La elección de Vance irrita a la elite empresarial del Partido Republicano, pero fascina a los populistas

El candidato a vicepresidente republicano, J.D. Vance, en la convención en n Milwaukee. (AP/Carolyn Kaster)
El candidato a vicepresidente republicano, J.D. Vance, en la convención en n Milwaukee. (AP/Carolyn Kaster) - Créditos: @Carolyn Kaster

WASHINGTON.- La elección que hizo Donald Trump de su compañero de fórmula, el senador por Ohio J.D. Vance, es fiel reflejo del auge del ala económica populista del partido, y su selección causa alarma entre los dirigentes conservadores tradicionales y los grandes donantes del partido, que se oponen a su candidatura.

Las posturas de Vance permiten entrever una ruptura con la ortodoxia económica del Partido Republicano de las últimas décadas en una amplia gama de temas, como los sindicatos, los controles antimonopolio, el comercio y los impuestos, y el ahora precandidato a la vicepresidencia incluso hizo comentarios que parecen chocar con los de Trump, que ya trastocó por completo la ideología del partido.

Donald Trump y J.D. Vance, en la convención en Milwaukee, Wisconsin. (Kamil Krzaczynski / AFP)
Donald Trump y J.D. Vance, en la convención en Milwaukee, Wisconsin. (Kamil Krzaczynski / AFP) - Créditos: @KAMIL KRZACZYNSKI

Senador durante un solo mandato, Vance adhiere a una mayor intervención del Estado en la economía que la mayoría de los republicanos, y emergió como el líder de una facción minoritaria de senadores de su partido que incluye a Josh Hawley y Marco Rubio. En su momento, Vance elogió la cruzada antimonopolio de Biden a través de la Comisión Federal de Comercio, reclamó un aumento del salario mínimo, y una vez hasta un aumento de impuestos a las corporaciones, todas posiciones que son una anatema para los conservadores.

Su diferenciación es particularmente radical si se la compara con el vicepresidente del primer mandato de Trump, Mike Pence, que quedó identificado con Ronald Reagan al encarnar las posturas del Partido Republicano en temas como el déficit o los impuestos, o con el expresidente de la Cámara de Representantes, Paul D. Ryan, otro republicano nominado a la vicepresidencia conocido por su ortodoxia de libre mercado.

“Para la mayoría de los dirigentes del partido está claro que el futuro es de los Vance, de los Hawley y de los Rubio, y que uno de ellos esté en la boleta es un indicador muy significativo, o de alguna manera una validación, de la dirección que está tomando el Partido Republicano en cuestiones económicas clave”, dice Oren Cass, aliado de Vance y presidente de American Compass, un think tank estrechamente vinculado a los populistas económicos del partido.

Vance articula una perspectiva muy clara sobre el fracaso de lo que él llama el ‘fundamentalismo de mercado’ del Partido Republicano, que fue la política económica de consenso de las últimas décadas”, agrega.

Donald Trump, en la convención en Milwaukee, Wisconsin. (Brendan SMIALOWSKI / AFP)
Donald Trump, en la convención en Milwaukee, Wisconsin. (Brendan SMIALOWSKI / AFP) - Créditos: @BRENDAN SMIALOWSKI

“El auge de Trump hizo que un ala populista y agresiva del partido se diferencie en materia de economía, y Vance es uno de los líderes de ese grupo populista”, apunta Brian Riedl, quien actualmente integra el Manhattan Institute, un think tank de centroderecha. “En materia económica, Trump es mucho más populista y está mucho más en contra del libre comercio que los republicanos tradicionales, y Vance ha presionado mucho para impulsar esta nueva economía populista en el seno del partido”.

El ascenso de Vance irrita a algunas élites del Partido Republicano: muchos de los principales donantes del partido se opusieron a su elección, incluido Kenneth C. Griffin, el megamillonario presidente del fondo de cobertura Citadel, según dos fuentes que prefieren permanecer anónimas. Oficialmente, Griffin dijo a través de un comunicado que Trump tenía “muchas buenas opciones para vicepresidente” y que apreciaba “la cuidadosa deliberación del presidente y su equipo”.

