Elecciones en Boca | La jueza Abrevaya dio lugar al pedido de Ibarra y los 13.000 socios de la polémica votarán por separado

Andrés Ibarra y Juan Román Riquelme
Andrés Ibarra y Juan Román Riquelme

Aunque la fecha para las elecciones en Boca quedó 100% confirmada y tendrán lugar este domingo 17 de diciembre, una nueva determinación judicial sacudió los comicios una vez más. En las últimas horas, la oposición liderada por Andrés Ibarra y Mauricio Macri exigió ante la Justicia que los más de 13.000 socios que pasaron directamente a ser activos durante la gestión de Jorge Amor Ameal voten por separado de los demás, una medida que había sido originalmente propuesta por el oficialismo cuando la lista opositora presentó la cautelar para suspender la votación.

Este viernes, en tanto, la jueza Alejandra Abrevaya cedió ante el pedido y determinó que “voten con total normalidad pero ubicados en mesas en un sector separado del resto, para poder realizar, una vez terminado el horario de votación, un escrutinio separado e independiente de dichas mesas”. Además, aquellas mesas serán supervisadas por un veedor designado por la magistrada.

Alejandra Abrevaya la jueza se bajó de la causa por las elecciones en Boca Juniors
Alejandra Abrevaya la jueza se bajó de la causa por las elecciones en Boca Juniors - Créditos: @Redes

En particular, las mesas que se separarán corresponden a las de los socios activos de la 148 a la 171 inclusive, de socias activas de la 217 a la 223 inclusive y del interior de la 278 a la 285 inclusive, siempre que correspondan a los períodos de 1 de agosto a 30 de noviembre de 2021 como fecha de ingreso a socio activo pleno. Además, al final de la votación se realizará un conteo de votos paralelo al de las restantes mesas pero separado, “debiendo obtener un total de sufragios por las mesas generales y otro por las que se detallan previamente”.

En cuanto a la elección en sí, si bien los números que manejan el oficialismo y la oposición arrojan un hipotético triunfo de la fórmula compuesta por Juan Román Riquelme y Jorge Ameal, los hechos deben consumarse. En caso de que la realidad concrete esas previsiones, será difícil imaginar un escenario judicial en el que prospere el reclamo inicial de los letrados de la oposición. Sucede que desde el lunes ellos están revisando el fallo que revocó la suspensión inicial, ya que consideran que se apoya en algo inexacto.

Si bien es cierto que (como dice el Estatuto de Boca) después de un año ya nadie puede cuestionar la condición de un socio y su derecho al voto, también se da un escenario que contradice lo primero y tiene relación directa con lo que está escrito en el reglamento de comicios. Cuando el oficialismo hace público el padrón habilitado para votar, las otras partes intervinientes (sean una, dos o las que fueren) tienen un plazo de “hasta tres días antes de la votación” para realizar su descargo, elevar sus reclamos o, como ocurrió en este caso, hacer las denuncias pertinentes en la Justicia Civil y/o en la Inspección General de Justicia (IGJ).

Si, por el contrario, el resultado de los sufragios termina siendo más parejo, es muy probable que la batalla legal continúe. Ante ese posible escenario, la Justicia puede determinar que el reclamo no es válido y nada cambiará, o bien aceptar el planteo y tomar decisiones en consecuencia. Una de ellas sería la de invalidar los comicios y reprogramar una segunda votación.

Asimismo, desde el jueves al mediodía comenzó a circular cierta preocupación entre los que tienen decidido votar a Juan Román Riquelme. Según versiones, podrían impugnarse los votos de aquellos que asistan a la Bombonera con la camiseta de Boca con el 10 y el nombre del ídolo en su dorsal. A pesar de esos temores, este escenario ya se dio en la previa de las elecciones de 2019. Y entonces, la dirigencia que lideraba Daniel Angelici descartó de plano cualquier impugnación por la vestimenta utilizada por los votantes y cada una de las personas se arrimó a las urnas con la ropa que prefirió utilizar.