Escapada, siesta y sprint
Santander, 4 sep (EFE).- La verdad es que se veía venir, los precedentes lo anunciaban. La etapa de este jueves, aunque con 'picante' por el camino, estaba llamada a ser protagonizada por una de esas fugas llamadas 'bidón' y, si era cazada, por un sprint al final.
Vamos lo conocido como 'escapada, siesta y sprint'. Una aventura sin relevancia para la general y el pelotón sesteando por el camino hasta la aceleración final para cazar la fuga.
Aunque había un esperanza, el muro de La Estranguada, una pared con 3 km verticales siempre por encima del 10 por ciento y desnivel máximo al 21 por ciento. Pero no prosperó.
Si el pelotón había rehusado en dos Primeras al final de sendas etapas, como Manzaneda y Leitariegos, no animaba a pensar que en la Estranguada, por mucho que sus rampones casi asustasen, hubiese batalla.
En Manzaneda, final de etapa con sus 15,4 km al 4,7 por ciento, no hubo ni un movimiento entre los favoritos.
En Leitariegos fue peor, con la cima tras sus 22,8 km al 4,5 por ciento a 16,5 km de meta, no es que no hubiese ataques, sino que la etapa acabó al sprint. Increíble.
La Estranguada, sin pelea
Pues este jueves en La Estranguada pasó algo parecido. No es solo que no hubiese lucha entre los primeros de la general, sino que en rampas de hasta el 21 por ciento no cedió ningún corredor. Ninguno.
También es verdad que hasta la meta quedaban 87 km. Y, quitando los inmediatos 20 de la subida y complicadilla bajada del Alto del Caracol (2ª; 7,2 km al 6,2 %), todos llanos.
Como no hubo pelea entre los importantes, lo siguiente que aparecía en lontananza era el sprint con el que contaban Alpecin, DSM, Kern Pharma y demás equipos con velocistas. Que se pusieron a la labor y fueron limando y limando segundos a una escapada que se acercó a los cinco minutos de ventaja y llegó a los tres km finales.
Sprint con victoria esperada de Groves
La aventura la habían intentado bajo la lluvia cuatro meritorios, Jonas Greegard (Lotto-Dstny), Thibault Guernalec (Arkéa-B&B Hotels) y Thomas Champion (Cofidis) y Xabier Isasa (Euskaltel-Euskadi).
El cuarteto, si bien perseveró, cedió ante el envite del pelotón y los sprinters prepararon el embalaje. En el que, como se esperaba, se impuso Kaden Groves poniendo punto final a una tarde por momentos aburrida y tediosa. Tradición en las grandes vueltas. Escapada, siesta y sprint. EFE
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