Ahora Pence está vinculado a un think tank conservador que trabaja para contrarrestar la influencia de Vance y sus aliados en la política económica. El magnate de los medios Rupert Murdoch también se opuso a Vance e impulsó la elección al gobernador de Dakota del Norte, Doug Burgum, que defiende puntos de vista económicos republicanos más tradicionales, según otras dos fuentes que también hablaron bajo condición de anonimato.

Conexiones

Según un empresario de alto nivel que prefiere no revelar su nombre, entre los principales ejecutivos y donantes republicanos se ha extendido la sensación de alarma por la conexión de Vance con el grupo American Compass, de Cass, y su apoyo a la presidenta de la Comisión Federal de Comercio, Lina Khan. A principios de este año, Vance dijo que Khan “está haciendo un trabajo bastante bueno”, y mencionó las medidas de la comisión contra las gigantes tecnológicas.

“En el frente económico tiene opiniones muy poco convencionales que van en contra de lo que los republicanos conservadores siempre han defendido”, dijo un relevante estratega republicano antes de la elección de Vance. “Si lo eligen para la vicepresidencia los grandes donantes y líderes empresarios se van a quedar pasmados”.

A pesar de esas diferencias, Vance ahora es uno de los líderes de un partido firmemente comprometido con muchos principios de la ideología tradicional del libre mercado. La desregulación de las empresas, la reducción de impuestos, la reducción del gasto público en programas sociales y la limitación del poder del gobierno siguen siendo una prioridad clave no sólo del partido en general, sino específicamente de Trump.

El magnate reclama, por ejemplo, que se extienda la aplicación de ley tributaria del Partido Republicano de 2017, que redujo drásticamente los impuestos corporativos y a los bienes personales y fue duramente criticada como un regalo para los ricos. El Tax Policy Center, un think tank independiente, estimó que por la aplicación de esa ley, en 2025 el contribuyente norteamericano de ingresos medios se ahorraría un promedio de 900 dólares, frente a los 61.000 dólares que se ahorraría el 1% compuesto por los grandes contribuyentes.

Grover Norquist, presidente de Americanos por la Reforma Fiscal, una agrupación que promueve una baja de impuestos, dice que Vance firmó el compromiso de su organización de no apoyar aumentos de impuestos. “Él es partidario de rebajas impositivas como las de Ronald Reagan y Trump, y lo ha dejado claro cada vez que se refiere al tema”, dice Norquist.

Donald Trump y J.D. Vance, en la convención en Milwaukee, Wisconsin. (ANGELA WEISS / AFP)
Donald Trump y J.D. Vance, en la convención en Milwaukee, Wisconsin. (ANGELA WEISS / AFP) - Créditos: @ANGELA WEISS

Los demócratas también creen que esas diferencias que presenta la nueva vanguardia republicana están siendo exageradas. Tal vez Vance incline la cabeza en una dirección más populista, pero probablemente se encolumnará detrás de la agenda de Trump, la gran favorita de los grandes grupos empresarios, apuntan los demócratas. Vance nunca apoyó ni de lejos la escala de intervención estatal que los demócratas consideran necesaria para hacer frente a los graves problemas que enfrentan las familias norteamericanas: el cuidado infantil, la crisis de la salud, de la vivienda y mucho más. Vance se opuso a la ley de reducción de la inflación de Biden, que inyectó cientos de miles de millones de dólares en subsidios a la energía limpia para reactivar la industria nacional. Algunos de los principales donantes republicanos podrán oponerse a su ascenso, pero Vance está estrechamente vinculado desde hace mucho tiempo con el megadonante y multimillonario republicano Peter Thiel.

En algunos temas, sin embargo, el cambio retórico que le imprime Vance al discurso republicano tradicional es muy notorio. En marzo de 2017 dijo que había descubierto que “en materia de política de vivienda, el Partido Demócrata es en realidad el partido más racional”. Y en febrero de 2020 criticó las políticas de “derecho al trabajo” impulsadas por los conservadores, que restringen drásticamente la capacidad de organización de los sindicatos.

En abril de 2021, cuando los ejecutivos de las grandes corporaciones debatieron cómo responder a los cambios del Partido Republicano en las leyes electorales estatales, Vance dijo en el entonces Twitter: “¡Auméntenles los impuestos y hagan lo que sea necesario para enfrentar a estos matones!”.

“Es hora de elegir: o la república norteamericana o la oligarquía global”, añadió.

Por Jeff Stein

Traducción de Jaime Arrambide