1 del momento. No debería involucrarse en el aspecto técnico, como configuraciones y estrategias, y en clasificación y carreras debería mantenerse a tres décimas de Max. Eso debería ser suficiente para sumar puntos para el Campeonato de Constructores”, manifestó el austríaco.

Una jornada de furia que se decantó en el día en que empezó a sentirse tetracampeón, los detalles señalan que Max Verstappen siempre tuvo el control, aún en el caos.