Dibu Martínez fue amonestado por segunda vez en Aston Villa vs. Lille pero no fue expulsado, y luego atajó el penal decisivo

Emiliano Martínez actúa al límite de reglamento. Sobre todo, en las definiciones por penales. Sus provocaciones a futbolistas rivales, festejos que pueden sonar a burla y gestos a hinchas ajenos juegan con fuego en cada tanda en la que la cuestión es seguir –o ganar una copa– o quedar eliminado.

Tanto es así que el año pasado FIFA creó una “ley Dibu” –es el nombre extraoficial, por supuesto– que limita las comportamientos de un arquero en una serie de penales. Pero el argentino, un especialista en sacar de quicio a los adversarios para que fallen sus remates en instancias tan calientes, parece ser un estudioso del reglamento, también. En la resolución de la serie entre su Aston Villa y Lille por uno de los cuartos de final de Conference League, en suelo francés y en medio de abucheos, provocó a contrarios y recibió por segunda vez la tarjeta amarilla. ¿Expulsión, entonces? No.

Con cara de sorprendido por la decisión del árbitro de volver a amonestarlo, pero sin entrar en pánico, el arquero marplatense recibió el apercibimiento y se calmó. No dio la impresión de creer que esa segunda amarilla implicaría la roja. ¿Por qué no lo fue? Por un cambio del reglamento, uno entre tantos que introdujo FIFA en los últimos años.

Esto dice la regla modificada pocos años atrás: “Las tarjetas amarillas mostradas durante el partido (incluida la prórroga) no serán tenidas en cuenta en la tanda de penales. Si se le mostrara a un mismo jugador dos tarjetas amarillas, una durante el partido y otra en la tanda de penales, constarán en el acta arbitral como dos tarjetas y no como expulsión (tarjeta roja)”. Ergo, Dibu Martínez siguió atajando en su primera definición por penales luego de lograr la gloria mundial en la de la final de Qatar 2022.

El último penal y el baile de festejo

Y resultó, una vez más, decisivo. Ya había contenido un disparo, el de Nabil Bentaleb, y se quedó con el último de Lille, ejecutado por Benjamin André. En ambos casos, lanzándose a la izquierda. Así fue el principal responsable del 4-3 en la tanda tras el triunfo de Lille por 2-1 en su estadio (la ida había terminado 2-1 para el cuadro inglés) y de que Aston Villa pasara a una semifinal del tercer certamen de Europa. En la próxima etapa el club británico se enfrentará con Olympiacos, de Grecia, ganador del cruce con Fenerbahçe, de Turquía, también por penales (3-2, tras un 1-0 en El Pireo y un 0-1 en Estambul este jueves).

Provocador hasta después del partido

“Soy un creyente. Un trabajador esforzado. Y era mi destino ganar de nuevo acá”, se vanaglorió el campeón mundial una vez en la zona mixta, hablando en inglés con un periodista. Y explicó algo de las situaciones en las que recibió la tarjeta amarilla.

“Tengo mala reputación por hacer tiempo, porque el otro arquero estaba haciendo exactamente lo mismo. Y fui amonestado a los 38 minutos, cuando estábamos perdiendo el partido. Entonces, no sé qué quería de mí el árbitro”, razonó, con acento inglés. Cabe mencionar que en ese momento Aston Villa perdía el partido, sí, pero no la serie: con el 1-0 parcial para Lille, la serie quedaba destinada a los penales. “Y después, lo mismo. No había pelota en el punto de penal y le pedí una a un alcanzapelotas, y fui amonestado. No entiendo las reglas”, expresó Martínez, cuestionando, en realidad, más la aplicación de las normas que su letra en sí. De hecho, aquel cambio de reglamento de no expulsión si la segunda amonestación se da durante una tanda de penales, lo favoreció.

Las declaraciones de Dibu Martínez luego de la clasificación

A Dibu se lo consultó por su actitud de autoconfianza, de avasallamiento psicológico en instancias de esta índole. Por las presiones. “Siempre digo que soy dueño de mi carrera, soy dueño de mi persona, de mis actuaciones. Sé que mi equipo me necesita en esos momentos. Ayer estábamos mirando Real Madrid vs. Man City y el manager dijo «tal vez vayamos a penales». En mi mente, siempre en esos momentos soy dueño de mi área”, afirmó, antes de hablar de lo colectivo. “Este grupo de jugadores y directivos es especial. Y los propietarios están muy involucrados, siempre están detrás de nosotros. Se siente que vamos a hacer algo especial. No sé si será Champions League, no sé si será Conference League... Vamos a tratar de hacer todo lo que podamos por este club”, cerró, con mucha fe en sí y en sus compañeros.