Elecciones en Venezuela: con menos aliados, Maduro se aferra a la lealtad de los militares

Nicolás Maduro, al frente del desfile militar durante el desfile por la batalla de Carabobo (Archivo)
Nicolás Maduro, al frente del desfile militar durante el desfile por la batalla de Carabobo (Archivo) - Créditos: @HANDOUT

CARACAS.– “¡Alerta! Se pretende desde ya, con denuncias tendenciosas a través de las redes sociales, enrarecer el clima electoral y perturbar de manera orquestada la imagen de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y la impecable ejecución del Plan República. A la FANB le asiste su mística, ética y profesionalismo. ¡No podrán!”, escribió en sus redes sociales el general Vladimir Padrino López, ministro de Defensa y principal cabeza visible del generalato chavista.

Son precisamente los generales de Nicolás Maduro, tan numerosos como en toda la OTAN, quienes han amasado fortunas gracias a los negocios millonarios del que el presidente los ha hecho partícipes.

Pese a los llamados constantes de la oposición, la cúpula militar, principal baluarte del chavismo, aparece pétrea en torno a Maduro. Son los líderes de un bloque en el que también están presentes los principales organismos de Inteligencia (el Servicio Bolivariano de Inteligencia y la Dirección General de Contrainteligencia Militar), la policía, la guerrilla colombiana y los paramilitares revolucionarios. El poder de fuego garantizado.

El ministro de Defensa de Venezuela, general Vladimir Padrino López (Archivo)
El ministro de Defensa de Venezuela, general Vladimir Padrino López (Archivo) - Créditos: @Ariana Cubillos

“La visión que hay es de un apoyo fundamental de la fuerza armada, pero hay matices. Se trata de la cúpula militar muy añejada en el poder, la corrupción y el crimen organizado. Lleva años allí, sobregirada, pero hay un dato importante: la mitad de los presos políticos son militares jóvenes. Además la oposición cuenta con el apoyo interno en las familias militares, al menos 60% según las encuestas. El apoyo interno, además de los militares, está basado en la represión y el nivel de control social y de miedo”, dice a LA NACION Julio Borges, líder de Primero Justicia, exiliado hoy en España.

En el lado ciudadano, confirmado el desamor de las clases populares, los principales apoyos gubernamentales están en una clase económica que ha hecho grandes negocios gracias a su cercanía con el gobierno. En los barrios solo queda la arquitectura del poder comunal, que también recibe sus beneficios por mantener el apoyo.

Aliados externos

El puño de hierro de los aliados internos se replica en el exterior. “Cuba es el gran aliado en cuanto al aparato de control y propaganda, así como en apoyo internacional. Rusia e Irán para la estrategia de evadir las sanciones y China como socio comercial”, explica el historiador Armando Chaguaceda.

Sumando a Nicaragua en la región y a Corea del Norte, Turquía y Bielorrusia quedaría conformado un gran bloque iliberal, que fue definitivo para derrotar a la oposición y a las democracias occidentales durante la crisis de 2019.

Nicolás Maduro junto al dictador nicaragüense Daniel Ortega, durante una reunión del ALBA en Caracas (Archivo)
Nicolás Maduro junto al dictador nicaragüense Daniel Ortega, durante una reunión del ALBA en Caracas (Archivo) - Créditos: @JUAN BARRETO

“Con los cubanos han construido su doctrina militar y de control interno, pero además La Habana provee la llegada a funcionarios internacionales donde ellos tienen influencia. Rusia también vende armas y desinformación. Pero la realidad es que las áreas se solapan, no es que uno sea un aliado económico y otro el militar. Por ejemplo, China, gran aliado comercial, también ha provisto al Ejército de armas. E Irán, que ha aportado especialistas para solventar averías en el sector petrolero, también ha entregado armas”, dice Chaguaceda.

También se han puesto entredicho las alianzas en la región. Bolivia y Honduras se mantienen firmes, México guarda silencio, mientras Chile no cede en sus críticas. Y Brasil ha llevado la voz cantante contra los mensajes de terror de Maduro. Por el lado de Colombia, el presidente Gustavo Petro tiene sus propias cartas: la negociación con la guerrilla aliada del chavismo.