Las diferencias son escasas: el largo de pelo, la cantidad de tatuajes que decoran los brazos, la facilidad para sonreír, más notable en uno que en el otro. Las similitudes, en cambio, son mucho más evidentes y numerosas. Además de rubios de tez muy blanca, los dos superan los 190 centímetros de altura, representan a selecciones alejadas de la élite europea y comenzaron a llamar la atención del fútbol internacional en el mismo equipo, perteneciente a un país que no es el de ellos. Pero sobre todo, comparten una obsesión: el gol, y han aprendido desde muy chicos los secretos para satisfacerla. Si a sus casi 24 años el noruego Erling Haaland ya es una figura de carácter mundial; con 21 apenas cumplidos el esloveno Benjamin Sesko sigue sus pasos con cuidada exactitud.

“Es una comparación que me motiva y me da energía. La escucharé para ser incluso mejor que él”, decía hace ya un par de temporadas un delantero llamado a ser sensación en los próximos años. Nacido en Radece, un encantador pueblo de 2.000 habitantes que se levanta entre colinas en el valle de Sava, al este de Eslovenia, “Sesek”, como lo llaman sus compatriotas, ya está acostumbrado que todos sus movimientos sean medidos con la vara del delantero del Manchester City. Como él, emigró joven de su país para probar suerte en el extranjero y en distintos momentos los dos recalaron en la escuela austríaca del Red Bull Salzburgo.

Tiempo después, ambos cruzaron la frontera para dar el siguiente paso en Alemania, uno en el Borussia Dortmund, y otro en el RB Leipzig, el buque insignia de la marca de bebidas energizantes. Y para completar el juego de los parecidos, esta misma semana el joven esloveno sumó un detalle más. Si en su día Halaand decidió no precipitarse para marcharse a la Premier inglesa, ahora fue Sesko quien a último momento y cuando todo parecía cerrado, 65 millones de euros mediante, le dijo al Arsenal londinense que prefería permanecer un tiempo más en la Bundesliga. La noticia, seguramente, habrá alegrado al Real Madrid, el Chelsea, el PSG, el Barcelona o el Liverpool, que de esta manera no pierden las esperanzas de sumarlo a sus filas.

¿Qué tiene Sesko para despertar tanto interés? ¿Es sólo eficacia goleadora o hay algo más? “Es fuerte en el juego aéreo y tiene una gran técnica individual en el uno contra uno”, resume Marco Rose, su actual técnico en Leipzig. “Si tengo que ser honesto, no sé si alguna vez volveré a entrenar a un jugador así”, afirma Gregor Jordan, quien lo tuvo a sus órdenes en el equipo sub15 del Krsko, club al que Benjamin ingresó con 7 años y permaneció durante otros 8. “Ya por entonces pensé que el gran escenario del fútbol lo estaba esperando”, insiste Jordan, feliz de poder colgarse la medalla del descubrimiento.

Ver en acción al 9 de Eslovenia significa conjugar en un mismo futbolista características de otros grandes. Al margen de la envergadura de Halaand que le permite ser muy difícil de contener cuando salta a cabecear, conviven en Sesko la potencia del Ronaldo “original” que en el PSV Eindhoven o el Barcelona se tornaba imparable cuando encontraba espacios para lanzar su carrera; la fuerza y la puntería ambidiestra en el disparo de media distancia del alemán Andreas Brehme o el holandés Wesley Sneijder; la habilidad para bailar sobre la pelota de Cristiano Ronaldo; y por supuesto, la frialdad para definir de cualquier delantero de alto nivel.

Pero además, Sesko no es el típico grandote que se estaciona en el área a esperar que sus compañeros lo busquen. Sabe tirarse atrás para participar en el armado de las jugadas, buscar las bandas, encontrar los espacios, moverse de espaldas al arco rival para habilitar al que llega de frente... “Tiene un talento extraordinario, uno de esos futbolistas con el que cualquier club y cualquier entrenador quisiera contar”, asegura Ales Meznarsic, quien lo dirigió en su paso por el conjunto juvenil del Domzale. “Siempre fue creativo, disfrutaba de jugar sin presiones, como si se tratara de un hobby”, subraya Jordan.

Los números avalan su condición de jugador diferente. Ya en aquel sub15 del Krsko había marcado 59 goles en 23 partidos, y aunque a medida que fue superando etapas le resultó imposible mantener semejante promedio, las cifras continúan siendo elevadas. Desde que comenzó su carrera profesional a los 16 años lleva disputados 174 partidos en tres equipos diferentes, con 72 goles y 20 asistencias. Aunque son otras las estadísticas que refuerzan su valía: en esta temporada, más de la mitad de sus remates fueron entre los tres palos (el 53,2%, el tercer mejor promedio de la Bundesliga); tuvo un promedio de 0,3 goles por disparo (segundo del campeonato alemán en este rubro); y en ese registro moderno de “goles esperados” también quedó segundo a la hora de superar las expectativas.

Fue durante el paso de Sesko por Domzale donde las redes de Red Bull supieron captar al pibe que viajaba en tren desde su pueblo en las colinas hasta la sede del Krsko para empezar a transitar su camino. Salzburgo pagó 2,5 millones de euros en julio de 2019 para llevárselo a territorio austríaco, y automáticamente lo cedió a su equipo reserva, el Liefering de la segunda división. Faltaban dos años para que se produjera su gran irrupción en la escena futbolística.

El golazo a Suecia en la Nations League

El 30 de enero de 2021 debutaría con el Salzburgo; cinco meses más tarde, menos de una semana después de cumplir los 18, hizo su estreno con la selección eslovena en un partido ante Macedonia del Norte (le costó apenas dos apariciones para ganarse la titularidad); y en septiembre, en Sevilla, escuchó por primera vez el himno de la Champions en un encuentro por fase de grupos.

Benjamin Sesko llega encendido a la cita en Alemania: marcó 7 tantos en las últimas 7 jornadas de la Bundesliga. Ausente el auténtico Haaland, la Eurocopa se dispone a recibir a su fotocopia. Será la oportunidad para empezar a descifrar hasta dónde pueden llegar las semejanzas.

Benjamin Sesko en datos

• Puesto: Centrodelantero

• Edad: 21 años

• Altura: 1,97m

• Club: RB Leipzig (Alemania)

La agenda de Eslovenia en la Eurocopa

• domingo 16, a las 13, vs. Dinamarca

• jueves 20, a las 10, vs. Serbia

• martes 25, a las 16, vs. Inglaterra